No hay libertad con precariedad y discriminación de las profesionales de la comunicación
La Jornada de debate profesional ‘Pasado, presente y futuro de las mujeres periodistas’ tuvo lugar en el Colegio de Periodistas de Cataluña. En este debate que introdujo la ponencia de la periodista vasca, Lucia Martínez Odriozola, también se presentó por primera vez el libro “Las periodistas en el tiempo de la Republica” de Elvira Altés. En el evento participaron profesionales de prestigio además de otras recién tituladas e incluso estudiantes de periodismo.
Pese a que hubo algunas visiones más optimistas, se tuvo que reconocer que la situación de las mujeres en el periodismo y el ejercicio de la profesión en general, no solo no ha mejorado, sino que ha empeorado, en gran parte de los medios. Así lo explicaba
Lucia Martínez Odriozola, actual presidenta de la Asociación de la prensa del País Vasco, por el contrario se mostró optimista respecto al futuro de las mujeres en la profesión: “Pese a que me piden que haga de agorera, y que explique por dónde creo que discurrirá la profesión, para no perderme en un territorio bastante poco iluminado, es mejor tender, como Ariadna, algún hilo. Necesitaré tres: Uno primero que vincula la mujer con el uso de las tecnologías; otro que nos conduzca a la situación laboral y un tercero sobre el tratamiento en los medios de los temas que afectan a las mujeres”.
La feminización de los medios
Para Lucia la evidente “feminización” de la profesión es un dato esperanzador, aunque según ella, pese a la incorporación masiva de las mujeres en todas las redacciones, prensa escrita y audiovisuales, al menos en el País Vasco, matizó que “todavía hay secciones en las que se les pone veto: política, economía y deportes, y me pregunto porqué”.
Por lo que se refiere al uso de las tecnologías también se mostró positiva, aunque que reconoció que las actuales exigencias de los medios son una verdadera ‘locura’: “Cuando hay que cubrir una noticia, no solo tienes que escribirla, sino hacer fotografías, grabar una pieza para la radio, rodarla en video, y después colocarla en el blog, que tan amablemente nos ha colgado nuestro medio en Internet… Demasiado. Pese a todo, ellas son las más eficaces usuarias de las tecnologías, y en este campo ya no van a dar ningún paso atrás”.
Sobre los contenidos que afectan a las mujeres, reconoció que la mayor presencia de mujeres en las redacciones no ha aportado una mayor sensibilidad con respecto de la igualdad de los dos sexos. Según ella, esa sensibilidad depende más de los intereses de cada cual, que del sexo de quienes ejercen la profesión. “Pese a todo, en ese sentido también soy optimista: Nunca hemos estado mejor que ahora y aún mejoraremos más”.
Carmen Freixa, periodista, columnista y escritora, introdujo otra forma de ver la “feminización”, no como mejora, sino más bien al contrario. “Está comprobado que cuando una profesión se feminiza baja de nivel, y la gran tropa de trabajadoras de base están aún más explotadas que anteriormente”. Además, siguió diciendo Freixa, “como dijo una compañera socióloga, la feminización conlleva al ‘refugio’ en un estatus superior de la mayoría de los hombres amenazados en su situación laboral”.
Ciertamente, se ha comprobado por diferentes estudios que en las redacciones se producen nuevas formas de discriminación más sutiles, y más difíciles de detectar. “Hay un desplazamiento de poder de los profesionales, que se sitúan en áreas de control y mando, opinión e influencia, dirigen los consejos de redacción o, por ejemplo, se parapetan en secciones que como la de política, a las que no tienen acceso la mayoría de las mujeres” aseguró Freixa.
En la mesade debate sobre ‘Los retos del presente: contenidos, estabilidad laboral y poder’,
Sin embargo, y según reconoció Tarifa, “el periodismo digital es un área en la cual las periodistas son mayoría, llegando al 55% de los profesionales que se dedican full time en los medios digitales”, según datos de un informe sobre la situación de los/as periodistas digitales en Catalunya, que hizo el Sindicato, junto al Grupo de Periodistas Digitales (GPD) en 2003. “Por cierto, este grupo aunque tiene mayoría de hombres en la junta, lo dirige nuestra compañera de mesa,
Peiró, periodista digital, y actual responsable de participación en
Peiró, coordinadora en su día del Primer Congreso de
Aún reconociendo lo positivo de la incorporación masiva de las mujeres a los medios digitales y su competitiva capacitación técnica, se estableció un pequeño debate sobre este tema “En Internet esta pasando lo mismo que con los medios tradicionales -opinaba una de las presentes-, cuando interesan a la gente, los inversionistas y grupos poderosos se introducen convirtiéndose en los puntos de referencia de la red. ¡Que casualidad que precisamente ahora esas compañeras hayan perdido sus responsabilidades! La realidad es que no han sido sustituidas por otras mujeres y nacen mas medios dirigidos por hombres”.
Del paternalismo a la discriminación
Isabel Bosh, veterana periodista y presentadora de deportes en TV3, dijo que sentía dar una visión pesimista de la profesión, pero la daba según la óptica de casi 30 años de dedicación a la misma: “Tengo 50 años, y para ser sincera las cosas las veo mucho peor que cuando empecé. En los 80 entré en el Diario de Barcelona, y después formé parte del equipo fundador de TV3. No se si soy la primera presentadora de deportes, pero si es cierto que éramos poquísimas, y no podíamos decir que estábamos mal, al contrario, los compañeros nos trataban con un paternalismo exquisito y nos ayudaban en todo lo que necesitábamos”.
Según ella, las cosas han ido empeorando con los años. Por un lado, las compañeras que se han incorporado a esta especialidad han conseguido informar de los mismos temas que sus compañeros –o sea, casi exclusivamente de deportes masculinos– remarca Bosh: “precisamente porque no quieren tener problemas ni que las tachen de feministas. Así suele ocurrir, que aunque tú tengas claro que hay que promocionar el deporte femenino, no te hacen ni caso, y las propias compañeras se evaden del tema. Por otro lado, evidentemente, hay cosas que han mejorado, por ejemplo la inclusión de mujeres en la información de fútbol, que ya pueden entrar en los camerinos de los jugadores, sin problemas, pero a las que no se les permite todavía, por supuesto, ‘retransmitir ningún partido’ o mantener una sección de opinión deportiva”.
Bosh reconocía que era importante que haya cada vez más mujeres en las redacciones y en secciones como deportes, pero que eso no quería decir que se hubieran mejorado las condiciones laborales para todas –hay muchas becarias y contratadas– ni que eso se note en los contenidos o en el enfoque de las informaciones: “Además, la conciliación sigue siendo un tema pendiente, un techo de cristal, que nos impide acceder a mas cuotas de poder y dedicación dentro de los medios”.
Las reglas del juego siguen siendo masculinas
Reconocer que las reglas del juego de la comunicación siguen siendo sexistas, es un paso para dar un salto hacia delante. “La mirada de la información sigue siendo sexista, y hay que romper esa reglas de juego todavía masculinas y patriarcales. “¿Por qué hay esta preponderancia de lo masculino?”, se preguntaba Freixa, “en primer lugar, ellos se reparten el pastel de los medios y cuatro grupos lo controlan todo. Detrás de cualquier información hay una decisión masculina sobre ella. Ellos son expertos en todo, nosotras nos pensamos mucho en que somos expertas. Cuando les interesa poner una cara guapa con posibilidad de acceder al podio de los números uno, o una firma femenina prestigiosa, como cuota, la ponen, pero siempre mantienen el control de los hilos”.
Para Freixa, los colegas varones “tendrían que entender que trabajar con perspectiva de género no es solo publicar más noticias de mujeres, también es, por ejemplo, trabajar lo estipulado por convenio, y no permanecer mas horas en los medios, como si fueran los únicos interesados en la información, ya que si ellos no tienen problemas de conciliación con su vida personal -cosa completamente sospechosa, apuntó la ponente- deberían solidarizarse con las compañeras, que sí los tienen”.
Como explicó una de las presentes, la verdadera conciliación de la vida personal o laboral, o lo que en un estudio realizado por
Maria Eugenia Ibañez, periodista jubilada del “El Periódico” y estudiosa del papel de las mujeres en el deporte, estaba de acuerdo en que esas secciones siguen siendo un reducto del machismo más recalcitrante. “Vemos los primeros planos de ellas con poca ropa, no importa los resultados del deporte que practiquen, o de las asistentes a las gradas” explicó.
En esta jornada también se proyectó un documental realizado por jóvenes alumnas de
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Fotos: cedidas por
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Autonomías – Género y comunicación– 4 octubre, 07 (AmecoPress)
Documentos
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Montserrat Puig y Carmen Freixa | 07sep28adpcmontse02.jpg
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