5 mujeres Premios Nobel en 2009

Elinor Ostrom, primera mujer Premio Nobel de Economía

13 de octubre de 2009.

Por Petra Cristian

Economía | Madrid | Internacional | Liderazgo



Considerada científica y economista social


Madrid, 13 octubre 09. El premio Nobel de economía ha sido otorgado este año a dos economistas estadounidenses: Elinor Ostrom y Oliver E. Williamson.

Según explicó el secretario permanente de la Academia Gunnar Öqvist, en la rueda de prensa que siguió a la proclamación, Elionor Ostrom ha desarrollado la teoría sobre como los fondos y recursos públicos deben ser controlados y empleados para la survevivencia del Estado del bienestar con régimen de seguridad social.

Elinor Ostrom, la primera mujer en recibir el Nobel de Economía, ha trabajado en temas relacionados con la gestión de los «recursos comunes» y la necesidad de que esa gestión o explotación la realicen los propios usuarios.

La autogestión es el sistema más eficiente para administrar este tipo de recursos. El estudio de la «tragedia de los comunes» tiene una larga tradición en la literatura económica. Es sabido que, históricamente, muchas especies animales han estado o están amenazadas por la extinción. Las pesquerías es, sin duda, el ejemplo más utilizado.

Elinor Ostrom ha desafiado el conocimiento convencional que dice que la propiedad común suele estar mal gestionada por sus comuneros y que debe regularse, ya sea por las autoridades centrales o por un sistema de privatización.

Con base en estudios numerosos sobre el manejo por parte de los usuarios y explotadores de bosques, minerales, alimentos, zonas turísticas, bancos de peces, pastos comunales, lagos y aguas subterráneas, Ostrom concluye que los resultados son, la mayoría de las veces, mejores cuando son los propios «comuneros» los que gestionan.

Comienzos difíciles

Nacida en 1933 en Los Ángeles, Ostrom creció en una época de depresión económica, en una ciudad donde el agua dulce es un bien preciado, por lo que experimentó de primera mano el valor de los recursos naturales y la sostenibilidad desde niña.

Ostrom se licenció en 1954 en la Universidad de California en Los Angeles (UCLA) y se trasladó a la costa este del país, donde estuvo tres años trabajando para un bufete de abogados en Boston.

Sin embargo, no se sintió del todo integrada y volvió a su ciudad natal para retomar la Universidad, en una época en la que pocas mujeres continuaban con sus estudios de posgrado y eligió la gestión del agua como tema de sus tesis. Obtuvo su doctorado en Ciencias Políticas en 1965 en la Universidad de California en Los Angeles.

Pese a unos inicios difíciles pronto destacó en la discusión improvisada y se interesó por las discusiones políticas, disfrutaba defendiendo y escuchando las dos partes de las cuestiones políticas, por lo que no fue una sorpresa para su familia que se decantara por esta rama en la Universidad.

Ocupa la cátedra Arthur F. Bentley de Ciencias Políticas y es profesora de la Escuela de Asuntos Públicos y Ambientales de la Universidad de Indiana en Bloomington.

Mediante la combinación de datos de fuentes que van desde sondeos hasta imágenes satelitales, Ostrom ha descubierto principios que gobiernan la sustentabilidad exitosa y que desafían el saber convencional.

Desde la cuenca del Amazonas hasta el Círculo Polar Ártico, los bosques proveen una abundancia de recursos (madera, combustible, minerales, alimento y turismo) pero afrontan su rápida agotamiento.

Mediante medidas sociales y ecológicas en conjunto con predicciones de los procesos de decisiones humanas, Ostrom ha subrayado condiciones que permiten el uso más productivo, pero ha enfatizado que ninguna política de gestión por si sola puede controlar la deforestación en todos los entornos.

La pesca y el agua

La teoría económica tradicional defiende que como existen pocos controles sobre las capturas, los pescadores tienden a pescar el máximo posible ya que todo lo que ellos dejen de pescar puede ser aprovechado por otros. Hemos pescado y seguimos pescando de forma excesiva y por este motivo muchas especies marinas se están extinguiendo. De ahí que las pesquerías ofrezcan el mejor ejemplo de la «tragedia de los bienes comunes».

Por consiguiente, los pescadores en lugar de permitir que los peces crezcan y se reproduzcan para mantener así una carga óptima de pescado, están incentivados a apoderarse de la mayor cantidad posible de peces antes de que lo hagan los demás. Y como todo pescador tiene motivos para actuar en esta dirección, el resultado es la sobreexplotación de los bancos de pesca.

Ostrom dice que esto no es cierto y que la gestión óptima de los «bienes comunes» es la que realizan los propios usuarios de los recursos acuíferos, pesqueros o pastizales, que permita una mejor explotación y un mayor beneficio.Y demuestra, en contra de lo que muchos venimos defendiendo desde hace años, que no es necesario privatizar ni regular de forma centralizada ese tipo de recursos comunes.

En resumen, Ostrom ha recibido el Nobel de Economía por haber demostrado que las asociaciones de usuari@s y/o propietari@s pueden administrar con más éxito los denominados «recursos comunes» que cuando se impone desde el exterior. Su trabajo de investigación se basa precisamente en la participación activa de los usuari@s que se autoimponen sus propias reglas.

El Nobel de Economía está dotado con diez millones de coronas suecas (980.000 euros ó 1,4 millones de dólares) y, como el resto, se entrega en Estocolmo el 10 de diciembre, aniversario de la muerte de su fundador, Alfred Nobel.

Foto: Archivo AmecoPress/Agencia

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Internacional – Economía – Liderazgo. 13 octubre 09. AmecoPress.

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