Isadora critica el acoso informativo de algunos medios de comunicación

28 de enero de 2008.

Por Teresa G. Espejo

Madrid | Estado Español | Aborto





Ante las noticias publicadas en algunos medios de comunicación en los últimos días acusando a la Clínica Isadora, de Madrid, de realizar un mal tratamiento de residuos, algunos con titulares como “Entierro de fetos con nocturnidad” (ABC- 25 enero 2008), este centro autorizado para la interrupción voluntaria del embarazo (IVE) ha vuelto a denunciar que “tramas y grupos incontrolados están utilizando medios ilícitos para crear situaciones irreales, con el objeto de involucrar en supuestos delitos a las clínicas”.

Frente a la campaña abierta contra el derecho al aborto de las mujeres por parte de la ultra derecha y la persecución que están padeciendo las clínicas madrileñas, Isadora quiere aclarar los hechos a la sociedad sobre lo que ha pasado en sus dependencias para “hacer públicos los métodos oscuros e ilícitos utilizados por estos grupos; unas prácticas que ponen en riesgo derechos básicos y fundamentales de nuestras usuarias y del personal de este centro”, explica en un comunicado.

El día 23, un empleado del servicio externalizado de lavandería contratado por la Clínica Isadora, llenó la furgoneta con la ropa sucia y la sacó del recinto, como es habitual. Al volver a entrar, sacó del bolsillo del pantalón un trozo de periódico arrugado que envolvía algo y le dijo a un médico que “era un resto abortivo que había encontrado en el suelo, en el portón de acceso al patio y que acaba de llamar a la policía para denunciarlo”, relatan fuentes de Isadora.

Según la clínica, el primer día de la semana de huelga que realizaron recientemente los centros autorizados para la IVE, este empleado manifestó su posición antiabortista ante el vigilante de la clínica, a quién dijo que “había que cortarles el cuello a todos los que trabajan aquí”.

Respecto a los supuestos restos abortivos, declaró a la policía que “lo había encontrado en la puerta de acceso a la cocina del centro” que da al patio y, más tarde, a preguntas de un periodista (que curiosamente llegó al mismo tiempo que la policía -subraya Isadora) dijo que “lo había encontrado en los pasillos de la Clínica”. Policía municipal, nacional y científica, además del SAMUR, un juez y un forense acudieron al centro que tuvo que paralizar su actividad mientras trabajaban los efectivos.

La Dirección del centro denunció en el juzgado de guardia al empleado, “que se contradecía continuamente en su declaración y que había sido quien había introducido el supuesto resto abortivo" en el patio de la clínica, según informa Isadora, que además aclara que el “circuito cerrado” que siguen los restos abortivos nada tiene que ver con la zona en la que se hallaba el susodicho.

Periodistas al acecho

El centro denuncia también que el jueves día 24, a la 1.30 horas de la madrugada, “al llegar a la clínica Isadora el furgón mortuorio de la funeraria que retira los restos abortivos para su incineración en el tanatorio, estaban esperándole dos fotógrafos que se dedicaron a hacer numerosas fotografías de la actividad de recogida de los restos”.

El día y la hora en que llega dicho furgón sólo lo saben la clínica, la funeraria contratada y el inspector de Sanidad Mortuoria de la Consejería de Sanidad, quién obligó el año pasado a Isadora a contratar estos Servicios Funerarios.

Isadora no tiene “la menor duda de que la filtración del día y la hora procede de la Inspección de Sanidad Mortuoria con quienes no ha sido posible contactar” para comunicarles que emprenderán acciones legales “por esta práctica del todo punto incomprensible ni aceptable”.

La funeraria ha comunicado a la clínica que si se vieran públicamente involucrados en la recogida de restos abortivos cancelarían el contrato firmado el año pasado. Isadora ha informado de todo a la Delegación del Gobierno en Madrid, que se comprometió a reforzar la protección de las clínicas y su personal, para que tome las medidas oportunas.


Estado español-aborto; 28 enero (07) AmecoPress

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