Informe relación entre el consumo de drogas y las violencias sexuales en contextos de ocio nocturno

El ocio nocturno sigue sin ser seguro para las mujeres

12 de febrero de 2019.

Por Redacción AmecoPress

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Jornada VIOLENCIAS SEXUALES EN ENTORNOS FESTIVOS


Madrid. 12. feb. 19. AmecoPress.- La Fundación Salud y Comunidad (FSC) presentó el pasado viernes el informe de resultados 2017/2018 de su Observatorio Noctámbul@s, en el marco de la jornada ’Violencias sexuales en entornos festivos’. El proyecto, iniciado por FSC en el año 2013, está financiado por el Plan Nacional sobre Drogas del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad y se enmarca en una línea de prevención y reducción de riesgos. El observatorio sitúa la perspectiva de género como eje central del análisis.

En el último año realizaron un nuevo análisis cualitativo de treinta entrevistas grupales en profundidad a protagonistas del ocio nocturno (personas jóvenes, adultas…). También, se creó un cuestionario online que podía responder quien lo desease, obteniéndose 1.541 respuestas, 73 por ciento por ciento de ellas mujeres, y mayoritariamente desde Cataluña y Madrid. Se analizaron también los riesgos y posibles soluciones derivados de la configuración de espacios urbanos vinculados al ocio, y se revisó críticamente la lógica de los protocolos de prevención y actuación frente a las violencias sexuales.

Algunas de las principales cuestiones que se destacan en este informe, tal y como se ha señalado durante la jornada, son:

- Las mujeres desarrollan estrategias de autocontrol de su consumo de drogas para evitar sufrir violencias sexuales o ser responsabilizadas por ello.

Las mujeres intentan controlar un consumo excesivo de drogas en mayor medida que los varones, y limitan su libertad de acción para evitar sufrir violencias sexuales y además, ser culpabilizadas. Estas estrategias son: salir menos, consumir con menos asiduidad y/o en menor cantidad, ir en grupo y cuidarse entre ellas…

Otras ideas importantes relacionadas con el consumo son:
• Un 18 por ciento de los hombres participantes en la encuesta habría invitado a consumir alguna droga a otra persona (básicamente a mujeres) con la finalidad de acabar teniendo relaciones sexuales. A la inversa, solo un 6 por ciento de mujeres afirma haber realizado esta práctica. En ningún caso estamos hablando de “burundanga” sino de las sustancias a las que se refiere en este informe.
• El alcohol continúa siendo la droga más presente en los contextos de ocio nocturno, tanto en hombres como en mujeres.

- Es necesario revisar ciertos discursos que asocian las violencias sexuales con la juventud.

En el informe se indica que se observó una tendencia en los discursos a estigmatizar a la juventud o asociar de manera determinista esta edad o momento vital con las violencias sexuales.

- Un 97 por ciento de las mujeres que completa la encuesta online manifiesta haber sufrido algún tipo de violencia sexual por parte de hombres.

• Los comentarios incómodos de carácter sexual son sufridos por un 97,1 por ciento de las mujeres, emitidos por varones. De estas, un 52 por ciento los sufre “siempre” o “muy a menudo” y el resto “pocas” o “algunas” veces”. Adicionalmente, un 29 por ciento han recibido esos comentarios de otras mujeres, pero de formas mucho menos frecuentes.
• Las insistencias masculinas ante una negativa son vividas en un 87 por ciento de los casos, a menudo con bastante frecuencia.
• Los tocamientos no consentidos por parte de hombres hacia mujeres ascienden al 81,4 por ciento; una cuarta parte de ellas los sufren “siempre” o “muy a menudo” cuando salen.
• Un 44,7 por ciento de las mujeres encuestadas dice haber sufrido acorralamientos

Estas cifras ponen de manifiesto la alta frecuencia con la que las mujeres sufren el amplio espectro de violencias sexuales más normalizadas y legitimadas en la sociedad patriarcal, así como el carácter estructural y sistémico de las mismas. Por ello, urge desnormalizar todos los tipos de violencia, considerando además la interrelación de todas ellas.

- Una de cada cinco mujeres que responde la encuesta en la web ha sufrido violaciones (agresiones sexuales con penetración), con y sin uso de la fuerza física, vinculadas a espacios o prácticas de ocio.

- Las dinámicas de violencias sexuales en ocio nocturno son diferentes según los espacios en los que se den.

• En un 78 por ciento se dan donde la “fiesta” era un espacio totalmente expuesto a estas situaciones.
• A esta cifra le sigue la de los momentos posteriores a la fiesta, vivido en un 63%.
• En tercer lugar, el 62 por ciento afirma haber sufrido alguna vez algún tipo de agresión sexista en el espacio público, especialmente transitándolo sola.
• El 50 por ciento de las mujeres afirma haber vivido alguna situación de violencia sexual en el transporte público, a pesar de ser un servicio gestionado por los ayuntamientos y otras administraciones.
• Y, en último lugar, el 32,5 por ciento de las mujeres recibieron violencia a través de las redes sociales en el contexto de ocio nocturno y consumos.

- El género, muy presente en las motivaciones para el consumo y las expectativas a la hora de salir de fiesta.

Los chicos consideran que su noche ideal debe contener “consumir alcohol y otras drogas” (70 por ciento) frente a aproximadamente el 60 por ciento de las chicas, así como “tener relaciones sexuales” (70 por ciento hombres frente a 51 por ciento mujeres), y todo ello además con mayor intensidad. La difícil conciliación entre los usos excesivos de ciertas drogas y los comportamientos sexuales prudentes (ya sean de uso de preservativos o de otro tipo) no parece ser suficientemente considerada por quienes responden.

- Las redes informales (amistades), los servicios públicos de apoyo y las entidades especializadas y las feministas, claves en el apoyo a las víctimas.

Uno de los aspectos concluyentes de esta investigación es que las personas del entorno de las mujeres, en concreto las amistades, son esenciales para el apoyo, en caso de sufrir una agresión sexual. Las mujeres contarían también con la familia, los puntos “lila”, las entidades especializadas y los colectivos feministas.

Es necesario abordar los aprendizajes de la sexualidad en las campañas preventivas
En una sociedad patriarcal en la que la sexualidad se erige como un eje fundamental de control, dominio y subordinación de las mujeres, es necesario incidir en cómo se construye esa sexualidad y, en concreto, en el modo como se produce y reproduce una (hetero)sexualidad masculina hegemónica basada en la dominación.

Si quieres ver el informe completo, pincha aquí.

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Foto: Archivo AmecoPress. Cedida por Fundación Salud y Comunidad
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Pie de foto: Jornadas contra la violencia sexual: ’Violencias sexuales en entornos festivos: estrategias de actuación’
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Sociedad - Voces de mujeres - Situación social de las mujeres - Las jóvenes - Acoso sexual - Violencia sexual - 12. feb. 19. AmecoPress

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