El discurso contra el aborto responde a una actitud reactiva contra la libertad de las mujeres
El feminismo perfecciona las democracias actuales pero, frente a los avances en las libertades, siempre se producen discursos reactivos. La agenda política de las mujeres se negocia de manera permanente y eso significa que no existe el reconocimiento de los derechos de las mujeres y esta negociación sistemática implica la debilidad de las mujeres como sujetos políticos y la consideración de que no hay derechos reconocidos.
Es la opinión de Alicia Miyares, doctora en Filosofía y consejera técnica de la Unidad de Mujer del Ministerio de Educación, que mañana intervendrá, con la ponencia “Ciudadanía y feminismo”, en el ciclo de formación continua sobre Igualdad y Políticas Públicas, organizado por la secretaría de Políticas de Igualdad del Partido Socialista de Madrid.
Alicia Miyares pone como ejemplo la polémica suscitada en torno al aborto que, a su juicio, debería ser un derecho, y sin embargo sigue formando parte de la vindicación feminista de los derechos sexuales y reproductivos. “Está continuamente sometido a polémica, y esto nos indica que no hay consideración de que sea un derecho”.
La filósofa considera que el aborto tiene demasiadas limitaciones que impiden que sea un derecho desde el momento que hay acotaciones, como las de los supuestos de la legislación española. “Si el aborto fuera un derecho, no estaríamos a expensas de reabrir el debate, como no se reabre la polémica sobre si las mujeres pueden o no votar, o si los negros son iguales a los blancos”, manifestó.
Miyares explica la aprobación de derechos siempre ha estado acompañado de polémica: “No recuerdo ningún logro civil o político que no se haya conseguido con resistencia, como el caso de la abolición de la esclavitud, el derecho al voto, etcétera. Pero una vez que es reconocido como tal, es irrevocable”.
La paridad, es decir, el derecho a que haya una participación equilibrada por sexo en las instituciones “es un derecho que deja de serlo en el momento que intuimos que no existe un consenso que lo apruebe”. Por ello, en la siguiente legislatura, dependiendo de lo que suceda, “podemos encontrarnos con instituciones paritarias o todo lo contrario”, mientras que si fuera un derecho, sería irrevocable.
Los puntos básicos de la agenda de las mujeres se están negociando de manera permanente. La educación, no sólo desde el acceso sino en la presencia de las mujeres en el saber y en los puestos autoridad del conocimiento está siempre a debate, como la agenda feminista sigue negociando el acceso al poder, el derecho a la no violencia y a la independencia económica, y “esto es un indicador de que las mujeres no somos sujetos políticos plenos y que no existe el reconocimiento de derechos de las mujeres”.
Alicia Miyares asegura que en España, en este momento, ante los logros que visibilizan a las mujeres se están produciendo unos “discursos reactivos bastante peligrosos, y el más importante el que procede de las religiones, que siempre van en contra de las libertades de las mujeres”.
Respecto a la aprobación de nuevas normas a favor de la igualdad, sostiene que “estos cuatro años en España han sido más simbólicos que pragmáticos”, pues leyes como la de Igualdad están orientadas a desactivar las normas sexuales que diseñan funciones diferenciadas para mujeres y para varones. “Sin embargo, a la vez que tenemos un mapa legislativo que tiende a la igualdad de género, se produce un discurso reactivo, religioso o biológico, que intentan frenar cualquier avance”, concluyó.
Alicia Miyares trasladará mañana sus reflexiones sobre democracia, ciudadanía y representación de las mujeres en la política a las personas, la mayoría de ellas políticas en activo, que participen en el módulo “Feminismo y Ciudadanía” perteneciente al Ciclo de formación continua sobre igualdad que está desarrollando el PSOE madrileño.
Autonomías – Política y género - Feminismo – 11 enero, 08 (AmecoPress)