“El feminismo es una idea de liberación para las mujeres y para las personas excluidas de la Tierra”

12 de noviembre de 2007.

Por Teresa G. Espejo

Política | Córdoba



Rafela Pastor Martínez, presidenta de la Plataforma Andaluza de Apoyo al Lobby Europeo de Mujeres


Rafaela Pastor Martínez es presidenta de la Plataforma Andaluza de Apoyo al Lobby Europeo de Mujeres, una organización que es sinónimo del esfuerzo de las militantes feministas y del apoyo a las redes de mujeres del mundo porque, según sus propias palabras, en la Tierra “nadie es ilegal” y los derechos humanos, de mujeres y hombres, no son negociables.

Este año se celebra la quinceava edición del Feminario ¿Cómo un foro feminista puede nacer, crecer y alcanzar tanta relevancia?

Yo he sido asistente de los encuentros feministas de Baeza, un vivero de feminismo y pensamiento feminista, desde hace trece años. Los feminarios nacieron con la idea clara de que fueran una herramienta de pensamiento, debate y de discusión para el avance de las mujeres. Han evolucionando gracias a las muchas mujeres que desde hace años vienen aquí. Y se mantiene porque se da una conjunción clara, y es que entre nosotras nos conocemos y trabajamos juntas durante todo el año, estamos en contacto, intercambiamos opiniones e informaciones y nos apoyamos.

Creo que las solicitudes para asistir les han desbordado…

El feminario está asentado, consolidado y es demandado anualmente. Este año llevamos casi un mes diciendo que no tenemos plaza. Lo importante es que hemos conseguido congregar a mujeres heterosexuales, lesbianas, migrantes, académicas, amas de casa, es decir, un abanico muy variado procedente de todos los ámbitos sociales, y por eso ha alcanzado relevancia.

Somos conscientes de que a lo largo de la historia del feminismo ha habido, por ejemplo, una ruptura entre mujeres lesbianas y feministas, entre los año 60 las lesbianas decían que para qué iban a luchar por el aborto si no les afectaba, y las heterosexuales que porqué iban a pelear por los derechos de las homosexuales si no iban a acostarse con una mujer. Por eso me parece muy importante la variedad que hay en el feminario.

¿Cómo ha sido la evolución?

El primer feminario fue un éxito y lo hemos ido repitiendo anualmente. Creo que es importante cuidar el ser y el estar de las mujeres. Yo tengo todo el día encendido el móvil y muchas mujeres de las que hay aquí me han preguntado por su hotel, me han consultado sus temas personales para asistir al feminario, y yo les respondo personalmente. Porque no tenemos una estructura piramidal donde tu no sabes quién, cómo y de qué manera, sino que es una relación abierta que propicia la participación de las mujeres.

La diferencia con otras ediciones es que este año en España tenemos una Ley de Igualdad.

Es el resultado de que las mujeres, en los últimos años en este país, hemos estado pendientes de lo que ocurría y haciendo propuestas para que se nos considerase ciudadanas de primera clase. Tengo muchas expectativas puestas en la Ley de Igualdad pero si cada una de nosotros no llevamos la Ley en el bolso y vindicamos nuestros derechos cuando no se cumplan, las leyes se quedarán en los cajones y serán meros papeles. Pero ya es importante tener un marco jurídico imprescindible porque sin él nosotras no podríamos hacer la denuncia.

Cómo socializar a la ciudadanía desde el feminismo?

El patriarcado está caduco, está demostrado el fracaso patriarcal y capitalista en cuanto a lo que se refiere a los derechos humanos y avances de los derechos sociales, en pro de las personas del planeta Tierra. Queremos socializar la ciudadanía desde la propuesta feminista que no tiene nada que ver con lo que tenemos actualmente.

Cuando decimos que tenemos una revolución pendiente, cuando hablamos de socializar la ciudadanía desde el feminismo, estamos diciendo que nos vamos a ocupar de hacer un reparto equitativo de la riqueza, de cuidar a las personas que por sí mismas no pueden valerse, de no llamar a ningún ser humano ilegal porque todos los seres humanos somos legales y, por lo tanto, la migración en este país, el racismo que tenemos no existiría con otra alternativa política, la feminista. En este contexto sería imposible que le pegasen a una chica por el hecho de ser inmigrante, mujer, o por el hecho de que el otro no pueda contener el deseo sexual.

Se trata de cambiar el mundo con otros valores, con mujeres en política, pero no llegando a la política coartadas por el poder masculino, sino con toda la autoridad y la credibilidad que pueda tener un varón y, desde luego, haciendo política con ojos de mujeres y desde el pensamiento feminista, creando herramientas, espacios, y moviendo el sistema desde los valores del feminismo, que es una idea de liberación para las mujeres y también para los excluidos de la Tierra.

También hay un fuerte choque entre feminismo y religión.

Estamos intentando que este país sea laico porque ahora es acofensional, pero ahí están los impuestos que el Gobierno destina a la Iglesia católica. Para nosotras todas las religiones han oprimido a las mujeres. Las religiones tienen que ser una asignatura para el conocimiento pero ninguna religión debería estar por encima de la otra. Deberían ser algo privado y que la ciudadanía opte a la religión que quiera, pero no por mandato papal o de Mahoma.

Siendo interculturales e internaciolistas y considerando que ningún ser humano es ilegal, queremos trasladar a la gente que los derechos humanos no tienen debate, no se pueden negociar. Desde el feminismo no vamos a negociar pañuelo sí o pañuelo no, porque el pañuelo significa la represión de todas las mujeres. Aunque ellas te digan que lo usan por respeto o identidad, detrás de cada pañuelo y de cada burka sabemos lo que hay. Este tema hay que tocarlo desde el feminismo porque estas mujeres han sido educadas en estas culturas y están impregnadas de estas religiones, pero corremos el riesgo de retroceder si somos permisivas con normalizar algunas costumbres.

Estamos en Córdoba, donde al mando del Ayuntamiento está Rosa Aguilar, una mujer que además es de izquierdas ¿Es la excepción a la regla?

Estamos en una ciudad de izquierdas y estamos en una ciudad que tiene una alcaldesa pero los hombres de izquierdas también pegan y también han maltratado. Aunque Marx dijo que las mujeres éramos las obreras de los obreros y las proletarias de los proletarios, pena me da que estemos en 2007 y que, desde la izquierda, la misoginia y el patriarcado estén al orden del día.

El nacer mujer tampoco garantiza que se sea feminista, porque el feminismo es una forma de vida que se interioriza y se lleva en la piel las 24 horas del día y los 365 días del año. De algo vale visualizar los crímenes contra las mujeres, pero con las políticas de foto haciendo una manifestación ante las puertas del Ayuntamiento los últimos días del mes para protestar contra los crímenes contra las mujeres, que les llaman violencia de género, tardaremos bastante más en acabar con ellos.

¿Qué piensa al oír al presidente, José Luís Rodríguez Zapatero, definirse a sí mismo como feminista?

De momento yo no conozco a ningún hombre feminista, para serlo hay que nacer mujer. Me parece muy bien que Zapatero diga que es feminista y aplaudo las leyes que ha puesto encima de la mesa en esta legislatura, como la Ley de matrimonios homosexuales que ha legitimado los derechos de muchas personas en este país, que durante años han estado demonizadas, cuando no metidas y metidos en manicomios, no hace tanto tiempo. A José Luís Rodríguez Zapatero hay que aplaudirle lo valiente que ha sido, cuando estamos en un país que no hace mucho ha vivido una dictadura y donde es muy difícil cambiar las costumbres y las culturas, con el peso además de la Iglesia católica.

¿Y qué opina de las organizaciones de hombres por la igualdad?

Están de moda y yo les diría que, si realmente están por contribuir a la consecución de los derechos de las mujeres, deben reflexionar si contribuir a la defensa de los derechos de las mujeres consiste en que ellos tomen la palabra nuevamente, que ellos hablen de nuestra vida, que ellos hablen de nuestros sentimientos y que, en definitiva, nos quiten el protagonismo que nos corresponde porque somos las que tenemos que hablar de nosotras mismas. Si ellos nos apoyan, muy bien, pero que no confundan este apoyo con quitarnos el protagonismo que nos pertenece.

¿Cuáles son los retos del feminismo actual?

Poner los puntos sobre las íes en cuestiones como la fiscalidad, el derecho y las libertades. Uno de los retos es saber que nacer mujer es nacer pobre, y desde luego, sin presupuesto nunca vamos a poder hacer justicia con las mujeres. El reto del feminismo es decir que no tenemos nada que agradecer a nadie y que lo que tenemos nos corresponde en justicia, y estar convencidas de que aunque se haya aprobado la paridad, si estamos en política o en la dirección de las empresas es de manera legítima y no puestas por el dedo privilegiado del varón; que nos creamos que tenemos unos derechos como seres humanas y como ciudadanas. Tenemos también el reto de explicar nuestros argumentos, porque es muy difícil quitarse la losa patriarcal y debemos empezar a deseducarnos para construirnos a nosotras mismas un ser y un estar en la vida que no tiene nada que ver con el que tenemos.


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Fotos: AmecoPress. Pies de foto: 1) Rafaela Pastor. 2) Rafaela Pastor, Carmen Calvo, vicepresidenta del Congreso de los diputados, y Micaela Navarro, cosejera para la Igualdad de la Junta de Andalucía, en la inauguración del Feminario.


Entrevista-Política-Feminismo; 12 noviembre (07) AmecoPress

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