Las organizaciones de mujeres rurales celebran el Día Internacional contra la Violencia Machista
En el Día Internacional contra la violencia machista, las distintas organizaciones de mujeres rurales reclaman la puesta en marcha de planes específicos de sensibilización, atención y protección a las mujeres rurales víctimas de violencia de género, y adaptar las herramientas existentes a la realidad del medio rural.
La Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) participa activamente desde el pasado mes de octubre en una campaña lanzada a nivel internacional por la Vía Campesina con motivo de la V Conferencia de la organización en Mozambique, que bajo el lema “Por la reforma agraria y la soberanía alimentaria. No más violencia contra las mujeres”, pretende acabar con esta lacra, que en el medio rural muestra sus efectos más perversos.
Por su parte, La Asociación de Familias y Mujeres del Medio Rural (Afammer) ha difundido un manifiesto por el fin de la violencia de género en el que afirma que “alcanzar una sociedad civilizada donde la violencia no tenga cabida es responsabilidad de todos,” y está desarrollando una campaña de difusión en las calles de varios pueblos y ciudades de España.
La Federación de Asociaciones de Mujeres Rurales (Fademur), vinculada a la organización agraria UPA, manifiesta “la necesidad de contribuir a concienciar a los organismos públicos y privados sobre la gravedad del fenómeno de la violencia machista en el mundo rural, donde la realidad de los malos tratos está más oculta y las mujeres tienen una menor percepción de que son víctimas, y por tanto, se producen menos denuncias”.
Según Carmen Quintanilla Barba, Diputada Nacional del PP por Ciudad Real yPresidenta de Afammer, “hace ya más de tres años que se aprobó en España la Ley de Medidas Integrales contra la Violencia de Género pero el número de fallecidas por esta causa no se ha reducido y la violencia machista sigue ocupando casi a diario la sección de sucesos de los medios de comunicación porque los medios judiciales, policiales y de atención a las víctimas siguen siendo insuficientes.”
En una entrevista mantenida con AmeccoPress, Carmen Quintanilla afirma que “las mujeres rurales sufrimos una mayor incidencia encubierta de los malos tratos. Continuamos reivindicando que se elabore, en colaboración con las corporaciones locales, de un estudio que analice la incidencia real de los malos tratos sobre la mujer rural.”
“La aplicación de la Ley de Protección Integral contra la Violencia de Género no se ha hecho efectiva en el medio rural pues no existen los mismos servicios en cuanto a casas de acogida, servicios de proximidad y protección con agentes de la seguridad y además, no se está valorando esta variable de la dispersión de la población en las zonas rurales”, explica Belén Verdugo, responsable del Área de la Mujer de COAG, quién añade que “es necesaria la coordinación entre instituciones de carácter local y las administraciones autonómicas y estatales para llegar hasta las víctimas y es imprescindible contar con personas cualificadas en atención de casos de violencia para guiar y asesorar en las primeras fases así como para guiar en los procedimientos pertinentes.”
Fademur recuerda que “el proceso de cambio de mentalidades y roles para alcanzar la igualdad efectiva entre mujeres y hombres es todavía insuficiente y mucho más en el ámbito rural, a pesar de que existe un movimiento cada vez mayor de personas que alzan su voz y exigen que el fin de la violencia contra las mujeres sea una prioridad máxima". Por eso creen “fundamental sensibilizar a la población de las zonas rurales para denunciar, ayudar y apoyar a las mujeres víctimas de violencia con planes específicos de atención."
Enfoque global y educación
Desde las distintas organizaciones se insiste en la necesidad de dar un enfoque global a la violencia machista y de incluir a toda la sociedad (mujeres y hombres, instituciones, asociaciones, familias e individuos) como motor de su erradicación. Así mismo consideran que la educación es un pilar fundamental desde el que transformar la situación actual y la mentalidad que le da origen.
“Para acabar con la violencia necesitaremos educación y una nueva conciencia. La cultura patriarcal se sostiene en los pilares de la violencia basada en la dependencia económica de las mujeres, la violencia resultante de que las mujeres no puedan decidir sobre sus propios cuerpos, la violencia basada en la exclusión de las mujeres de la vida política, y la violencia física y psicológica que se emplea contra las mujeres cuando no se consiguen dominarlas por otros medios”, declaró Verdugo a AmecoPress. Cabe enfatizar en el hecho de que el comunicado sobre el Día contra la Violencia Machista ha sido emitido por la organización al completo, no simplemente por el área de mujer.
Desde Afammer afirman que “somos conscientes de que las mujeres jugamos un importante papel en la educación en igualdad de las generaciones futuras, pero no somos las únicas por lo que reivindicamos el compromiso de toda la sociedad en aras a este objetivo y una mayor implicación por parte de las Administraciones con competencia en materia de educación para potenciar la educación en igualdad en nuestros colegios.”
A la vez que reconocen “los grandes avances registrados en los últimos años desde el punto de vista legislativo para erradicar la violencia de género,” las mujeres de Fademur advierten que “ahora es necesaria “la concienciación e implicación de toda la sociedad para acabar con esta lacra y aislar a los maltratadotes."
Propuestas
Como hiciera en la celebración del Día internacional de las Mujeres rurales, Afammer ha centrado sus propuestas en la reivindicación de “una mayor potenciación del acceso de las mujeres rurales al empleo de manera que puedan gozar de la independencia económica que permitiría a muchas de ellas salir del círculo de la violencia.” Carmen Quintanilla afirma que “necesitamos que se asigne un mayor protagonismo a las ONG, como instrumentos eficaces y necesarios para combatir esta lacra social y que se regulen específicamente otros tipos de violencia contra las mujeres.”
COAG ha indicado que “actuaciones como la llevada a cabo desde la Comisión Europea, al retirar el 10 por ciento de incentivos a la incorporación de mujeres jóvenes a la actividad agraria, suponen una manifestación de discriminación que sigue dejando a este colectivo en la dependencia económica de sus parejas. Mujeres y hombres de COAG consideramos que una Política Agraria más Social, un mercado con precios justos y la soberanía alimentaria permitirán a campesinas y mujeres del medio rural tener independencia económica, uno de los primeros peldaños a subir para acabar con el maltrato.”
Estado Español-Violencia de Género; 25 noviembre (08)