“Me pongo en tus zapatos y te presto los míos”
Madrid, 28 feb. 19. AmecoPress.- ‘Buscamos refugio. Nuestra guerra son las maras’ es el título de libro sobre maras elaborado por la periodista Patricia Simón y que presentó ayer CEAR Madrid para visibilizar la situación de personas que sufren desplazamiento forzado a causa de la violencia de las pandillas. Lo hace a través de sus testimonios.
“He visto gente morir delante de mí infinidad de veces. Así que, si matasen a alguien aquí mismo, a mi lado, no gritaría ni lloraría. Crecí con eso de sentir que iba a morirme en cualquier momento, a la vuelta de la esquina”. Así arranca el libro, que está basado en las entrevistas que la periodista Patricia Simón ha realizado a 13 víctimas de las pandillas centroamericanas.
“Son testimonios en primera persona, fieles a las entrevistas orales realizadas en la sede de CEAR Madrid”, explicaba la periodista en la presentación. Un formato elegido no solo porque sea más eficaz desde un punto de vista comunicativo, sino porque “trabajar desde el testimonio es terapéutico” y también permite ubicar a estas personas “no solo como sujetos sufrientes de violencia”, sino como fuente de análisis y con capacidad para ordenar la situación de acuerdo a su propia experiencia y sus valores.
De este modo, el libro pretende que la ciudadanía capte “la fortaleza y el arrojo que son necesarios para sobrevivir a las violencias empleadas por las maras y a los obstáculos interpuestos por España para negarles su derecho al asilo y la protección internacional”, dijo Patricia Simón durante la presentación. No es una recapitulación de las razones por las que habían tenido que abandonar sus países. Estas personas nos ofrecen mucho más.
A través de 7 capítulos biográficos nos acercamos a un minuto en las vidas de hombres y mujeres que huyeron de El Salvador y Honduras para sobrevivir. Cada capítulo afronta un tipo de violencia más paradigmática de las ejercidas por las maras y se cuenta entre dos voces (algunas se conocían, otras no). En el último capítulo habla una mujer que fue violada, quedando embarazada, pero que sigue en Honduras porque no está dispuesta a salir abandonando a su padre y a su madre. “Es una historia que nos recuerda que el asilo no es solo una cuestión individual, sino colectiva”, dijo la autora.
También, “queríamos romper con la idea de criminalizar a los mareros como los únicos malos, malísimos” de un conflicto que tiene muchos matices y responsables, una compresión necesaria para la reconciliación de esa región. Patricia Simón agradeció la “generosidad” de Marfizmart, una joven escritora salvadoreña que escribe el último capítulo del libro, en el que hace el “enorme esfuerzo” de ponerse en los zapatos de un marero, después de haber sido una de sus víctimas. La realidad es compleja.
En la publicación ha colaborado el ilustrador palestino Rami Abbas, que ha puesto imagen a cada historia. Historias como la de Camila, Andrea, Emily o Esteban, que saben lo que es vivir en un país donde no existe la libertad, donde la violencia de las maras gobierna las calles, las escuelas, los negocios familiares, las casas y a las personas.
Derecho a la protección internacional
Junto a la autora de los textos y al autor de las ilustraciones estuvieron Paco Garrido, coordinador territorial de CEAR Madrid y Paloma Favieres, directora de Políticas y Campañas de CEAR, quienes explicaron por qué es un “momento crucial” para luchar por lograr la protección internacional de las personas que huyen de las maras.
El Salvador, Guatemala y Honduras viven sumidas en un conflicto sin nombre oficial, que sí tiene forma de amenaza, ejecuciones, extorsión, trata y violencia sexual. El año pasado, en estos tres países se contabilizaron más 10.500 homicidios, lo que supone casi 29 asesinatos al día.
Una realidad que supera a la ficción y obliga a miles de personas a buscar refugio en otros países. En el informe “Refugiados: Más que Cifras 2018”, CEAR alertaba sobre la desprotección que están sufriendo las personas que provienen de los países donde operan las maras. Pese al fuerte incremento de solicitudes de asilo de personas procedentes de países como El Salvador (2.275), Honduras (2.410) y Guatemala (175), apenas se contaron 15 resoluciones favorables. La gran mayoría son denegadas, a pesar de las directrices del ACNUR y de las repetidas sentencias de la Audiencia Nacional que sí consideran a las víctimas de maras como personas refugiadas.
Por ello, CEAR considera que las víctimas de maras son objeto de persecución según la actual Ley de Asilo española, ya que sufren en muchas ocasiones violaciones graves de sus derechos fundamentales y no pueden recurrir a una protección eficaz por parte de las autoridades. Por esta razón, CEAR Madrid ha querido visibilizar su realidad contando en primera persona las razones que les obligaron a dejarlo todo atrás.
Durante la presentación, se realizó una performance y se recitó el poema que da título a este artículo.
Foto: AmecoPress
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