Documental “Dulce espera” de Laura Linares

Los días de Valeria

17 de marzo de 2011.

Por Cynthia Eisenberg

Cultura | Internacional | Cine | Buenos Aires | Mujeres creadoras



Refleja las causas pendientes que afectan la vida de los chicos y chicas de los sectores más humildes de Argentina


Buenos Aires, 17 mar. 11. Artemisa/AmecoPress.- ’Dulce Espera’, el documental de Laura Linares, cuenta la historia de Valeria Quiñelén y Lucas Jaime Torre, dos adolescentes de la zona pobre de Bariloche, y refleja a través de ellos las causas pendientes que afectan la vida de los chicos y chicas de los sectores más humildes de nuestro país.

Acostada boca arriba en una habitación humilde, Valeria fuma y lee una vez más la carta que Lucas, el papá del hijo que lleva en la panza le envió desde la cárcel. En la otra punta de la ciudad, Lucas desgrana en letra apretada la única ternura que los muros y las rejas del penal le dejan escurrir.

Laura Linares, directora de ’Dulce Espera’, conoció a Valeria Quiñelén y a Lucas Jaime Torre en Bariloche, cuando filmaba su primer documental ’Zapatillas Nuevas’. Fue entonces que descubrió la costumbre de muchas chicas de relacionarse con los presos de la alcaldía a través de cartas y decidió contar la historia.

Durante varios meses Linares y su equipo, conformado íntegramente por mujeres, acompañaron a los protagonistas y sus familias con el objetivo de narrar la historia de amor de los dos adolescentes.

En los márgenes de la ciudad de San Carlos de Bariloche, en una realidad muy lejana a las postales turísticas y los viajes de egresados, Valeria y Lucas, cómo tantos otros chicos de su comunidad, viven sin conocer los boliches famosos y las chocolaterías, tampoco reciben la nieve con alegría, porque no tienen ropa térmica ni calefacción para paliar el frío. Cultivan si, las únicas ilusiones que la pobreza les permite.

Linares registra parte de ellas en Dulce Espera: acompaña a Valeria mientra su panza y el sueño de una vida junto a Lucas van creciendo, retrata los secretos entre amigas, el anhelo de las cartas y los primeros besos; pero también se detiene en las peleas familiares, la indiferencia de las clases más pudientes, en la frialdad de las visitas íntimas en prisión, en el desamparo de crecer sin futuro.

Mientras avanza la narración, la directora desliza su mirada lúcida y crítica sobre una sociedad que muchas veces ignora y condena a sus chicos. La falta de oportunidades, la estigmatización desde los medios, el embarazo y la maternidad cómo único futuro posible, son cuestiones que desfilan en Dulce Espera e invitan a reflexionar cuando se enciende la luz, mucho más allá de los créditos.

Foto: Artemisa Noticias

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Internacional – Cultura – Cine – Mujeres creadoras. 17 mar. 11. AmecoPress.

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