La nueva ley del aborto baraja un plazo de 14 semanas
Las informaciones que aparecen sobre la futura ley de aborto en diversos medios de comunicación españoles apuntan a una ley que combine plazos y supuestos, y que permita la interrupción libre del embarazo en las primeras 14 o 16 semanas de gestación. Un modelo que no satisface a todos.
A partir de esas semanas, la propuesta es que la interrupción del embarazo se pueda realizar en caso de malformación o enfermedad del feto (lo que a menudo no se puede comprobar hasta las 22 semanas), o en caso de grave riesgo para la salud de la madre.
“Viniendo de la ley que venimos, el reto sería conseguir una ley como la holandesa”, ha manifestado Santiago Barambio, presidente de ACAI, en declaraciones a AmecoPress, “una ley que permita a la madre decidir con libertad en las primeras 24 semanas”. Según Barambio, fijar el plazo en 16 semanas provocará que algunas mujeres españolas tengan que salir fuera del país a abortar, “como hacen 5.000 mujeres francesas al año, 2.000 belgas y unas 1.000 italianas” en sus respectivos países. La nueva ley que se perfila es, para la asociación, inadecuada. “O se hace una ley como la anterior pero mejor escrita, o las españolas también tendrán que salir a abortar al extranjero”.
Según el Ministerio de Sanidad, en 2007 el 88 por ciento de los abortos se realizaron dentro de las primeras 12 semanas, aunque la ley vigente entonces y ahora no cuenta con plazos en los que dicha interrupción sea de libre decisión.
Altamira Gonzalo, presidenta de la Asociación de Mujeres Juristas Themis, se muestra más satisfecha cuando oye hablar de 16 semanas, “12 o 14 semanas, que es lo último que había oído a la ministra (de Igualdad), era muy poco tiempo. El plazo no puede ser inferior a 14 semanas en ningún caso, y ha de estar acompañado de un sistema de indicaciones que suprima los plazos para los casos de riesgo de malformaciones y de grave riesgo para la salud de la madre”.
Para Gonzalo, está claro que lo que ha fracasado en el seno de nuestra sociedad es la educación en sexualidad y reproducción, lo que se refleja en un mal uso de anticonceptivos o en no usarlos. Es la prueba de que hace falta insistir en la prevención, porque “en la educación sexual y reproductiva está la base para evitar el embarazo no deseado”, ha manifestado.
Otra de las propuestas de los expertos fue la de regular que no sea necesaria la mayoría de edad para que una joven puede decidir libremente sobre la interrupción de un embarazo. Además se cuestionó la objeción de conciencia, para lo que la propuesta más compartida consiste en no regularlo, pero obligar a que los hospitales no puedan objetar en bloque, si no que siempre se garantice la intervención a la paciente.
Fotos: AmecoPress
Pie de foto: 1) Santiago Barambio; 2) Altamira Gonzalo
Estado Español-Aborto; 13 enero (09) AmecoPress