La mayoría de las y los jóvenes confiesan que no usan siempre el preservativo

El 36% de las mujeres que abortan en España no usan métodos anticonceptivos en sus relaciones sexuales, según el ‘Estudio sobre Hábitos Anticonceptivos y Aborto’ (HAYA) realizado por el equipo Daphne. Con el objetivo de conocer las costumbres sexuales de las personas que deciden interrumpir su embarazo, han entrevistado a 2.475 mujeres, el 42% extranjeras y el 58% españolas, que pensaban abortar en alguna de las clínicas autorizadas en España.

El informe indica que el perfil de las que optan por abortar es el de una mujer soltera, de entre 20 y 30 años de edad, con estudios medios y que trabaja fuera de casa. Asimismo, la mayoría de las personas que interrumpen su embarazo y sí ponen medios para no tener hijos utilizan mal los anticonceptivos, según este estudio.

La ginecóloga Isabel Serrano, miembro del Equipo Daphne y presidenta de la Federación de Planificación Familiar de España (FPFE), considera que las relaciones sexuales de la gente joven son “más ’precipitadas’ y no siempre se acompañan de la reflexión sobre cómo pasarlo bien sin correr riesgos innecesarios”. Por otro lado, subraya que la presión social provoca que sean “relaciones muy centradas en el coito”.

Según todas las encuestas, el método más usado en esta etapa de la vida es el preservativo, seguido de la píldora anticonceptiva, añade Serrano, que entiende que este hecho constituye parte del problema. “Todos dicen que usan el preservativo pero esa es una verdad solo parcial: la mayoría de los jóvenes confiesan que no lo usan en todos los contactos sexuales. En estas condiciones, se producen muchos embarazos no deseados debido al mal uso o al uso inconsistente del preservativo”, declara.

En concreto, el 64% de las entrevistadas en el estudio HAYA dijeron usar métodos anticonceptivos en sus relaciones sexuales, más de la mitad afirmaron utilizar el preservativo (casi el 40%) y la píldora (en torno al 11%), si bien, en ambos casos, dos de cada tres reconocen emplearlos mal algunas veces o no servirse de ellos en todas sus relaciones.

La presidenta de la FPFE apuesta por usar “el llamado doble método, es decir: preservativo más píldora (también sería efectivo usar anillo o parche)”. La ginecóloga explica que es un modo de asegurar una doble protección frente al embarazo, “que preocupa más a las chicas” y las infecciones de transmisión sexual “que preocupa algo más a los chicos”, que aumenta la responsabilidad entre la juventud.

Píldora del día después

En cuanto al número de mujeres que toman la píldora del día después, Isabel Serrano, asegura que “no son tantas como se cree”. El estudio HAYA indica que el 16 % la había utilizado alguna vez. De ese “pequeño porcentaje”, solo un 15 % la habían utilizado alrededor del momento en que podría haberse producido este embarazo no deseado. Incluso una parte de éstas decían que no la habían utilizado correctamente.

Con estos datos, Serrano concluye que “sólo una pequeña parte de las mujeres que abortan han tenido oportunidad de recurrir a la píldora del día después, que hubiera contribuido a evitar el aborto”. A su juicio, esto ocurre, en parte, por no haber tenido la percepción de riesgo, es decir, por no haberse percatado del momento del fallo y, por otra parte, por no conocer las ventajas de la anticoncepción de urgencia o no saber donde acudir para conseguirla.

Esto último, que les sucede más a las mujeres inmigrantes, "es muy lamentable ya que en nuestro país está perfectamente autorizado su uso, bajo prescripción médica, desde hace varios años", apunta la ginecóloga.

Isabel Serrano reconoce que no es fácil concretar cuál es el método anticonceptivo más apropiado, porque depende de la edad, el estado de salud y otras circunstancias, como el tipo de prácticas sexuales que se mantengan o si se buscan otros beneficios para la salud además de los directamente anticonceptivos, pero sobre todo, “depende de la libre decisión de la mujer, una vez recibida la información correcta”.

El preservativo y los anticonceptivos hormonales, especialmente la píldora, son los más elegidos por la población. “Pese a las campañas institucionales, el uso del preservativo ha tocado techo”, observa la presidenta de la FPFE, y sugiere “tomar medidas complementarias para incentivar el correcto uso de todos los métodos, intentando que los anticonceptivos hormonales ocupen un mayor espacio para, como ha sucedido en otros países, lograr reducir las tasas de aborto”.

Ley del Aborto

En relación al debate abierto en España en torno a la nueva ley del aborto, Isabel Serrano destaca que “avanzar supone solventar los problemas vividos durante los últimos años y conseguir que el aborto sea una atención sanitaria normalizada en nuestro sistema de salud”.

Asimismo, opina que “cada vez se admite más que las mujeres son las únicas que pueden decidir sobre su embarazo y que es profundamente injusto someterlas a presiones o a la posibilidad de terminar en la cárcel”. En concreto, sobre la posibilidad de aprobar una “ley de plazos”, sostiene que si está “bien implantada es la que mejor respeta el derecho de las mujeres y la que mejor protege a los profesionales que atienden estos casos”.

“El poner un límite diferente al que define el propio aborto (en torno a las 22 semanas) es una arbitrariedad pero parece que la aritmética parlamentaria no va a permitir llegar a un plazo superior a esas 14-16 semanas”, declara Serrano.

Desde la FPFE confían en que habrá consenso para hacer “una buena ley, lo más amplia posible,” que tendrá que ir acompañada de otras medidas, como una Estrategia de Salud Sexual y Reproductiva y la realización de los abortos en los hospitales públicos de todas las Comunidades.

Sociedad-Las jóvenes- Salud reproductiva; 30 enero (09) AmecoPress