Las abogadas españolas cuentan con unos ingresos mensuales 450 euros inferiores a los de sus compañeros abogados
Madrid. 19 de diciembre. 17. AmecoPress. Los pasados 13 y 14 de diciembre tuvo lugar el IV Congreso de Derechos Humanos de la Fundación Abogacía, dedicado a analizar las luces y sombras en la profesión en materia de Igualdad y a impulsar la incorporación del enfoque de género, en el cual se presentó la Encuesta de Metroscopia sobre la Igualdad de Género en la Abogacía Española. Se trata de un sondeo de opinión que ha sido realizado por Metroscopia a una muestra de 2.000 abogadas/os durante el mes de octubre.
Los resultados destacan que, según la opinión más extendida, mientras que las abogadas y los abogados en España coinciden de forma mayoritaria en que la igualdad entre hombres y mujeres debe ser un objetivo prioritario para la abogacía española, existen también desacuerdos entre abogadas y abogados lo suficientemente significativos como para concluir que la situación actual en términos de igualdad de género dista mucho aún de ser la situación ideal.
En el informe se presentan los resultados más significativos del estudio agrupados en dos ámbitos según aquellos temas en los que, por un lado, abogadas y abogados coinciden y, por otro, en los que difieren. Al final del informe, se dedica un espacio específico y diferenciado relativo a la discriminación de género experimentada por las mujeres a lo largo de su carrera de abogadas.
Para empezar, el 69% cree que la igualdad de género debe ser una prioridad para el CGAE. También lo cree el 70% y el 71% en referencia a los Colegios Autonómicos y a los Colegios.
Sin embargo, mientras que el 78% reconoce que son los hombres quienes gozan de una mejor situación para compaginar la vida laboral y personal, solo el 15% respaldaría la implantación de cuotas de género —garantizar una representación equilibrada de hombres y mujeres antes de valorar las capacidades y los méritos—para acceder a puestos de responsabilidad institucional en la abogacía.
Además, el 72% expresa su disconformidad con los medios de conciliación laboral y familiar con los que cuenta en la actualidad. Existe una amplia convergencia respecto a que los planes de igualdad, los permisos de maternidad y paternidad o la flexibilidad horaria, entre otros 4, son, hoy por hoy, insuficientes para permitir una adecuada atención de ambas esferas. Se destaca, sobre todo, la crítica en materia legislativa: el 77% cree que esta es mejorable.
Desigualdad de género y comportamientos machistas
La mayoría (60%) cree que la abogacía ha mejorado en los últimos 10 años en cuanto a igualdad de género, pero las mujeres lo creen en menor medida que los hombres (48% frente a 69%). La mayoría de las abogadas (58%) opinan que son ellas quienes se enfrentan a más obstáculos, mientras que entre los abogados esa percepción solo la expresa una minoría (26%). Para la mayoría de ellos (63%) todos y todas cuentan con los mismos obstáculos.
El 67% de los hombres no cree que en la abogacía predominen los comportamientos machistas, algo que solo piensa una de cada tres mujeres (36%). La mayoría de las abogadas (62%) cree justo lo contrario. Asimismo, el 64% de ellos cree que en la abogacía existe menos machismo que en el conjunto de la sociedad española, frente al 42% de ellas (la mayoría cree que hay el mismo nivel de machismo o incluso más).
Las abogadas españolas contarían hoy, de media y de forma aproximada, con unos ingresos Mensuales 450 euros inferiores a los de sus compañeros abogados. Esta cifra es el resultado de un análisis (MLP) de las respuestas a la pregunta “¿Cuáles son sus ingresos mensuales totales aproximados?”.
Por ejemplo, un abogado de 45 años que no fuera socio del bufete ingresaría de media hoy unos 2250€, mientras que una abogada de la misma edad que tampoco fuera socia rondaría los 1.800€, es decir, un 20% menos. Este cálculo tiene en consideración, por un lado, la edad de la persona entrevistada, para controlar el efecto que, por ejemplo, ser joven y tener menos experiencia, pueda tener sobre el volumen de las retribuciones y, por otro lado, el efecto del puesto que se ocupa (ser o no ser socio/a del despacho). Evidentemente se trata de una estimación, ya que el cálculo se realiza sobre declaraciones y no sobre datos objetivos, pero la existencia de una brecha de género no parece dejar lugar a dudas.
El techo de cristal en la Abogacía española
Para más de la mitad (57%), el denominado “techo de cristal” o la barrera invisible que Desequilibra la proporción de hombres y mujeres en los altos puestos profesionales en favor de los primeros, es una realidad evidente: los abogados poseen una mejor situación que las abogadas para ascender en la profesión.
Entre ellas, esta consideración es la que claramente predomina (77%) mientras que entre ellos es minoritaria (40%). La mayoría de los abogados (52%) cree que mujeres y hombres cuentan con iguales condiciones. También es destacable que tres de cada cuatro abogadas (77%) considere que no tener hijos ni familiares a quienes cuidar es un aspecto importante para lograr el éxito profesional. En cambio, entre los abogados es uno de cada dos (54%) quien piensa lo mismo.
Así, se reafirma la existencia de una clara discriminación en la profesión, ya que la mayoría de ellas (57%) reconoce haberse sentido discriminada o no bien tratada por parte de uno o varios hombres en algún momento de su actividad como abogadas. En el caso del trato con sus propios compañeros abogados y con sus clientes, esta discriminación sentida, además, no es precisamente esporádica sino repetida: cuatro de cada diez (42%) dice que la discriminación se ha producido algunas o muchas veces.
Estos datos suponen que de las casi 67 mil abogadas españolas 10, aproximadamente 40 mil reconocen abierta y explícitamente haber sentido discriminación por razón de género a lo largo de su carrera y casi 28 mil ponen de manifiesto que esta situación se ha producido de manera recurrente por parte de sus propios compañeros de profesión.
Lucha por la igualdad de género en la abogacía
El Consejo General de Abogacía Española expone en su plataforma: “Como Abogacía institucional, somos conscientes de que esta es una profesión históricamente ejercida por hombres. Hasta 1920 las mujeres no fueron admitidas en el ejercicio de la profesión, ni tampoco lo fueron en todos los Colegios. Este hecho explica el sesgo androcéntrico que la profesión ha tenido y aún sigue manteniendo, a pesar de que en la actualidad el 50% del colectivo son mujeres. Independientemente de este dato, la equiparación en cifras no es sinónimo de una efectiva equiparación a todos los niveles en el ejercicio y en toda la extensión de la profesión, lo que se traduce en un menor peso económico, menor reconocimiento social, menor prestigio profesional, menor presencia y participación institucional”.
Los datos de este informe nos llevan a concluir que el techo de cristal, la brecha salarial y la discriminación por razón de género siguen siendo una realidad. Por esto, es necesario corregir y evitar una desigualdad, vigente en la abogacía española, y seguir luchando para que hombres y mujeres podamos ocupar y acceder a los mismos espacios, cargos y responsabilidades en igualdad de condiciones.
Foto archivo AmecoPress tomadas de abogacia.es
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