El Defensor del Pueblo investiga el caso de una anciana argentina expulsada de España
Madrid, 02 ago (10). AmecoPress Hace 25 días Barajas rechazó a una mujer de 88 años que venía de Argentina a visitar a su familia española. Ada Ghiara lleva 30 años viniendo a España a ver a los suyos y es la primera vez que se le impide la entrada. Su hijo Hugo, español, en declaraciones a AmecoPress advierte que el caso es una expresión de un “conflicto frecuente y encubierto en los aeropuertos españoles”.
"Nosotros sabemos que el pueblo español no es como esa persona que nos maltrató en Barajas", expresa Ada Ghiara a los medios de comunicación. Recién recuperada de un cáncer y con dolencias cardíacas, sufrió las peores 48 horas de su vida: aterrizó el pasado 6 de julio en Madrid para pasar como todos los años los meses de verano con sus dos hijos y seis nietos, que viven en Málaga. Pero las autoridades sólo le dejaron salir del aeropuerto Barajas en una dirección: tras ocho horas de estrés y conmoción, embarcó de vuelta a Buenos Aires.
El Defensor del Pueblo ha anunciado que abrirá una investigación sobre el posible maltrato al que se sometió a esta anciana y a su familia, asegura Hugo Ghiara, que no pudo asistir a su madre mientras estuvo retenida en el aeropuerto.
El motivo principal por el que no dejaron entrar en España a Ada fue que no traía consigo una carta de invitación de la familia que la acogería durante sus vacaciones; nunca antes se la habían pedido y, según explica Hugo “parece que no es un requisito imprescindible en los casos en los que se tiene familia española, como es mi madre”.
Otro de los impedimentos es que la anciana tenía previsto estar en España cinco meses, según indicaba su billete de avión, mientras que el plazo máximo permitido para turistas es de tres meses. Además las autoridades le pidieron que probara que tenía 60 euros por cada día de estancia, y ella “sólo” llevaba encima 3000 euros. De nada sirvió la palabra de sus propios hijos, los que le darían hospedaje, por mucho que ellos trataron de comunicarse con las autoridades.
"Les trataron como a delincuentes, no les dieron ni un vaso de agua”, asegura Hugo, que esperó durante esas ocho horas a que su madre cruzara el umbral de la puerta de salida de la zona de recogida de equipajes, mientras llamaba insistentemente al último número del último responsable de la entrada de extranjeros del aeródromo.
Ada y su familia denunciaron su caso ante el Defensor del Pueblo y han enviado diversas cartas, entre ellas al presidente, José Luís Rodríguez Zapatero, y otra al rey Juan Carlos. También pusieron en conocimiento de la situación a la embajada argentina e incentivaron su difusión por distintas vías.
La experiencia circuló por las redes sociales, produciendo un efecto dominó que llegó a periodistas y medios de comunicación. “Todo cobró un volumen para mi impresionante, al ver el afecto y solidaridad que cientos de personas, tanto españolas como argentinas, nos hacían llegar. Las entrevistas, los testimonios, se sucedieron estos días y fueron portada en grandes medios, TV y radio, también las agencias de prensa se hicieron eco de la noticia multiplicando el efecto. Todo esto iba más allá de un hecho puntual, destapando una situación que viven muchos argentinos y extracomunitarios que ven frustrada su entrada a España debido a los procedimientos y leyes actuales de extranjería”, afirma Hugo.
Consecuencias
Ahora, la preocupación de la familia de Ada se centra en evitar que las consecuencias previstas por la ley en caso de expulsión caigan sobre su la anciana. “Parece que mi madre no puede venir a España en un plazo mínimo de cinco años”, dice su hijo.
La denuncia sigue corriendo de boca en boca. “Parece que algún diputado presentará una pregunta al Congreso Español sobre el tema, con lo que eso podría relanzar la denuncia y el pronunciamiento de los partidos políticos en España”, informa Hugo. “También he visto en Internet que se informará al Senado de la Nación en Argentina, y espero que el caso siga apareciendo en prensa y suscite la reflexión y la acción de tanta y tanta gente que cree que hay que cambiar las leyes y construir otro tipo de mundo”.
Fotos archivo AmecoPress, cedidas por Hugo Ghiara. Pie de foto: 1) Ada Ghiara
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Internacional - Sociedad – Mujeres inmigrantes – Derechos Humanos; 02 agosto (10); AmecoPress