Feminicidio en Guatemala
De manera creciente la población femenina a nivel mundial juega un papel protagónico en la lucha por el respeto de sus derechos y en la conquista por un trato igualitario en diversos campos que abarcan su vida pública y privada, contrario a esta lucha el feminicidio aumenta de manera alarmante, son pocas las mujeres que se salvan para contarlo; Alma, Guatemalteca refugiada en Madrid, amenazada de muerte, expone la grave situación que padecen las mujeres en su país, donde diariamente se las asesina impunemente.
Hasta mayo de este año han sido asesinadas 196 mujeres en Guatemala, las edades oscilan de un mes a 80 años, mientras que en el periodo de 2001 a 2006 fueron 2.373 las que vieron cegadas sus vidas de forma violenta e impune. Los espacios públicos y derechos ganados por las mujeres tras firmar los acuerdos de paz en 1996, se están perdiendo y el mensaje de terror que dejan en los cuerpos de las asesinadas recorre esta región de Centroamérica.
De igual forma, el asesinato a menores de edad incluso bebés, se está recrudeciendo, pues en el periodo de enero a octubre de 2006 fueron 32 menores de edad los asesinados, 2 de las víctimas no habían cumplido 1 año, y se registraron 56 ataques violentos a familias en el mismo año, en los cuales el 33 por ciento de las víctimas fueron mujeres y niñas.
“La mujer representa vida y desarrollo, si en Guatemala nos siguen matando condenan a nuestro país a dejarlo sin crecimiento, pues somos asesinadas por el simple hecho de ser mujeres. Provenimos de una misoginia que ha existido siempre disfrazada, mi abuela me contaba que desde 1900 a las mujeres las asesinaban de maneras excesivamente violentas”, explica Alma en entrevista exclusiva para AMECOPRESS.
Alma llegó a Madrid hace 4 meses, es abogada y especialista en impulsar políticas de género en su país, activista y luchadora incansable de los derechos humanos toda su vida, vivió directamente la guerra que azotó a Guatemala, dicha experiencia la marcó e impulsó a trabajar a favor de las mujeres, pues considera que pese a sufrir violencia y muerte son ellas quienes están haciendo un trabajo importante en la reconstrucción de su país.
Al detallar la labor que realizan los grupos de mujeres en Guatemala explica que “los activistas de derechos humanos en Guatemala somos como los médicos; ves la muerte todos los días muy de cerca, hemos vivido casos de mujeres que logran sobrevivir y luego de llegar a los hospitales son asesinadas por el Estado, pues nuestra población está abandonada sin servicios médicos básicos, ni medicamentos”.
Alma ha trabajado voluntariamente desde los años ochenta con diversas organizaciones sociales y campesinas: “yo representaba a las mujeres, y observaba que las reformas que se presentaban a la ley no fueran modificadas nuestras propuestas originales y que tiraran por la borda el trabajo de varios colectivos de mujeres que impulsaban las reformas para lograr políticas que en verdad nos protejan”.
“Tras la firma de los acuerdos de paz, las mujeres guatemaltecas hemos sido las que salimos a espacios públicos a reclamar y defender nuestros derechos, organizadas hemos creado redes sociales para movilizar políticas que defiendan e impulsen el desarrollo en esa región de Centroamérica, donde somos nosotras quienes sufrimos la violencia en todas sus formas”.
“En Guatemala las víctimas de violencia no valemos nada”
En 1999 la sobrina de Alma denunció que había sufrido abusos sexuales por parte de su padrastro, es entonces cuando Alma y su hermana se enfrentan en carne propia el feminicidio que azota a Guatemala. “En el 99 mi sobrina nos dice que sufrió abusos sexuales desde los 5 años, por parte de su padrastro, eso no lo sabíamos, cuando ella lo dice tenía 15 años, entonces iniciamos solas mi hermana y yo un juicio contra el culpable, él es una persona influyente a nivel nacional e internacional, poderoso políticamente, y aunque logramos que le sentenciaran 30 años de cárcel por los abusos contra mi sobrina él sólo estuvo preso 4 años y salió libre en diciembre de 2006”
Al salir libre el agresor de la sobrina de Alma, se iniciaron amenazas de muerte contra ella y sus dos hijos. “Empecé a recibir amenazas de muerte, intentaron secuestrar a mi hijo mayor, pues cuando eso sucede el más pequeño estaba conmigo en casa, fui protegida por un gran operativo que montó la Procuraduría de Derechos Humanos a través de la oficina de Atención a la Víctima, gracias a ello hoy lo puedo contar y mis dos hijos están vivos”.
Tras el intento de secuestro y las amenazas de muerte hacia Alma, la Procuraduría de Derechos Humano concluye en que debido al alto índice de asesinatos hacia las mujeres e impunidad, Alma debe abandonar su país. “Yo no quería migrar, quiero mucho mi país, había tenido otras veces oportunidades de irme a los Estados Unidos, pero no quise. Ahora lo he hecho para salvar la vida de mis hijos, darles un futuro mejor, y en mi caso he llegado a Madrid con el claro compromiso de seguir trabajando por las mujeres de mi país, por la mujer en general”.
“En Guatemala las víctimas no valemos nada, lo que pasa a las mujeres es naturalizado a la vista pública e incluso ante las instancias de justicia, actualmente la mujer ha salido a denunciar, ha exigido más respeto a sus derechos humanos, la violencia se genera también por la discriminación, ser indígena, ser mujer y ser pobre es sufrir una triple discriminación”.
La Fundación Sobrevivientes: una alternativa ante un negro panorama
A raíz del proceso de denuncia y enjuiciamiento por los abusos sexuales cometidos hacia la sobrina de Alma, en el cual iniciaron el proceso solas ella y su hermana, pues la única organización que les ofreció ayuda jurídica fue “Tierra Viva”, surgió la “Fundación Sobrevivientes”, de la cual son fundadoras Alma y su hermana.
“Tenemos 5 años de dar apoyo a las mujeres, pero es este 2007 cuando cumplimos un año de tener una oficina, pues empezamos a dar a poyo a las mujeres en el salón de nuestra casa, a las mujeres las acompañábamos a tribunales, o buscábamos atención sicológica gratuita” explica Claudia María Hernández Cruz, Vicepresidenta de Sobrevivientes, vía telefónica en entrevista para AMECOPRESS.
“El año pasado logramos obtener un fondo económico a través del Congreso, con ese dinero logramos montar la oficina, el 13 de julio cumplimos un año. Damos atención psicológica, legal y terapia, así como un albergue para mujeres en riesgo, de igual forma damos acompañamiento a las víctimas para que denuncien” agrega Hernández.
La entrevistada indica que no sólo es el asesinato de las mujeres en su país lo alarmante, sino “el nivel de violencia con el que asesinan son asesinadas las mujeres pues se basan en estrangulamiento, golpes e inclusive calcinación, esto deja el claro mensaje de odio hacia la mujer” detalló la Vicepresidenta.
Sobrevivientes enfoca su apoyo también a las familias de las víctimas que luego de perder a una familiar en esa forma, quedan destrozados. “Aquí en Guatemala tenemos por parte del Estado la organización Propedi, pero muchas veces esta organización es quien nos remite a las mujeres, y somos nosotras quienes las atendemos, se necesita un trabajo íntegro en estas situaciones, pues al día de hoy van 196 mujeres asesinadas, en febrero y enero se dieron los índices de asesinatos más altos, mientras que el registro de asesinatos a menores de edad este año es de más de 100, incluso bebés” concluye Hernández.
Sobrevivientes, es fundada principalmente por víctimas y familiares de víctimas, y surgen principalmente al enfrentar la problemática sobre lo que sucede con los hijos e hijas de las mujeres asesinadas, pues en promedio tenían de 2 a 4 hijos. “¿Quién los va a cuidar ahora?, ¿qué pasará con ellos? es por ello importante contar con apoyos y redes sociales que ofrezcan alternativas ante el negro panorama que vive nuestro país” agrega Alma al detallar la historia de dicha Fundación.
Sobrevivientes realizó campañas por los 1787 asesinatos perpetrados contra mujeres del 2001 al 2005, así como también conteos de los cadáveres de las asesinadas de manera directa, pues las pertenecientes a dicha organización van a las morgues, pues; “las versiones oficiales siempre están manipuladas para esconder la verdad, además de no existir estadísticas oficiales de los asesinatos”, aclara Alma.
Pese a que Guatemala es considerado el país de toda América Latina que presenta el peor índice de desarrollo relativo al género, de acuerdo con el informe DEP 2005-2008, de la Agencia Española de Cooperación Internacional (AECI), la población femenina afectada de manera directa ante esta problemática indica que en lugar de disminuir la cantidad de asesinadas aumenta de manera alarmante.
“Tenemos un gobierno de empresarios, que sólo impulsan políticas que empobrecen nuestros pueblos, en toda esta problemática es la mujer quien más sufre. Aunque ya se creó la Comisión de Investigación de Feminicidios en Guatemala, se nos sigue matando” concluyó Alma.
----------------------------------------------------
Internacional – Derechos humanos – 4 junio, 07 (AMECOPRESS)