“Lo que más atenta contra la igualdad es que las mujeres no tengan libertad”

Madrid, 28 sep (10). AmecoPress Esther escuchó un informe del Relator de la ONU que dejaba constancia de las numerosas prácticas religiosas que violan los derechos de las mujeres en países de Asia y África. Empezó a investigar y profundizar en la temática y se encontró con que muchas de aquellas agresiones se habían trasladado a Europa, con el flujo migratorio. Así empezó este trabajo por la defensa de las mujeres y, muy especialmente, de las mujeres inmigrantes. ¿Cómo impedir que una interpretación de las distintas religiones implique tradiciones que atentan contra los derechos de las mujeres?

Para Souto hay dos temas claves: por un lado, la libertad de creencias tiene su “límite” en el respeto a los derechos fundamentales, y por otro, “lo que más atenta contra la igualdad es que las mujeres no tengan libertad”.

Mediadoras culturales

Tal vez por ello, la propuesta fundamental de la especialista son lo que ella llama “mediadores culturales”: mujeres inmigrantes a quienes se forma y se informa de las opciones y recursos que existen en nuestro país para que sean ellas quienes fomenten el diálogo en sus comunidades.

“Insistimos en formar a personas de sus propias comunidades étnicas, que hablen su misma lengua y conozcan sus tradiciones. Ellas sí pueden convencerle de que han de abandonar algunas costumbres, que hieren a sus propios hijos e hijas, que les apartan de la comunidad que han elegido para vivir y que, aunque aquí no se encierra en mazmorras ni se tortura, esas prácticas sí son condenadas y perseguidas por las leyes de este país. Para que las cosas cambien, tenemos que implicar a las mujeres”, explica la profesora.

El programa “Mujer, inmigración y religión” será seguido por medio centenar de estudiantes de universidades de Rumanía, Lituania, Reino Unido, Italia y España. Analiza las distintas formas de violencia a las que son sometidas estas mujeres a través de ponencias de especialistas, debates y testimonios. Mañana terminará el primer encuentro, que comenzó el 19 de septiembre en la Facultad de Derecho de la UNED.

“En Europa nos encontramos con casos de mutilación genital femenina, que nunca se habían dado, o con prácticas ya olvidadas como los crímenes de honor o los matrimonio forzosos”, explica Esther Souto.

“En comunidades como Cataluña y Aragón se siguen protocolos ante el riesgo de mutilación genital femenina en niñas magrebíes. En Canarias, donde la población hindú es muy amplia, se sospecha de posibles casos de prostitución sagrada. En todos los sitios han de prevenirse los matrimonios forzados o los crímenes de honor”, indica la profesora.

En el seminario se analizan los tipos de violencia, psíquica y física. La mayoría de ellas y sus consecuencias están tipificadas como delito en nuestro Código Penal. “Pero eso no es suficiente: necesitamos protocolos de actuación e implicación de los distintos sectores sociales. Necesitamos prevenir la violencia y asegurar que las mujeres conocen sus derechos y reciben el apoyo necesario en estas situaciones”.

Políticas migratorias y derechos humanos

Las políticas migratorias que está manteniendo Europa, lejos de contribuir a la defensa y protección de los derechos, son un obstáculo para acabar con el miedo y sembrar confianza y entendimiento entre culturas.

“Las instituciones no consiguen encontrar soluciones, no hay un sistema que facilite la verdadera integración. Necesitamos una nueva perspectiva para el fenómeno migratorio. Hay mujeres que han pedido asilo político porque querían practicarles la mutilación genital y se les denegó, por un procedimiento. Eso es incomprensible”, asegura Souto.

Fotos AmecoPress. Pie de foto: Esther Souto, en una de las jornadas del curso

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Internacional – Unión Europea – Derechos Humanos – Mujeres inmigrantes – Violencia de género – Violencia sexual; 28 septiembre (10), AmecoPress