Estados europeos son acusados de apoyar las torturas a migrantes en Libia
Madrid. 14 de diciembre. 17. AmecoPress. Amnistía Internacional ha publicado el informe ‘Libya’s dark web of collusion’, que acusa a gobiernos europeos de ser cómplices de la tortura y abusos cometidos contra miles de personas refugiadas y migrantes por las autoridades de inmigración libias.
Desde el 2016, algunos estados miembros de la Unión Europea, especialmente Italia, han realizado una serie de medidas destinadas a cerrar la ruta migratoria a través de Libia y el Mediterráneo Central, sin hacer caso a las consecuencias que sufren las personas atrapadas en las fronteras libias, ya que no existe la ley.
Estas medidas comprometen a los gobiernos de la Unión Europea a proporcionar apoyo y asistencia técnicos al Departamento de Lucha contra la Migración Ilegal libia, encargado de las detenciones. También suministran material, formación y asistencia técnica para que la Guardia Costera Libia intercepte a las refugiadas y refugiados. Y por último, estos países han llegado a acuerdos con las autoridades locales libias y los líderes de grupos armados para animarlos a detener el tráfico de personas e incrementar los controles fronterizos en el sur del país. Además, estos pactos están cumpliendo los objetivos de los países europeos ya que el número de llegadas a Italia ha descendido un 67% desde julio hasta noviembre respecto al año pasado, y por desgracia, suponen un “coste humano” destaca la organización.
Las personas interceptadas por la Guardia Costera libia son enviadas a centros de detención del Departamento de Lucha contra la Migración Ilegal, donde permanecen hasta 20.000 personas retenidas, atestados por encima de su capacidad. Los guardias de estos centros torturan a las personas migrantes y chantajean a sus familias para obtener dinero, puesto que si pagan son puestas en libertad. De igual modo, algunas son entregadas a traficantes de seres humanos que organizan su salida de Libia en cooperación con la Guardia Costera.
No está claro cuántos miembros de esta guardia colaboran, pero desde que comenzó el 2017 han aumentado su capacidad e interceptado a 19.452 personas, llevadas de vuelta a Libia y conducidas de inmediato a centros de detención.
Datos alarmantes sobre la situación de las refugiadas
Amnistía Internacional pudo hablar con un total de 67 hombres y cinco mujeres para que contaran sus experiencias. Cifras que no reflejan el número de mujeres que de verdad sufren esta situación. Puesto que la organización considera que estos datos representan la realidad de que muchas migrantes no fueron capaces de hablar como consecuencia de la violencia sexual recibida. Asimismo, los relatos de las personas entrevistadas coincidían en los malos tratos y abusos en todo el proceso de detención.
La organización exige soluciones
El director de Amnistía Internacional para Europa, John Dalhuisen, ha manifestado “ayudar a las autoridades libias a atrapar a personas en Libia, sin exigir a dichas autoridades que aborden los abusos endémicos contra personas refugiadas y migrantes, o sin reconocer siquiera la existencia de esas personas, los gobiernos europeos han demostrado cuál es su auténtica prioridad: cerrar la ruta del Mediterráneo central, con total desprecio por el sufrimiento causado”. Por otro lado, John Dalhuisen considera que para arreglar la situación de forma inmediata las autoridades libias tendrían que reconocer el mandato del ACNUR, firmar la Convención sobre el Estatuto de los Refugiados y adoptar una ley de asilo. No obstante, desde la organización señalan que es prioridad de la cooperación europea replantear sus objetivos para acabar con este sufrimiento humano.
Foto Archivo AmecoPress tomada de Amnistía Internacional.
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