25N: Visibilizar la violencia machista
Madrid, 26 nov. 14. AmecoPress. El reconocimiento de la violencia de género como estructural permite pasar del análisis de lo privado a lo público, a lo social y a lo político. Esto se produjo gracias a la lucha tenaz del Feminismo. Pero el fenómeno de la violencia contra las mujeres, los mecanismos que emplea y los factores que la originan siguen siendo, de algún modo, invisibles. Por eso hay que recordar, cada 25 de noviembre, que hay mujeres que mueren por ser mujeres.
Plazas y calles emblemáticas de numerosas ciudades y pueblos del Estado español acogieron ayer concentraciones de mujeres y hombres que quisieron homenajear a las víctimas y mostrar su rechazo frente a este tipo de terrorismo. En Madrid, el Foro contra la violencia a las mujeres convocó una manifestación que circuló desde la plaza de Ópera hasta la Puerta del Sol. Allí, tuvo lugar la lectura del manifiesto a cargo de la actriz Natalia Dicenta y de las filósofas Luisa Posada y Alicia Mirayes. ‘Ninguna mujer sin protección, ningún maltratador sin castigo’ ha sido el lema elegido para este año.
Estas concentraciones se vienen realizando desde el año 1996 y pretenden denunciar y manifestar la oposición activa a la violencia sexista que se ejerce contra las mujeres, definida por Naciones Unidas como “todo acto violento basado en la pertenencia al sexo femenino que tenga o pueda tener como resultado un daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico para la mujer, así como las amenazas de tales actos, la coacción o la privación arbitraria de libertad”.
Datos
Ni el silencio ni la pasividad con la que todavía se responde a este tipo de violencia logran tapar unas cifras que, aunque no consiguen mostrar la magnitud del conflicto, lo acercan: 1 de cada 7 mujeres ha sufrido algún tipo de violencia física o psíquica a lo largo de su vida, 603 millones de mujeres y niñas viven en países donde la violencia de género aún no es considerada delito, al menos 1 de cada 4 mujeres han sufrido violencia durante el embarazo, alrededor de 60 millones de niñas en el mundo son obligadas a casarse con menos de 18 años. En España, en lo que va de 2014, según datos del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, 45 mujeres han muerto a manos de sus parejas o exparejas, 14 de ellas habían puesto denuncia y sólo 3 contaban con orden de protección. Desde el 1 de enero de 2003 hasta esa fecha 757 mujeres han sido asesinadas. Y todavía el número de mujeres que callan es muy superior al de las que se atreven a hablar.
La Comisión 25N, formada por varios colectivos del Movimiento Feminista de Madrid, lanzó el pasado día 17 de noviembre una campaña con el lema: Por una vida libre de violencias machistas. El objetivo es llenar los balcones y las redes de mensajes que permitan “visibilizar la condena a las violencias machistas y a los hombres que las ejercen, a la vez que mandamos un mensaje abierto, directo y de apoyo a todas las mujeres, porque no estamos solas”. La actividad, que se desarrolla bajo el hashtag #AlMAchistaLeDigo, estará activa hasta el día 30 de noviembre.
Además de pretender, a diferencia de las campañas institucionales, poner el foco en los que generan las violencias, la Comisión ha denunciado la incompetencia del Estado en la protección de los derechos de las mujeres. Ayer a las 12 de la mañana hizo entrega a Ana Mato, en el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, las 4.000 firmas recogidas pidiendo su dimisión. Entre los grupos que han organizado la campaña de recogida de firmas figuran la Red de Resistencia y Respuesta ante las Violencias Machistas, la Asamblea Feminista de Madrid, Feminismos Sol, el colectivo Las Tejedoras y agrupaciones feministas de partidos como IU, Podemos o Equo.
A ello se suman todas las acciones de las Marchas por la Dignidad, que ayer estuvieron centradas en el derecho de las mujeres a tener una vida digna y que el 29, cuando llegan a Madrid, recibirán el apoyo de un bloque feminista que se conformará a las 17h en la Cuesta de Moyano esquina Paseo del Prado.
Violencia estructural
Desde el ámbito universitario, el grupo de la UCM Feminismos Complutense también preparó pancartas para la manifestación del 25N y un manifiesto en el que se muestra especialmente crítico con las instituciones, que "no sólo no ofrecen soluciones a las víctimas sino que habitualmente contribuyen a su estigmatización". Además, subraya la necesidad de "visibilizar que los asesinatos machistas no son la única forma de violencia, sólo el resultado final". La violencia machista “no es un asunto anecdótico o eventual, es una violencia estructural ejercida y apoyada sustancialmente sobre el cuerpo y la vida de las mujeres y de toda persona que trascienda la normatividad de género establecida”.
Efectivamente, además del silencio y la ocultación, la lucha contra la violencia de género se enfrenta a la resistencia que viene dada por una cultura patriarcal, un sustrato que sostiene la desigualdad entre mujeres y hombres y que se expresa en numerosas conductas y gestos. Cuando en los análisis, denuncias y propuestas nos atrevemos a adentrar en las raíces más profundas de este cuerpo de creencias que justifica la dominación de la mitad de la humanidad, topamos con un muro.
En el caso de nuestro país, diez años después de la entrada en vigor de la pionera Ley Orgánica 1/2004, de 28 de diciembre, de medidas de protección integral contra la violencia de género, la realidad demuestra que no bastan las leyes para cambiar unas estructuras políticas y culturales en las que continúan agarrándose las raíces de la violencia. Son numerosas las voces que reclaman recursos para hacer posible la implementación de dicha normativa, que recoge aspectos tan importantes como la formación de todas las personas profesionales que intervienen en el proceso –personal médico, fuerzas de seguridad, profesionales del ámbito jurídico- y como no, la prevención y sensibilización a través de acciones específicas y de manera especial de la educación.
Manipulación y estereotipos
Pero la cosa va más allá, cuando se manipulan los datos y cuando se perpetúan estereotipos a través de los medios de comunicación y se abre el hueco para que un orden social, político, cultural y económico que ampara en gran medida al machismo siga discriminando y maltratando a las mujeres. Es desde esta perspectiva que casi diariamente tenemos que escuchar que la ley Integral “da privilegios a las mujeres frente a los hombres”. O el malévolo mito de las denuncias falsas, que en la realidad representan el 0,0038% de los casos (según datos de 2012 de la Fiscalía General del Estado), mientras sabemos que para que una mujer demuestre el maltrato se le piden en los juzgados pruebas de todo tipo, sin entender el desgaste emocional y la falta de autoestima en la que están inmersas.
Es valiente y decisivo el trabajo que el Feminismo realiza desmontando esta realidad y visibilizando la lucha contra las violencias hacia las mujeres. Concienciando y señalando también la necesidad de que toda la sociedad se implique y abandone la pasividad frente a lo que viene siendo ya descrito como una de las más graves lacras sociales mundiales, que inflinge sufrimiento, miedo y muerte y frena el desarrollo de los pueblos. El 25 de noviembre fue creado con ese objetivo.
Foto: Archivo AmecoPress
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Estado español – Feminismo – Movimiento feminista – Violencia de género; 26 noviembre. 14. AmecoPress