Egipto, vientos de acoso; Juárez, vientos de muerte
New York.- 02 mar. 11. AmecoPress.- El viento impulsa, furioso, otro “comportamiento social” de poder: es la violencia que en ocasiones sólo retumba, o hace tambalear, mover, alejar, atrapar, pero que en ocasiones maltrata o hasta mata a las mujeres.
Ni un solo día pasa sin que acontezca algún acto de violencia en contra de alguna de nosotras, aún en los momentos en que cunde la alegría con la caída de los dictadores o aún viviendo en las “democracias”… Ese viento de poder masculino viene del sur, del norte, de oriente u occidente, y mata, y por eso la alerta está puesta, así vivimos las mujeres en todo el mundo, la alerta no deja de sonar…
En El Cairo, Egipto, el día en que cayó su dictador, empujado, sacado por la fuerza del cambio revolucionario, en el escenario de la celebración, Gigi Ibrahim declaraba a la televisión pública PBS: ‘No quiero que este momento termine, no quisiera que acabara este momento de victoria, es muy dulce”, como relataron la revista TIME y el programa Frontline. Pero en ese mismo escenario, Lara Logan, periodista de CBS, denunció que mientras se realizaba el festejo, fue separada de su equipo periodístico y vencida sufrió ‘un brutal y sustancioso asalto sexual’.
Ese ataque contra Logan reveló lo que las mujeres egipcias experimentan y viven en la llamada ‘cultura de intimidación sexual’, de la cual da cuenta un reporte de 2008 sobre ese tipo de violencia en El Cairo, donde 83 por ciento de las interrogadas denuncio haber sufrido acoso sexual.
Al respecto, Nihael Elwan, del Banco Mundial y trabajadora de las Naciones Unidas, admitió ante PBS que en Egipto domina el acoso y la intimidación sexual, que es una realidad en casi todas las mujeres egipcias, ricas o pobres, en el transporte público, en la calle, al hacer las compras, sin importar la condición social.
Se acosa e intimida también verbalmente, pero a diferencia de otras partes del mundo, incluido el llamado mundo occidental, este acoso prevalece sin importar en qué ciudad estés, si ésta es turística, o es un día festivo, de todas maneras vas a ser acosada.
Tampoco te libras del acoso si vistes tu hijab, o el completo nigab, o si vistes al estilo occidental, o “provocativamente”.
¿Por qué? Se le inquirió. Y responde: la gente de Egipto, han pasado por décadas difíciles económicas, pobreza. En esencia, pienso que los hombres están completamente sin poder y la única manera que tienen para sentirse dueños o sentir la esencia de hombría es sintiéndose dueños de las calles.
La calle se ha convertido en territorio de hombres. Las mujeres que deciden ir ahí, caminar por las calles, son un desafío para el patriarcado. Acerca de las denuncias de acosos sexuales, Nihal Elwan dijo, que ‘esto es algo que todas saben, pero nadie habla de eso, ciertamente no se reporta, porque es así como vives. Y si reportas un acoso a la policía, se ríen de ti y nada pasa.
Desde hace unos tres años, algunas organizaciones no gubernamentales están hablando del tema, dice Elwan, por lo que espero que su discusión traiga consigo una legislación en contra del acoso sexual, pero desgraciadamente en el nuevo comité de gobierno no se nombró a mujer alguna. Espero, dice, que en la nueva era egipcia se cuenta con mujeres.
Con todo esto, la hermana de Gigi, Aziza, lloró por más de dos horas la caída del dictador Mubarak, porque para ella era como su padre, su abuelo.
La tía de Gigi, ya mayor de edad, decía que los muchachos haciendo la revolución estaban destruyendo al país e increpaba a Gigi diciendo que si era egipcia, y no estadounidense, por qué estaba en contra de su país y su tierra.
Gigi respondió: no estoy en contra de mi tierra, estoy con mi tierra, con la nación, con la gente. Estoy en contra de mal régimen, de la dictadura y del tirano.
Viento en el norte mexicano
Del sur de Estados Unidos sopla un viento y se encuentra con el del norte mexicano, el de Ciudad Juárez, donde el aire huele a muerta. Un sitio donde contrastan la oportunidad y la pobreza, la promesa con la desesperación, el amor y la violencia, de sexo e iglesia, la hermosura y el miedo.
Es territorio de frontera, que a diario se ha convertido en noticia nacional e internacional, donde las manos de sus miles de habitantes hacen señas desesperadas de llamado urgido de ayuda.
Es el lugar de las muertas, el lugar donde han sido asesinadas cientos de mujeres, y ahora, con la llamada lucha contra el narcotráfico, mueren también niñas, niños, jóvenes, ancianos. Las muertas, parte del escenario de Juárez, que el periodista Ed Vulliamy, ha llamado la ciudad más peligrosa del mundo.
”Amexica”, se llama el libro de Vulliamy, historia extraordinaria de terror, que narra la sistemática muerte de mujeres de Juárez, donde hoy impera el narco y una presunta guerra para acabarlo…
En su capítulo 6, ‘Viento de Cuchillos’, habla de eso, de crímenes desde 1998. Y también comenta lo que ocurre en la ciudad gemela de Juárez, El Paso, espacio en el que se da un millón de cruces al día y el comercio es del orden del billón al año, con más de cinco millones de cruces de camiones de carga, mientras en Juárez la riqueza es la mano de obra barata.
Películas, reportajes, corridos, y promesas nacionales e internacionales de intervención para hacer justicia a las muertas. Gloria Anzaldúa llama a la frontera. ‘Herida abierta’.
Y en este reportaje, donde se narra ‘Viento de Navajas’, ese viento con olor a muerta, Cecilia Ballí, periodista y antropóloga, que da cátedra en la Universidad de Texas, expone:
‘Las muertas de Juárez revelan un particular estilo de asesinato. El hecho de que muchos de los crímenes son sexualizados y de varias formas relacionados en términos generales con la ola de violencia que vemos ahora en contra de hombres y mujeres. Esto tiene que ver con una expresión de poder. Particularmente con la forma de poder masculina.
“Este tipo de violencia es escalofriante, y pienso que últimamente los feminicidios son señales de la crisis de la masculinidad en Juárez. No una crisis de mujeres’.
La antropóloga afirma en su declaración a Vulliamy: ‘los asesinatos de mujeres en Juárez es cosa de poder más que cosa de placer sexual. El ‘estilo’ de violencia demuestra un tipo específico del hombre que lo lleva a cabo en una completa dominación de la otra persona’.
En sí, ‘estilo’, no es una palabra que utiliza suavemente al tipo de crimen. Pues para ella es un ‘comportamiento social’ de ‘poder’. Es el de la nueva generación de los jefes del narco, y del pie de los soldados. Antes, dice, era una violencia funcional y hoy se explaya públicamente la masculinidad del poder, esto, no es lo que usualmente pensamos que es como machismo.
Es una relación de los dos, explica, violencia protagonizada entre narcotraficantes, militares, policías y gente, y que en el mundo de las drogas es altamente sexualizada.
En Juárez, si una mujer desparece y luego la encuentran asesinada, las autoridades dicen: ‘La chavala andaba da cabrona’. Así es en Juárez.
Foto: Archivo AmecoPress
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Internacional – Opinión – Mujeres del mundo – Violencia de género – Violencia sexual – Derechos Humanos. 02 mar. 11. AmecoPress.