"Siempre he pintado mujeres, por su fuerza"

Madrid, 06 jul. 16. AmecoPress. Sara Dalmau presenta su última obra ‘Mujeres Siempre Vivas’ en Pròleg, la Librería de las Mujeres en Barcelona. Con 24 trabajos a sus espaldas, este último es un claro homenaje a Neus Català, la única superviviente española del campo de concentración nazi de Ravensbrück. AmecoPress se ha puesto en contacto con ella para que nos ofrezca una visión particular sobre su última exposición, sus trabajos y sobre Català, la mujer a la que tanto admira.

¿En qué consiste este trabajo?

Esta obra es un conjunto de cinco piezas. Son dibujos, pigmentos diluidos en agua, pero no óleos. Plasman expresiones de mujeres bajo el título de ‘Mujeres Siempre Vivas’.

¿Cómo decide mezclar pintura y maquillaje?

Yo trabajo mezclando. Cuando una estudia Historia del Maquillaje es a través de la Historia del Arte. Y no hay tanta distancia. Es un oficio que va muy junto. El maquillaje es un lienzo efímero que tras unas horas se borra. Hay un momento en el que quiero que no se borren y poder quedármelos. Entonces empiezo a trabajar con ellos en la pintura. Lo hago sobre madera porque se parece más a la piel. Es una materia viva y los pigmentos vibran. Me gusta mucho más que el papel.

¿Se inspira en artistas cuando trabaja?

No me inspiro en artistas porque mi trabajo es mezclar mucho. Mientras he estado trabajando –de esteticista-, mi inspiración han sido mis clientas: sus ojos, sus labios. Ahora no trabajo, así que me centro en los autobuses, son mis artistas preferidos. Es donde hay más caras vivas. La realidad supera cualquier otra fuente y mezclo las caras que me gustan: los ojos de una, los labios de otra… Lo exageró Picasso, pero en el fondo todos somos bastante picassianos. No somos simétricos.

¿Por qué pinta siempre mujeres?

Siempre he pintado mujeres, por su fuerza, en todas mis exposiciones, que ya son 24. Desde mi tesis en sociología –Historia de la perfumería en Cataluña 1900-1930- he trabajado con ellas. Desde el maquillaje a la pintura. Absorbo las caras que veo y me siento más identificada –por mi trabajo- si son mujeres. Me transmiten más con sus expresiones: cansancio del trabajo, cansancio de los niños… Otras van con un rictus muy feliz por la calle y yo me hago mi propia película. Me transmite más una mujer que un hombre que va fumando y leyendo el Marca. Ellos no me transmiten.

¿Cómo nace la idea de esta 24ª exposición?

Leí la historia de Neus Català y me sobrecogió. Tuve que ir a conocerla. Me dejó traspuesta. Después de leer sus libros y conferencias, la cogí de las manos y pensé en todo lo que habían tenido que pasar y vivir. A pesar de haber sufrido, su energía es fascinante.

¿Por qué ‘Siempre Vivas’?

Existen unas flores de campo, que florecen entre junio y julio, que están a los márgenes de las vías del tren. Se llaman ‘Siempre Vivas’. Decidí llevarle esas flores. Cuando era joven, nunca faltaban esas flores de la estación en casa de Neus, porque ella no iba a la floristería, era una mujer muy humilde. En su pueblo siempre hay. Tienen un olor muy especial, como a curry. Son amarillas y muy rústicas.

Cuando fui a verla le dije que me sentía cansada, en general de todo. Pero, sobre todo, de la eterna lucha de las mujeres a contracorriente. Entonces, Neus Català cogió el ramo y me dijo que no, que yo debía estar como las flores. Siempre viva. Se me puso la piel de gallina –aún se me pone- y se me saltaban las lágrimas sin querer. Con 102 años es capaz de ir rápida y hacer vibrar.

¿Qué hace tan especial Neus Català?

Mi madre fue profesora durante la II República, pero nunca explicó nada. Solo lo hizo cuando fue mayor, y apenas una pequeña parte. Todos se quedaron con el miedo dentro. Pero ella no. Neus Català dice que todo lo que ha pasado se tiene que saber. Que alguien tenía que acordarse de esas mujeres que sufrieron. Y todavía lo explica con pasión. Conocerla es fantástico y sigue dando lecciones vivas. A sus 102 años se encuentra bien: lee, habla y rige mucho mejor que yo.

Ella sigue hablando de compañeros, en plan comunista, como si fuera ayer. Se refiere a la parte viva de ser compañeros y trabajar por una causa común. No ha perdido un ápice de lucha por sus ideales.

¿Por ello decide hacer de esta exposición un homenaje?

Esta exposición es un homenaje por muchas razones. No podemos dejarnos apabullar. Te vas relajando –a medida que pasa el tiempo- y piensas en plantarte porque todo es difícil. Los resultados siempre son más vallas, y te vas dejando ganar. El entorno se nos come. Ella me dijo: siempre vivas. Y hay que sacar las fuerzas de donde no las hay. La pelea es peleando.

Foto: Archivo AmecoPress
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