La situación de dependencia económica y emocional les impide romper el silencio y denunciar el maltrato y muchas se ven obligadas a cuidar de sus propios maltratadores
No se las reconoce su condición de persona fuera del matrimonio, por lo que las viudas se ven forzadas a abandonar la familia y vivir en la marginalidad
Las parejas desisten de casarse por el coste económico y porque consideran que no es tan importante estar casados, independientemente de que se trate de una boda civil o religiosa