La CIMTM alerta del uso de las redes sociales como nueva forma de maltrato hacia las mujeres

21 de junio de 2018.

Por Laura Campillo Sánchez

Sociedad | Madrid | Las jóvenes | Nuevas tecnologías | Violencia de género | Maltratos | Redes sociales



La Comisión ha celebrado una jornada para explicar cómo se utilizan las nuevas tecnologías para ejercer violencia de género


Madrid, 21 jun. 18. AmecoPress.- La Comisión para la Investigación de Malos Tratos a Mujeres ha organizado este jueves la jornada “Violencia de género, redes y ciberacoso”, con el objetivo de informar sobre cómo las nuevas tecnologías se han convertido en una herramienta para ejercer violencia contra mujeres y niñas, y concienciar a su vez del peligro que puede suponer una mala utilización de las mismas.

Su presidenta, Susana Martínez Novo ha reconocido que la Comisión atiende diariamente a mujeres que no son conscientes del riesgo al que se pueden enfrentar con la exposición de ciertos datos de su vida privada en redes sociales, algo especialmente alarmante en la población más joven, más acostumbrada a la utilización de estos medios.

El acto ha contado con la presencia de diferentes profesionales para ilustrar cómo se tratan los delitos de ciberacoso en cada uno de los campos en los que interfiere. Así, las mesas redondas han pasado desde el tratamiento de las víctimas por las fuerzas y cuerpos de seguridad y la respuesta legal en los juzgados a la intervención psicológica con las afectadas, el asesoramiento jurídico y la investigación en ciberseguridad. Además, la experta de Portugal en el Observatorio de Violencia de Género del Lobby Europeo de Mujeres, Isabel Ventura, también ha comentado los retos pendientes a nivel internacional en esta materia.

¿Cómo se acosa por Internet?

Dos adolescentes se conocen por Internet y comienzan a charlar por redes sociales. Poco a poco van entablando confianza, pero un día su relación termina de golpe. La razón es que el ciberacosador ya ha conseguido su objetivo: conoce todos los pasos de la joven, dónde vive, cuál es su círculo de amistades y, además, ha accedido mediante programas espía a todos sus dispositivos electrónicos. Puede ver todas las conversaciones que la chica mantiene a lo largo de la jornada, y va a convertir su vida en un “juego” con el que divertirse a costa de su sufrimiento. Aunque parezca el argumento de una película, esta historia es un caso real expuesto en la jornada “Violencia de género, redes y ciberacoso”.

En aquella ocasión, la víctima no llegó a conocer nunca en persona a su acosador, ni a mantener ningún tipo de relación íntima con él, pero generalmente este tipo de situaciones ocurren en los entornos más cercanos, con parejas o exparejas que utilizan el chantaje y la humillación públicas para ejercer violencia de género sobre las mujeres y las niñas. “Se trata de un tipo de agresión tanto más sofisticada cuanto más anónima es, ya que es muy difícil de identificar por el anonimato de las redes sociales”, explicó Susana Martínez en la presentación del acto.

La Secretaria de Estado de Igualdad, Soledad Murillo, insistió en la importancia de educar antes de que se cometan los delitos cibernéticos, y de hacerlo en el mundo analógico. “¿Si no lo tratamos en las aulas como vamos a hacerlo en las redes sociales, que es más privativo de ellos y de ellas?”. Murillo criticó que no existan problemas para ofrecer un curso sobre reciclaje en los colegios pero sí para dar una formación sobre acoso sexual. “Es absolutamente inaudito que tengan que pedirse permisos a los padres y madres”.

También se cuestionaba cómo transmitir la confianza suficiente a las jóvenes para que entiendan que no es necesario que envíen fotografías de su cuerpo a sus parejas, una práctica cada vez más extendida en la adolescencia, porque no es su tarea agradar a nadie. “Y si lo hacen y terminan sufriendo acoso por ello, ¿cómo podemos convencerlas de que no son culpables de lo que las sucede?”.

Y es que esta es una de las principales formas de ciberacoso, el envío de imágenes sexualizando a la víctima sin su consentimiento, pero no es la única. Controlar con aplicaciones de geolocalización dónde está la persona en cada momento, utilizar el chantaje para conseguir las contraseñas de redes sociales o del propio teléfono móvil, y revisar los mensajes que intercambia la pareja con otras personas son otras de las formas más frecuentes de ejercer violencia a través de las nuevas tecnologías.

La Delegada de Gobierno para la Violencia de Género, Rebeca Palomo, quiso recordar que el Pacto de Estado contempla medidas especiales centradas en el ciberacoso. “Pide que se publique en la web del Observatorio de la Imagen de las Mujeres las sanciones que se impongan por la difusión de contenidos sexistas o discriminatorios. Que se investigue los delitos de internet y que no se consideren las calumnias, cuando se refieran a violencia de género, como delitos leves”.

Las mesas de debate

Isabel Ventura, del Lobby Europeo de Mujeres, aseguró que se está estudiando la creación de un marco legal común en la Unión Europea para tratar la ciberviolencia, y defendió la adopción de una perspectiva de género transversal en todas las políticas que tienen que ver con estos delitos.

En representación de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, Luisa Velasco, ex inspectora de policía, comentó que los principales escollos a los que se enfrenta una denuncia por ciberacoso es la dificultad en la identificación del agresor, ya que el anonimato de las redes brinda al agresor un escudo tras el que esconderse. Aun así, Velasco celebra la inclusión de algunas conductas en el código penal, tales como el ciberbullying, la sextorsión (chantaje con imágenes sexuales), el grooming (acoso de un adulto a una persona menor de edad) o el sexting (la difusión de fotografías de contenido erótico sin el consentimiento de la víctima).

La jueza María Gavilán comentó cuáles son los protocolos que sigue en la instrucción de casos de ciberacoso, y el asesor jurídico de la Asociación No al Acoso Igor Cieker relató algunas de las limitaciones que encuentra la abogacía en el marco legal de estos delitos.

La jornada también contó con la presencia del responsable del servicio Digital Forense de Prosegur Ciberseguridad, Lórien Doménech, que explicó cómo es el trabajo de investigación y rastreo a los acosadores.

El acto finalizó con la exposición de la Coordinadora del área psicológica de la Comisión para la Investigación de Malos Tratos, Natividad Hernández, que recordó la importancia de apoyar a las víctimas haciendo que ellas mismas se den cuenta de la situación que atraviesan, “con razonamientos y nunca desde la imposición”.

Foto: AmecoPress
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Sociedad – Las jóvenes – Redes sociales – Nuevas tecnologías – Violencia de género – Maltratos; 21 junio. 18. AmecoPress

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