“El feminismo es un mapa que da una explicación muy lógica de cómo está organizado el mundo”
Arakistain ha dedicado cinco años a preparar esta muestra, un paso más en una trayectoria intelectual y profesional marcada por su interés por el arte feminista ya que, además de otras muchas, ha comisariado exposiciones como ‘Guerrilla Girls, 1985-2000’ y ha sido director de los ciclos sobre Arte y Feminismo de los Foros internacionales de expertos en arte contemporáneo de la Feria ARCO de Madrid. Para él, el feminismo es la última y más influyente vanguardia del siglo XX. Arakistain (más conocido como Arakis), en la actualidad dirige el Centro Cultural Montehermoso Kulturunea de Vitoria-Gasteiz. Habló para AmecoPress sobre la exposición que ahora se puede visitar en Bilbao y sobre su interés por el feminismo.
¿Cómo ha sido la gestación de una exposición como ésta? Supongo que muy laboriosa.
Es una labor laboriosa, valga la redundancia. Llevo como diez años trabajando en el arte contemporáneo como comisario independiente y siempre especializado en arte feminista, por mi formación, por mi tesis doctoral cuando empecé a manejar la perspectiva feminista y, claro, es un tema de interés central en mi trabajo. ‘Kiss Kiss Bang Bang’ fue la exposición que había que hacer, porque yo creo que no se podía aplazar y que de hecho considero insuficiente. Creo que es un primer paso para una gran cantidad de exposiciones que deben seguirla.
Es una exposición pionera en España ¿no es sorprendente que todavía fuera una asignatura pendiente?
Es sorprendente que no se haya hecho en el estado español pero es sorprendente que tampoco se haya hecho en Alemania o en el contexto europeo, porque tampoco hay demasiadas exposiciones que se le parezcan, ha habido exposiciones sobre arte, feminismo, mujeres artistas… pero no había una gran exposición que hiciera un repaso desde la perspectiva feminista, no de género o de mujeres, desde la perspectiva feminista (enfatiza) sobre la producción artística que se ha denominado como arte feminista desde los años sesenta del siglo XX a ambos lados del Atlántico.
Supongo que esto tiene que ver con que el arte feminista no forme parte del canon.
El binomio arte feminista presenta varias problemáticas importantes. Una es la que apuntas, que el canon sigue siendo masculino, eso ya lo explicaba Bourdieu y Lourdes Méndez, que ha ampliado el concepto de la ideología carismática del arte en la que hacía un repaso de cómo se constituía la institución arte y conceptos como obra maestra, artista, genio, etc., y la propia definición de la institución arte. Se ha hecho en base al canon masculino que sigue lamentablemente vigente. Otra cosa interesante de esta exposición que vino amablemente a presentar Linda Nochlin, de Nueva York, es que creo que 45 años después de que en los sesenta comenzara un movimiento artístico apoyado por un movimiento social, es muy interesante que ahora, este año 2007, hayan coincidido grandes exposiciones en torno a estos trabajos y a esta perspectiva en el arte. El 4 de marzo se inauguró en el Museo de Arte Contemporáneo de Los Ángeles (MOCA). ‘Wack! Art and the Feminist Revolution’. 20 días más tarde se inauguró ‘Global Feminisms. New Directions in Contemporary Art’ en el Brooklyn Museum de Nueva York y Linda Nochlin definió esta exposición como la que complementa esas dos grandes exposiciones feministas que han ocurrido en 2007 al otro lado del Atlántico.
“La representación de las mujeres contribuye a minorizarlas socialmente”
A ello hay que sumar que el objetivo del arte feminista es evidentemente político, quiere denunciar la discriminación y el patriarcado.
Todo arte es político. Sí que otra de las cuestiones que surge a partir del binomio arte feminista es que a estas alturas del siglo XXI sabemos que lo que se ha denominado arte feminista es la última de las vanguardias del siglo XX y la que en mayor medida ha transformado el mundo del arte porque ha puesto en solfa todos los códigos sexuales y ha llevado a un primer plano la problemática de la representación: quién representa a quién, con qué intereses, etc. Y bueno, esto desmonta todos los estereotipos sobre las mujeres que ocupan su lugar en toda la representación. Esta problemática de la representación tiene una utilidad para el patriarcado de acotar un terreno en el que las mujeres deben estar representadas para perpetuar su inferioridad social. La representación de las mujeres contribuye a minorizarlas socialmente. De estas cuestiones se nutre el arte feminista, estas cuestiones son las que visibiliza, revela, rebate, cuestiona… Por una parte cuestiona el orden social y por otra cuestiona como se construye esa representación dentro del orden social.
Esa marginalidad artística, en el sentido de no estar en los circuitos, de no formar parte del canon, se revela, por ejemplo, en que muchas de estas obras, aún siendo míticas, todavía pertenecían a las autoras.
Esto es un síntoma de cómo se ha obviado y cómo se han arrinconado esas prácticas artísticas. Es un reflejo de la situación que ocupan las mujeres en la sociedad. Eso que se llama el techo de cristal en el mundo laboral, pues también hay un techo de cristal en el mundo del arte, evidentemente, y por ejemplo piezas como la de Valie Export, ‘Genitalpanik’, se vendieron en el transcurso del montaje de la exposición. Y más casos, y eran leyendas, eran piezas legendarias en cierta historia del arte, una historia más preocupada por las transformaciones reales. Aunque soy optimista porque hay esa coincidencia de que a ambos lados del Atlántico se estén organizando grandes exposiciones, porque la repercusión que ha tenido ‘Global Feminisms’ y ‘Wack!’ ha sido enorme, y la que está teniendo ‘Kiss Kiss Bang Bang’ pues la verdad es que está muy bien, las cosas van avanzando y sobre todo que esas piezas empiecen a cotizar en el mercado del arte y que pasen a formar parte de las colecciones públicas y privadas, pues te da como una esperanza, pero no quiero ser demasiado optimista porque vamos a ver como se resuelve este proceso en los próximos años, porque a menudo lo que ocurre es que se convierte en una moda, se cumple como un cupo o algo así y luego ya se olvidan este tipo de demandas.
A su juicio, sigue pendiente una historiografía del arte feminista.
Sí. Me refiero al caso del estado español. La exposición también era una deuda con los años que dirigí las mesas de Arte y Feminismo en los Foros Internacionales de Arte en ARCO. Estuvimos debatiendo el estado de la cuestión, viendo qué pasaba con el arte y el feminismo. Una de las conclusiones a las que llegamos después de aquellos años es que, si bien teníamos bastantes publicaciones que se hacían eco de esas problemáticas y de esas producciones artísticas sobre todo en Estados Unidos y también en el Reino Unido, veíamos que tenía mucha influencia en las artistas jóvenes del estado español, y que una de las cuestiones era que todavía no se había acometido el abrir la línea de investigación sobre la historiografía del arte feminista en el estado español, y hay personalidades que son cruciales en la historia de nuestro país, como Clara Campoamor, que todavía no está demasiado estudiada… Y creo que ha tenido una gran influencia en la práctica de las artistas españolas, por ejemplo, todas las artistas que estuvieron trabajando en la última época del franquismo y en la transición española, que son coetáneas de algunos de los grandes nombres estadounidenses pues también tenían un trabajo muy interesante que yo creo que hay que rastrear de otra manera. Tenemos ahí un vacío en lo que es la historia del arte oficial que tenemos que solventar. Hay vías, por ejemplo, en el centro que dirijo, el Centro Cultural Montehermoso, en Vitoria, hemos ampliado las ayudas a la producción de proyectos artísticos, de comisariado, las hemos ampliado y al menos una de ellas vamos a destinarla a fomentar una historiografía del arte feminista en el estado español porque creemos que es ciertamente necesario.
Arte y realidad social, dos términos inseparables
Habrá quien se sorprenda del título de la exposición, todo un oxímoron.
Sí (ríe). Era la manera gráfica de representar como está estereotipada la mujer como objeto sexual, esto del ‘kiss kiss’ y luego la realidad de por ejemplo todas estas mujeres que están en el Bellas Artes que se han ocupado de rebatir y de combatir estos estereotipos, que logran mucho más ‘bang bang’ que ‘kiss kiss’ y esta es la realidad de un colectivo que ha estado luchando por sus derechos en los últimos tres siglos.
Cuando se va avanzando por la exposición, a través de los lemas más conocidos del movimiento feminista, se tiene la sensación de que podían haberse firmado hoy mismo.
Esa es la historia de un movimiento político y social que lleva trescientos años de existencia y andadura. Y esa era el marco conceptual. La elección de esos cinco temas que iban a aglutinar las diferentes salas era tomar como referencia la historia del movimiento político y social, sus demandas, sus evoluciones y, lamentablemente, varios siglos después de la publicación de la obra de Poulain de la Barre, ‘La igualdad de los sexos’ todavía la igualdad de los sexos no es una realidad.
Tenía muy claro que teníamos que relacionar la producción artística con el contexto en el que surgió. Aunque esto va en contra de la tradición oficial en el mundo del arte, de aislar obras de artistas del contexto social para decir que el arte viene del más allá y que es universal… que son los fundamentos decimonónicos (hace una ligera pausa) y claro así nos ha ido (ríe) y me parecía muy importante relacionar las obras artísticas con los contextos sociales y culturales de los que partieron, o pretenden incidir o inciden. Por eso elegir esa disposición: cómo está montada la exposición y distribuida en base a cinco temas centrales para el feminismo. Y además esos cinco temas están interconectados entre sí como ocurre luego en la realidad. Y a mi me parecía importante que hubiera una contextualización de las piezas y por eso los documentales por ejemplo.
Una de las grandes diferencias entre el arte canónico y el arte feminista es la mirada. Aquí se rompen los tabúes y las convenciones sobre el cuerpo, siempre definido desde la mirada del varón.
El cuerpo se ha convertido precisamente en este periodo histórico, la segunda mitad del siglo XX, en la metáfora social, de la agenda social pendiente, porque el cuerpo condensa las categorías de género, sexo, sexualidad… además de la de raza, clase, etc. Entonces el cuerpo se ha utilizado como un campo de batalla, ya lo decía Bárbara Kruger, en aquella pieza famosísima ‘Tu cuerpo es un campo de batalla’ y por eso esa presencia del cuerpo en el corpus del arte feminista.
La mayoría de las obras contienen una gran violencia, tanto simbólica como literalmente.
Uno de los temas (de la exposición) es específicamente la violencia contra las mujeres. Lamentablemente ya sabemos todos y todas que esa es la realidad y las piezas artísticas, en ese sentido, son un puro reflejo de la realidad social. No sé qué decirte que no sepamos todos porque enchufas la televisión y día sí y día no, lo llaman violencia de género, o violencia doméstica, o terrorismo doméstico, como quieran llamarle pero todavía los señores siguen matando a las señoras como un goteo, día a día, todos los días. En el nivel simbólico también ocurre lo mismo porque tener una situación de opresión, que prácticamente la mitad de la población tenga en situación de subalternidad a la otra mitad de la otra población eso genera una gran violencia simbólica, desde luego.
Otras obras son polémicas, como la de Orlan, que se opera ante la cámara. Algunas voces dicen que lo suyo es una defensa de la cirugía estética pero otras consideran que es una forma de crítica. ¿Cuál es su lectura como comisario de la exposición?
Yo leo su obra… para empezar utiliza el cuerpo como materia artística, es muy interesante y me temo que, ya hay bastante documentación, que nos lleva a pensar que lógicamente, lo que está haciendo Orlan es cuestionar esos estereotipos, desde varios puntos de vista. No es algo tan sencillo cómo decir “está en contra de la cirugía plástica porque…”. Evidentemente, hay unos tipos que se van privilegiando en según que época histórica, o en qué década, pues ahora lo que se lleva es este volumen de pecho, o de pómulos, o de labios, o de color de pelo o lo que sea… no solamente eso sino que piensa el cuerpo como algo estereotipado y muy confeccionado, una cosa muy construida culturalmente.
“La justicia social es algo que deberíamos perseguir todas y todos”
El catálogo cuenta con la firma de personas relevantes del feminismo. ¿Fue difícil convencer a esas grandes plumas para formar parte del catálogo?
No fue nada difícil convencer a Amelia Valcárcel, ni a Lourdes Méndez, ni a Griselda Pollock, ni a Linda Lochlin, ni a Maura Reilly… (ríe), porque nos conocemos de esa andadura común, de trabajar en el mismo campo aunque desde diferentes posturas, evidentemente ellas son también mis heroínas. Por eso te decía que esta exposición en realidad es fruto de un trabajo de muchos años, no solamente en el sentido de proyectos sino de relaciones de trabajo, en el campo, y que al final… pues evidentemente no llamas a Amelia Valcárcel, ni a Griselda Pollock, ni a Lourdes Méndez para que te escriban un texto el día anterior. Ya te conocen porque has trabajado en otras ocasiones en común y en ese tipo de cosas.
Antes de terminar, descúbrame que es lo que ha encontrado en el arte feminista para que le haya dedicado la mayoría de su carrera profesional.
No sólo en el arte sino en el feminismo, veo una experiencia liberalizadora. La descripción que hace de la realidad social y a nivel simbólico, cultural, a todos los niveles… el feminismo es un mapa que creo que coloca muy bien los continentes, los países, te da una explicación yo creo que muy lógica de cómo está organizado el mundo. Eso por una parte. Y por otra parte, su intención transformadora es muy contagiosa y más hablando dentro del paradigma democrático. La justicia social yo creo que es algo que deberíamos perseguir todas y todos.
Entonces, ¿existe un arte que no sea político?
Todo es político, no sólo el arte (ríe). Ya lo decía Althusser en los setenta.
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La exposición estará en el Museo de Bellas Artes hasta el 9 de septiembre de 2007 (Museo Plaza, 2. Bilbao).
Horarios: De martes a sábado de 10.00 a 20.00 h. / Domingos y festivos de 10.00 a 14.00 h. Lunes cerrado.
Más información sobre ‘Kiss Kiss Bang Bang. 45 años de arte y feminismo’:
• Un recorrido por la exposición
Puedes descargarte el dossier completo de la exposición
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Fotos: Cedidas por Xabier Arakistain
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Cultura – Exposiciones – 19 julio, 07 (AmecoPress)
Documentos
Comisario - Muestra de Bilbao "Kiss kiss bang bang" | Xavier_Arakistain.mp3
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