La perspectiva de género casi inexistente en el Salón del Cómic
En la actual edición del Salón del Cómic que comienza hoy en Barcelona estarán dibujantes como la feminista americana Melinda Gebbie y la ilustradora francesa, Catel Muller, escogidas como la única representación femenina internacional entre un plantel de 23 invitados, entre los que se encuentran artistas de la talla de Milo Manara, Moebius o Quino, el padre de Mafalda.
La 26 edición de este salón, tendrá lugar en feria de Muestras de Montjuïc, desde hoy hasta el domingo 20. Entre actividades variadas, contará con Quino para una mesa redonda, el mismo domingo por la tarde, y la polémica Melinda Gebbie, que formará parte de la mesa redonda esta tarde (18,30 horas) sobre “la cultura del cómic y el erotismo”, junto a la dibujante Laura P. Vernetti, y al dibujante de Penhouse, Diego Ferré.
Melinda Gebbie presentará en esta feria su último libro,’ Lost girls’, realizado junto a su marido, el famoso guionista Alan Moore. Ella es una reconocida autora que mezcla la política, el feminismo y la autobiografía, y que con los mismos años de dedicación que el famoso Milo Manara, ha sufrido una censura mucho más implacable que la de él. Empezó trabajando con Michael Golden, y en 1986 firmó su primer libro de historietas de estilo realista sobre la guerra de Vietnam. “The Nam”. El último trabajo con Moore – reservado nada más para adultos- les ha costado quince años de trabajo, y ahora están grandes problemas para editar. La obra ha sido prohibida en Inglaterra y ha generado una gran controversia en los Estados Unidos y en Francia. Ahora llega a nuestro país, de la mano de Norma editorial.
Carles Santamaría, el director del Salón Internacional del Cómic de Barcelona, ha definido está edición, una "muestra la exuberante diversidad del medio", tanto por los autores invitados, como por las novedades que se presentan, las exposiciones y las mesas redondas, en las que los dibujantes dialogan con su propio público”. Santamaría también ha valorado la copiosa y variada oferta del salón, y la relación que se ha conseguido con el mundo de la literatura, el cine, y la política, subrayando la presencia del actor mito del terror: Paul Naschy, o de la muestra sobre la censura de la prensa satírica de los últimos 100 años, titulada: “Viñetas censuradas”.
Cada vez más mujeres y más interés en sus obras
Las profesionales consagradas se relacionaran y firmarán sus obras junto a jóvenes promesas como Clara Tanis o Lola Lorente, que fueron descubiertas en los dos últimos años y aupadas por la industria editorial. Sin embargo, la presencia y actividad tanto de ellas, como de las invitadas especiales, queda bastante invisibilizada en la publicidad y en las notas de prensa del salón. Según Tomás Pardo, para la organización del salón nunca se tiene en cuenta el género sino la calidad. Según él, “se intenta promocionar a las dibujantes, pero el salón no tiene la culpa de que sean muy pocas, y de que la mayoría de los consumidores de cómics sean hombres”.
Pardo admite que se promociona lo que más vende, sobre todo las obras de los autores más populares, y si ahora toca los “superhéroes”, pues a eso lo que se dedicarán algunos de los talleres abiertos a los asistentes. En la mayoría de los stands, como en cada edición, dominarán las publicaciones violentas y pseudos-pornográficas. Por lo que respecta a la sala de videojuegos, abierta al público, que ha realizado Microsoft, presentando sus últimas novedades, Pardo reconoce que no ha habido ningún control sobre los contenidos que se presentan.
“Evidentemente –comenta- la empresa organizadora ya se preocupa de que sus novedades estén dentro de la ley, pero ya sabemos que los videojuegos son violentos y machistas. La verdad es que hubiéramos preferido que otra importante marca que está sacando muchos videojuegos para mujeres se hubiera ocupado de este espacio, pero no ha podido ser así”.
De una forma u otra, la falta de perspectiva de género del Salón, sí que preocupa a algunas autoras consagradas. “Las editoriales se están dando cuenta de que están creciendo enormemente el número de lectoras – aclara la dibujante Laura- y por eso cada vez publican más obras realizadas por nosotras, o con cierta sensibilidad más cercana al punto de vista femenino, con un protagonismo más digno y un liderazgo más presente de la las mujeres. No se puede seguir fomentando la ultra- violencia y el papel secundario y objeto de las mujeres, germen de la formación de los más jóvenes, con la excusa de que el público consumidor es masculino”.
Laura Pérez Vernetti, Laura (Barcelona, 1958), comenzó a publicar historietas en el 1981 con guiones propios o ajenos. Durante muchos años colaboró con revistas como El Víbora, Medios Revueltos, El Ojo Clínico, Glamour, Amok, Lápiz japonés, Eros o Pox. Ha publicado varios libros y sus ilustraciones y cómics se han expuesto en salas de arte y museos, como Museo de Arte Contemporáneo y en el Círculo de Bellas Artes de Madrid, o en el Musée de la Bande Dessinée d’Angôuleme. Entre sus trabajos destacan “Las habitaciones desmanteladas”, “Amores locos” o las adaptaciones de fragmentos de “Las mil y una noches”.
Es una de las pocas dibujantes, diseñadora e ilustradora que se ha dedicado al erotismo: “Ha sido dificilísimo, un camino profesional muy duro -comenta- porque aunque mi obra gustaba a los editores, comentaban que no se excitaban con ella. Nos acusan de que somos mojigatas y nada sinceras en el sexo. Según ellos, decimos que nos interesa el erotismo para evitar el sexo más explicito”
Por su parte la otra participante extranjera: Catel Muller (Strabourg, Francia 1964) es ilustradora de obras infantiles y colabora en varias revistas. Su trabajo en el cómic fue descubierto en Angoulême donde recibió el Premio del Público en 2004 por ‘Le Sang des valentines’ con Christian de Metter. En la editorial Nocturne, Catel publicó un álbum-CD dedicado a la cantante Edith Piaf. Con ‘Kiki de Montparnasse’ (Ediciones Sin sentido), presenta una biografía en forma de novela gráfica de la musa olvidada del mitificado barrio parisino, que posó para los mejores pintores de los años 1920, y que se relacionó con los artistas más relevantes de aquella época.
En el marco de esta edición se celebrará una jornada dirigida al profesorado de diferentes niveles educativos donde se expondrán las virtudes que tiene el cómic como herramienta pedagógica. Los tres talleres abiertos ya tienen completa su inscripción. Rosa Aparici es la responsable del taller: “Los recursos narrativos del cómic”, y reconoce, que aunque a ella le interesa enormemente la perspectiva de género, en los talleres sólo se pretende enseñar a dominar la técnica, no a analizar los contenidos ni las tendencias del Cómic.
Fotos: Cedidas por La Feria del cómic de Barcelona
Autonomías, Cultura y arte; 17 abril (08) AmecoPress