‘Madres’ un documental para recordar el aniversario de golpe militar argentino
Los pañuelos blancos de las Madres de Plaza de Mayo son un símbolo universal de la lucha por los derechos humanos de unas mujeres que nunca han cesado en su demanda de recuperar la memoria de sus seres queridos y que Eduardo F. Walter, homenajea en este documental que ya ha sido premiado en varios festivales. El estreno de esta emotiva película y un debate sobre el 32 aniversario del golpe de estado militar en Argentina son los principales actos de Casa América Cataluña.
Es una persona luchadora y vital, pero no puede evitar emocionarse cada vez que vuelve a explicar su historia en público. Graciela Delao, superviviente de la dictadura militar, estuvo 18 meses detenida y desaparecida en la temible escuela Mecánica de
En esta mesa, en la que también participaban Montse Armengou y Raúl Castro, presidente de la plataforma contra
Juzgar y condenar a los culpables
Delao, al igual que otros supervivientes, se torturaba preguntándose porque precisamente ella había conseguido sobrevivir, mientras vio morir a tantos a su alrededor, hasta que comprendió, que: “los mismos que tuvieron el poder de matar también tenían el poder de salvarme. Todo estaba calculado. Necesitaban que algunos de nosotros hiciéramos de correa de transmisión del horror sufrido, como una muestra palpable de lo que podía pasar a cualquiera que se opusiera a su poder”. Pero, pese a su sufrimiento, muchos se rebelaron contra ese mandato y siguieron luchando por la justicia.
“No se trata tanto de mantener la memoria del genocidio para no volver a repetirlo, como a veces se defiende, simplemente es necesario poner límites democráticos al poder, para que ningún gobierno o grupo político pueda usar la represión a su antojo”. Según ella, no basta con denunciar los genocidios para que no vuelvan a ocurrir, “porque con conocimiento de causa hay países que de una forma u otra los siguen practicando, como pasa con la acción bélica de Estados Unidos en Irak”.
Montse Armengou, documentalista y autora de un documental: “Los niños perdidos del franquismo” comparaba las similitudes de las acciones de dictaduras como la española y la argentina, y la ocultación posterior de sus barbaries. “Se habla mucho de la memoria histórica, pero a la mayoría de los grupos políticos solo les interesa una parte, no reconocen el amplio abanico de acciones criminales, y nunca promoverían juicios por ellas”.
Para Armengou, también es necesario recordar la colaboración de unas dictaduras con otras. “Incluso en la incipiente etapa de la transición española se permitió que reconocidos militares argentinos implicados en la represión vivieran impunemente en España, e incluso tuvieran cargos de asesores de políticos y militares”. Armengou considera que la única memoria valida es la de los movimientos de base, la del pueblo, la de las víctimas, “porque los poderes la maquillan e incluso la blanquean para mantener su prestigio”.
Por su parte, Raúl Castro, presidente de
Por otra parte, la proyección de “Madres” emocionó a las personas que abarrotaban la sala de actos de Casa América. Es un documental que nos acerca a la verdadera historia de tantas y tantas mujeres que lucharon, y algunas perdieron la vida en ello, por encontrar a sus familiares, por denunciar la represión, por pedir ayuda ante tanta barbarie. Narrado de forma directa por mujeres ya octogenarias que, como un coro colectivo, dan testimonio del pasado ayudando a comprender el presente. Su historia es inseparable de la de sus hijos desaparecidos cuando se impulsó el terrorismo de estado con el fin de imponer un modelo económico de dependencia externa y concentración de capital que llevó al país a la enajenación de su patrimonio. Para que esto fuera posible, las fuerzas armadas eliminaron a los referentes de una generación que se oponían a tal plan.
“Todos los días desaparecían personas en Argentina; sin embargo, el dolor y la esperanza llevó a estas mujeres, a superar el miedo y a instalarse en una plaza que significa el centro del poder político y económico del país. Su vida se convirtió en búsqueda de sus hijos enfrentando desarmadas a un poder totalitario y brutal. Estas mujeres continúan peleando, recuperando las banderas de justicia social enarboladas por sus hijos y así preservando la identidad de los mismos reflejada en su grito cotidiano “30.000 detenidos desaparecidos, presentes, ahora y siempre”, explicaba Toni Traveria, director de Casa América, reproduciendo las palabras del propio documental.
La protesta surgió de la desesperación y la impotencia que sintieron los familiares más cercanos ante la falta de información, ante el muro infranqueable de las oficinas públicas, iglesias y zonas militares que les negaban las evidencias de lo ocurrido, con engaños y falsedades. Incluso les intentaban sonsacar información sobre las actividades y las personas con las que se relacionaban esos familiares reclamados, con la excusa de así serían más fácil encontrar a esos “desaparecidos”. El miedo se había instalado entre la gente, pero un grupo de madres desesperadas decidieron, a partir del mes de abril de 1977, citarse cada jueves en
Lamentablemente, algunas de ellas también fueron hechas “desaparecer”. Hay que recordar a Ana Ponce de Bianco, Esther Balestrino de Careaga, o Azucena Villaflor, que fue la primera convocante del grupo de Madres de Plaza de Mayo, y cuya imagen con el pañuelo blanco en la cabeza recorrió el mundo entero. “Madres” muestra como el sufrimiento individual se convirtió en un grito colectivo.
Fotos: cedidas por Casa América Cataluña
Pie de foto: (dcha a izqda) Toni Traveria, Graciela Delao, Rául Castro y Montse Armengou
------------------------------------
Internacional – Derechos humanos – 31 marzo, 08 (AmecoPress)