El Instituto de la Mujer presenta un manual para mujeres reclusas
Madrid, 28 ene. 2011. En el Centro de Estudios Penitenciarios, la directora general del Instituto de la Mujer, Laura Seara, junto con la secretaria general de Instituciones Penitenciarias, Mercedes Gallizo, presentaron esta mañana, el Manual “Sermujer.eS”.
Este manual es una herramienta de trabajo diseñada para la puesta en práctica de un Programa de intervención con mujeres privadas de libertad, con el objetivo de prevenir la violencia de género.
La presentación se realizó en el marco de la celebración del Curso “Prevención de la violencia de género para las mujeres en los Centros Penitenciarios”, dirigido a las personas profesionales que van a desarrollar el programa de intervención con mujeres privadas de libertad que han sido victimas de violencia de género que están en riesgo de ello.
El programa se pondrá en marcha en 13 centros penitenciarios, y será desarrollado por un equipo multidisplinar formado por educadores, trabajadores sociales, personal sanitario, juristas, miembros de redes sociales y psicólogos.
Por otro lado, el programa se realizará en dos sesiones semanales durante un año. Algunos de los temas que serán abordados en este programa son la construcción de las identidades de género, la autoestima, la sexualidad, las relaciones de pareja y los mitos del amor romántico, los tipos de maltrato, entre otros.
En el desarrollo de este programa se empleará el manual “Sermujer.eS”, realizado por profesionales penitenciarios, del Instituto de la Mujer, del mundo universitario y de ONG´s que trabajan en prisiones. Diversos estudios afirman que el 80 por ciento de las mujeres reclusas han sido victimas de violencia de género antes de su ingreso en prisión, en sus familias de origen o en la adquirida.
En este contexto, Laura Seara, expresó que “algunas investigaciones han puesto de manifiesto que un porcentaje elevado de ellas son o han sido victimas de violencia de género en diferentes manifestaciones, han sido victimas de una violencia psicológica, de una violencia física y también de una violencia sexual”.
“Otro dato que es importante tener en cuenta es el juicio social, que sanciona más severamente en la acción de las normas por parte de las mujeres que de los varones. Y esto se ha constatado a través de diversos estudios que señalan que a las mujeres privadas de libertad, les genera una escasa confianza en ellas mismas, respecto de sus capacidades y habilidades, para superar y enfrentar esta situación” precisó Seara.
or otra parte, la directora general del Instituto de la Mujer expresó que “la violencia de género puede considerarse como uno de los factores que forman parte de su proceso de inclusión social, previo incluso a su entrada en prisión, y esto precisamente plantea dotar a las reclusas de recursos que les ayuden a mejorar sus capacidades y afrontar las dificultades que les supone la condena”.
“Por esto, el trabajo que realizamos para erradicar la violencia machista. Tenemos que tener muy en cuenta aquellos colectivos de mujeres que están en situación de vulnerabilidad, aquellos colectivos de mujeres que sufren múltiples discriminaciones, entre esos colectivos se encuentra las mujeres privadas de privadas de libertad” añadió Seara.
Foto archivo AmecoPress.
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Estado español – Educación – Coeducación – Formación en género – Instituciones de Igualdad – Violencia de género; 28 enero (11); AmecoPress