“La guerra más larga de la Historia”: un reflejo de discriminaciones de género a lo largo de milenios
Madrid, 30 ene. 19. AmecoPress.- La violencia contra las mujeres y el intento de control del cuerpo de estas por parte de los hombres centran el libro ‘La guerra más larga de la Historia: 4.000 años de violencia contra las mujeres’ que, a medio camino entre el reportaje periodístico y el ensayo, recoge diferentes formas documentadas desde hace cuatro milenios que han servido para discriminar y colocar en una posición de inferioridad al género femenino. “Todas las formas de violencia contra las mujeres están vinculadas directamente al sistema patriarcal en que se organizan y se han organizado siempre todas las sociedades”, resume el dossier de presentación de esta obra, escrita por las periodistas Lola Venegas e Isabel Martínez Reverte y la letrada y artista Margó Venegas.
Este trabajo literario recoge diferentes formas que las autoras consideran que han servido para minusvalorar a las mujeres en diferentes momentos de la Historia: “Crímenes de honor, abortos clandestinos, manadas, matrimonios infantiles, castigos a insumisas, prostitución y trata, ablación femenina…”. El libro, sin embargo, también recoge otras maneras “menos evidentes” de ejercer violencia contra el género femenino, especialmente basadas en el sistema patriarcal que impregna las sociedades: “Sentencias judiciales, exclusión de las mujeres en la Historia, vejaciones en la publicidad y la pornografía, brecha salarial o la sumisión santificada por costumbres y religiones”.
En esta línea, las autoras inciden en reflejar formas de ejercer violencia contra las mujeres que pueden escapar a la evidencia y a casos concretos. Así, se recogen en el libro “crónicas con violencias menos detectables”, como la “violencia cultural” que provoca estereotipos de género y de la que se culpa a la religión, la educación, el lenguaje, la publicidad, el arte, las tradiciones y las leyes, entre otros pilares sociales. Todas estas herramientas, apuntan las autoras, están al servicio del hito de aprobar y normalizar la desigualdad y la desvalorización simbólica de las mujeres.
“Convertir a la mujer en un ser débil”
Desde la perspectiva de esta obra, las formas de violencia contra la mujer, por tanto, están basadas en una dominación sistémica que “exige, primero, convertir a la mujer en un ser débil, inferior, necesitado de control”, sometiendo a las mujeres mediante el uso de la violencia física o emocional, intentando buscar el consentimiento en forma de sumisión.
Religiones, sentencias judiciales, abortos ilegales, ablaciones y otras actuaciones, como el planchado de pechos en Camerún, amparadas en falsas tradiciones culturales, o la “customización” de la mujer, prácticas consistentes en deformar partes del cuerpo de la mujer para adaptarlos a unos supuestos ideales de belleza, se encuentran entre la ejemplificación que las autoras hacen de las formas violentas de discriminar al género femenino. En este saco también entran los libros de texto y los cuentos clásicos, que muchas veces presentan modelos de mujer que generan la idea de que esta es inferior al hombre socialmente hablando. Todas estas prácticas, y muchas otras, son las que hacen que este hecho se considere “la guerra más larga de la Historia”, aún inacabada.
Foto: Archivo AmecoPress.
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Pie de foto: Pancarta en favor del derecho al aborto.
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Comunicados – Cultura – Sociedad – Situación social de las mujeres - Violencia sexual - Libros - Historia. 30 ene. 19. AmecoPress.