“Es más difícil ser investigadora en Estados Unidos que en Europa”
Es doctora en filosofía de la ciencia por la universidad de Cambridge y profesora de filosofía en la universidad de Pensilvania, donde dirige el programa de Filosofía, Política y Economía. Sus principales áreas de estudio son la naturaleza y dinámica de las normas sociales, las diversas aplicaciones de la teoría de los juegos y la inteligencia artificial distribuida. Se encuentra en Madrid para asistir al ciclo de conferencias “Las mujeres también investigan”, organizado por
Cuando habla de sus investigaciones se refiere a su objeto de estudio como sujetos o individuos sin hacer distinciones de género, aunque en sus conclusiones sí le gusta reflejar las reacciones de uno y otro sexo. La realidad es que en su campo de investigación, hay muy pocas diferencias de género y los resultados son prácticamente los mismos. Para ella la ciencia ni es feminista ni deja de serlo.
Hay un juego, en el que sí habría alguna diferencia, y es que la mujer es más colaboradora con los demás. Por ejemplo, en uno de los experimentos se demostró que la mujer ante un hombre que sabe que le están haciendo trampas, ella sigue cooperando; sin embargo, un hombre, en cuanto sabe que le están haciendo trampas abandona la cooperación.
Existe un estudio muy interesante de Karol Gylligan en niños y niñas que demuestra que las niñas tienen un espíritu mayor de colaboración; ante un juego que se les planteó sobre sí robarían en una farmacia para salvar a un familiar; la mayoría de los niños lo verían mal, mientras que las niñas se plantean el problema moral desde otra perspectiva y sí robarían. El porqué se encuentra en que a las niñas se las socializa de forma diferente. A Bicchieri le gustan este tipo de investigaciones de género y lamenta que haya tan pocas.
Las mujeres científicas en EE UU
Según explicó Bicchieri, hay mucha más presión cultural en Estados Unidos que en Europa. En el sistema educativo norteamericano se puede o no elegir matemáticas. En Europa, no. Es básicamente inexistente la educación en Estados Unidos, no se prepara a las mujeres para hacer carreras de ciencias.
La experta explicó que una mujer científica o investigadora en Estados Unidos tiene que trabajar mucho, publicar mucho, si está en un laboratorio sacar muchos estudios concluyentes y todo ello repercute en la familia. Por eso muchas acaban abandonando o atenuando sus carreras. Tampoco hay ayudas de instituciones públicas o privadas para las mujeres científicas; si piden permisos de maternidad acaban perdiendo dinero. No hay incentivos, la universidad no apoya a las mujeres y las instituciones tampoco. Las mujeres tienen que abandonar muchas cosas por el camino para poder llegar a ser respetadas en sus campos de investigación.
“Me entristece que el poder esté en manos de los hombres”
La científica que ha estado en muchos comités universitarios siempre ha visto que eligen a hombres. Incluso, mujeres con el mismo puesto, mismo número de publicaciones y mismos años de antigüedad, le pagan mucho menos que a un hombre investigador. Las mujeres sienten que viven en un entorno que no les es favorable, y muchas acaban abandonando.
La teoría feminista de la racionalidad
Hay una nueva corriente en Estados Unidos y Francia que ve la racionalidad como algo masculino y ahí los feminismos han entrado en las controversias no sólo filosóficas sino en todas las áreas sociales.
La teoría feminista de la racionalidad sí será diferente, aunque necesitamos modelos, explica la autora norteamérica. En Estados Unidos, añade Bicchieri, “tenemos la visión feminista postmoderna y por otro lado el feminismo empírico, son dos extremos y no hay nada en medio”.
Entre los libros que ha publicado Cristina Bicchieri se encuentran: “The grammar of society: the nature and dynamics of social norms”, “Rationality and coordination”, “The logic of strategy”, “The dynamic of norms and knowledge” y “Belief, and strategic interaction”.
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Fotos: AmecoPress
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Internacional – Voces de mujeres – 22 junio, 07 (AmecoPress)