“La cuba futura”: Un interrogante todavía difícil de responder
La escritora cubana que actualmente vive en París, opina que realmente en su país natal no ha cambiado nada. Simplemente se ha maquillado el régimen castrista, y se ha iniciado una etapa de lenguaje raulista, que simula una apertura que no es real, para atraer a los inversores extranjeros.
Zoé Valdés (
Para Valdés la realidad que se vive en Cuba desde hace más de dos años no ha variado, y eso que el hermano de Castro ya tenía poder para hacer cosas. “No ha habido cambios estructurales en Cuba, sólo una incitación a un consumo imposible" y "desde luego –según ella- los cubanos no deberíamos hacernos ilusiones con Raúl Castro, uno de los militares más represores de Cuba".
La apertura hacia la población de la venta de electrodomésticos, teléfonos móviles y ollas a presión, según ella son medidas que le "provocan risa", ya que todo eso estaba ya en el mercado negro y en las casas de los más pudientes. Por lo que respecta a la autorización a los naturales de Cuba para que accedan a los hoteles a ella le parece "una broma de mal gusto, ya que se les aplican tarifas máximas".
“Nuestro pueblo sigue sobreviviendo en la mas absoluta pobreza –asegura- y las medidas ’raulistas’ "no van a cambiar las cosas, al contrario han agudizado el malestar de los que menos tienen, sobre todo, de las personas mayores, y de la mayoría de las personas negras, que van a seguir siendo ciudadanos de segunda, como lo eran con el castrismo puro y duro. Sólo los funcionarios, y privilegiados de la mayoría blanca, la elite, pueda acceder al nuevo consumismo".
Se reconoce como una voz enfrentada con el régimen cubano desde hace unos quince años. No le han permitido volver a la isla y la han acusado de estar “pagada por
Conocer lo que hay detrás de una fachada
La escritora está viajando por Europa para promocionar su último libro que estará en las librerías en los próximos días: "
Conocer la evolución de Castro es interesante, pero también hay que reconocer que ella misma es producto de una curiosa evolución. Hace unos 25 años, y recién casada con un miembro del partido comunista cubano y miembro de la embajada cubana en París, en donde ella también trabajaba en uno de los departamentos, aunque se consideraba una rebelde, ante todo era una habanera defensora a rabiar de Fidel Castro. Después se separó, volvió a Cuba, empezó a escribir y comenzó a trabajar como guionista de cine y como subdirectora de
Siguiendo con la conferencia Valdés explicaba que "Fidel Castro deja un gobierno en bancarrota, plagado de errores en política nacional, social y económica" y "no ha previsto ninguna salida digna, nada, cero": Sobre el interrogante de futuro sobre su país, Valdés manifestó la revolución cubana se ha instalado en una mentira y que no puede haber "un cambio transparente que respete los Derechos Humanos" en Cuba, sin "un diálogo a calzón quitado con Estados Unidos y Europa en el que Raúl Castro ceda el poder y se convoquen elecciones democráticas, al estilo europeo. Tal como ha pasado en los países del Este. Y no creo que Castro esté preparado para ese tipo de alternativas".
Valdés es una autora prolífica y exitosa que ha sabido sacar todo el jugo a sus vivencias de su Habana natal. Ha publicado ‘Respuestas para vivir’ (poesía, Letras Cubanas, 1986), ‘Todo para una sombra’ (poesía, Editorial Taifa, Barcelona, 1986), ‘Sangre azul’ (novela, Letras Cubanas y Actes-Sud, 1993), ‘La nada cotidiana’ (novela, Emecé, 1995), traducida al francés, alemán, inglés, finlandés, italiano, griego, neerlandés, portugués de Portugal y de Brasil, turco y yugoslavo, ‘La hija del embajador’ (novela, Bitzoc, 1995, y Emecé, 1996), ‘Ira de ángeles’ (Lumen, 1996), ‘Te di la vida entera’ (finalista del Premio Planeta 1996), ‘Vagón para fumadores’ (poesía, Lumen, 1996), ‘Café nostalgia’ (novela, Planeta, 1997), ‘Traficantes de belleza’ (cuentos, Planeta, 1998), ‘Cuerdas para el lince’ (poesía, Lumen, 1999), ‘Los aretes de la luna’ (relato infantil, Everest, 1999).
Valdés, que salió de Cuba a los 35 años, volviendo a recordar su etapa rebelde juvenil, contaba que cuando era más joven tuvo un primer encuentro con Fidel Castro en un Festival de Cine al que ella acudió con atuendo "punk" y éste le preguntó de qué país era. Su respuesta fue: "No soy nadie, soy cubana". Según ella, ser habanera es una actitud ante la vida. Empezó escribiendo poesía. Sigue siendo poeta. Estudió en el Pedagógico Superior hasta que
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Fotos: cedidas por Tribuna Barcelona
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Cultura – Libros – 15 abril, 08 (AmecoPress)