“Desde la llegada el PP al Gobierno se ha perdido tensión ante la violencia de género”

30 de julio de 2015.

Por Gloria López

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Entrevista a Ángeles Álvarez, portavoz de Igualdad del Psoe en el Congreso


Madrid, 29 julio. 15, AmecoPress. Desde julio de este año Ángeles Álvarez es la portavoz de Igualdad del Psoe en el Congreso, sustituyendo a Carmen Montón. Pero ha trabajado, y mucho, dentro de esa Cámara y aunque es posible que se la recuerde especialmente por haber sido la primera mujer que se declaró públicamente lesbiana siendo diputada, su labor en política busca sobre todo materializar las propuestas del Feminismo, movimiento en el que milita desde que tenía 17 años y que define su manera de entender el mundo. Activa, traduce su dilatada experiencia en temas como la violencia de género o la lucha por los derechos sexuales en charla concentrada y ágil. Estudiosa, propone nuevas reflexiones feministas para desentrañar el sistema de creencias y valores que amenaza con limitar el avance de las mujeres y cuyas consecuencias se expresan también en el campo político, un escenario en el que ella se mueve bien.

Acabas de llegar a la responsabilidad de la portavocía de Igualdad del Psoe en el Congreso. ¿Cómo ha sido tu entrada?

Yo ya había estado en la mesa de la comisión y estos últimos meses como vocal. Estamos a final de la legislatura y hemos hecho un buen trabajo en la comisión, creo que hemos sido el grupo parlamentario que más actividad y más prioridad ha dado a los temas de igualdad. Estoy muy satisfecha con la labor desarrollada a lo largo de la legislatura en materia de igualdad y en lo personal me siento muy orgullosa de que el Psoe haya depositado su confianza en mí para este último tramo.

Recientemente se ha aprobado la reforma de la ley del aborto que afecta especialmente a las más jóvenes. ¿Cuál es tu punto de vista acerca de esta modificación que se ha introducido en el último tramo de la legislatura?

Durante toda la legislatura hemos tenido una actividad muy intensa en esta materia. Nuestro grupo ha presentado numerosas propuestas, ha realizado una labor de control al gobierno en muchas ocasiones, realizando preguntas casi todas las semanas. La situación es que de facto el PP ha aceptado la Ley del Aborto del 2010, excepto un artículo que hace referencia a la posibilidad de que las menores aborten tomando en consideración su decisión de manera exclusiva. Ese artículo, reconoce el derecho, después tiene un segundo párrafo en el que condiciona a que se informe a los tutores legales, pero introduce una excepción para proteger a aquellas mujeres que se encuentran en situación de victimización, desamparo, desarraigo, y distintas situaciones perfectamente definidas.

Una de las cosas que llama la atención de la ley del partido popular es su mala calidad en términos técnicos. Una de las cosas que hace esta reforma del partido popular es primero, atacar un derecho que tienen las jóvenes a decidir sobre su cuerpo y su maternidad, pero además, desde el punto de vista técnico, está mal planteada, porque lo que ocurre es que si una joven quisiese pedir amparo al estado y a la justicia porque no está de acuerdo por ejemplo con que sus progenitores le impongan un embarazo no deseado, lo que se va a encontrar con un itinerario que en términos de tiempo es imposible y por tanto, sería muy difícil que los juzgados resuelvan en tiempo, antes de las catorce semanas que la ley permite. Por tanto, es una ley mal planteada que condena a algo más de 500 mujeres jóvenes al año que están en esas circunstancias de vulnerabilidad y victimización a una situación absolutamente insoportable porque van a condicionar su vida y su futuro imponiéndoles una salida que no quieren.

Y también derivándolas en muchos casos a abortos clandestinos.

Claro, la consecuencia lógica de impedir o de no hacer una prestación sanitaria segura en materia de aborto lleva aparejado que quien no desee esa maternidad busque cualquier método para evitarlo, y ya sabemos lo que supone eso: clandestinidad, inseguridad sanitaria y riesgo. Posiblemente, no nos encontraremos con situaciones estéticamente tan duras como las que nos encontramos en los años 70, porque la farmacología permite en estos momentos recurrir a otro tipo de interrupción del embarazo, que sigue poniendo en riesgo, si no se hace con control sanitario, la salud de las mujeres -tenemos ejemplos sobrados en América Latina y países donde hay leyes restrictivas-. Por tanto, las jóvenes buscarán salidas y la responsabilidad de esos riesgos sanitarios y la responsabilidad de los riesgos incluso para su vida recaerá en el Partido popular. Nosotros tenemos que, como hicimos en 2010, buscar acuerdos suficientes para dar una salida a la situación y que la voluntad de las mujeres jóvenes se imponga sobre los deseos de terceros, porque lo que sucede es que hay alguien que toma la decisión, pero las consecuencias de esa decisión las pagan otras personas. Quien se queda embarazada es la única persona que tiene capacidad para decidir si continúa el embarazo o no, ni progenitores ni jueces, esos tiempos ya los pasamos.

Violencia de género

Este mes es especialmente trágico en cuanto al número de mujeres asesinadas a manos de sus parejas o ex parejas. Pero pareciera que seguimos sin reaccionar. Si fueran políticos, empresarios o futbolistas quienes hubiesen perdido la vida violentamente, ¿qué pasaría?

Desde la llegada el PP al Gobierno se ha perdido tensión ante la violencia de género. Una de las reivindicaciones y de las estrategias frente a la violencia machista es tener tensión social. El rechazo social es fundamental y hay que promoverlo desde la sensibilización, las campañas de información y el compromiso político. Resulta sorprendente que el presidente del gobierno haya hecho referencia a la conmoción que le ha producido un crimen en el último año de la legislatura, el mes pasado, mientras que veníamos de una situación en la que los representantes políticos estaban muy tensionados con este tema, que tenía mucha importancia. El PP desde que llegó, lo primero que hizo fue pegarle un hachazo presupuestario a todo lo que tenía que ver con la prevención, lo cual es un gran error, porque ellos pensaban que con las medidas paliativas era suficiente. Eso tiene que ver con un modelo de intervención frente a la violencia, no es nuevo. En lo que tiene que ver con intervención hay un modelo progresista y un modelo conservador. El modelo conservador ha apostado siempre por paliar las consecuencias de la violencia y el modelo progresista ha apostado siempre por prevenir las situaciones que generan la violencia, por supuesto también trabajando sobre la reparación del daño, pero trabajar exclusivamente sobre la reparación del daño a las víctimas no soluciona el problema de la violencia. Cuando alguien asume la gestión de la cosa pública no tiene solamente que trabajar en solucionar el problema de una persona de manera circunstancial sino de identificar por qué hay tantas que sufren el problema y trabajar para evitarlo.

Eliminar en su momento casi 5 millones de euros de lo que fueron las campañas de sensibilización fue un error gravísimo y después pues no han tenido grandes iniciativas en esta materia. Han sostenido aquellas cosas a las que la ley obliga lógicamente – por ejemplo, la ley reconoce una prestación económica a las mujeres en un proceso de violencia - pero no han hecho esfuerzos añadidos para que todo el sistema de sensibilización, prevención y protección funcione y se mejore.

Hay varios elementos pendientes: la formación en los juzgados, por ejemplo.

La formación en los juzgados, también la formación del personal sanitario. Los informes estadísticos sobre formación de sanitarios en materia de violencia con la llegada del Partido Popular son demoledores. Fue entrar en el gobierno y eliminar la formación del personal sanitario para poder detectar la violencia en consulta. Nosotros hemos presentado muchas iniciativas en materia de violencia de género. La primera, en un orden cronológico, fue referida a los huérfanos de la violencia machista y nos votaron en contra, no porque tenga una repercusión económica (hablamos de una media de 40 menores al año, en términos económicos, lo que pedíamos es insignificante) sino que es una cuestión de insensibilidad absoluta. Lo único que aceptaron es que las estadísticas recogieran ese dato.

Hemos presentado numerosas medidas y no han sido apenas tenidas en cuenta por parte del PP. Por ejemplo, en materia sanitaria presentamos una modificación para que las bases de datos comenzasen a identificar en los procesos de tamizado que se hacen en las consultas a víctimas de violencia. Hemos pedido de manera insistente que rearticularse algo pendiente para incorporar al sistema VIOGEN agentes muy importantes, además de fiscalía, policía y juzgados, como son los centros de atención a la mujer y los centros sanitarios.

Tenemos algunos crímenes, que estaban anunciados. Tenemos un caso en Almería que hemos llevado al defensor del pueblo. Otro caso en Málaga –la denuncia llegó al juzgado que le correspondía un día después de que la mujer fuera asesinada-. No puede ser que una mujer demande ayuda al estado y el estado, por cuestiones de procedimiento, sea incapacidad de dar ayuda en tiempo.

El protocolo policial de VIOGEN dice que la policía tiene que remitir a la Secretaría de Estado de Interior un informe de todos los casos graves y todos los casos mortales. ¿Qué vocación tiene eso? La de identificar cuáles fueron las situaciones que provocaron el incidente fatal, es decir, qué es lo que no funcionó. Porque estamos hablando de que en el último ejercicio del 30% - ha habido un aumento de este porcentaje- de las mujeres que murieron asesinadas se habían acercado al sistema de alguna manera. Bueno, sobre eso sí tenemos responsabilidad. No tiene disculpa que mujeres se acerquen, demanden apoyo y seamos incapaces de dar una respuesta eficaz. Un 30 por ciento es mucho. Hay que identificar los errores para corregir. Si tenemos mucha información pero no somos capaces de sacar conclusiones, no tiene sentido.

Siguiendo de sobre este tema, quería preguntarte sobre el caso de Ángela, cuya hija fue asesinada por su padre, a pesar de que ella lo advirtió en muchas ocasiones. Hay un informe que recomienda al Estado español hacer ciertas revisiones, cambios y reparaciones para que este caso no vuelva a repetirse, pero de momento no ha habido ni tan siquiera una disculpa.

Este caso se produjo antes de la aprobación de la Ley Integral. Hay cosas que aparecen en el informe de Naciones Unidas que ya se corrigieron. Pero otras, no solo no se han corregido sino que hay resistencias a ello. Mencionaba antes la propuesta socialista de adoptar una serie de medidas para la protección de los menores. Para nosotras esto ha sido un tema prioritario, porque detectamos situaciones intolerables, jueces y juezas que están dando la custodia a padres con sentencias firmes por malos tratos. Esto es intolerable y solamente puede atender a una connivencia por parte de los jueces para doblegar la voluntad de las mujeres. Dar la custodia de los hijos a un violento es un despropósito. El Partido Socialista propuso una iniciativa en la que introdujo la modificación que permitiría a los jueces –que ya pueden hacerlo, otra cosa es que no lo hagan- no dar la custodia a un violento. No solo la custodia en exclusiva, sino que también hay que cuestionar las visitas en los casos de malos tratos, porque están sirviendo como hilo conductor hacia la víctima. Muchas veces las visitas terminan siendo el vínculo que impide romper la relación con el violento y por tanto se termina convirtiendo en un instrumento coercitivo hacia las mujeres, y esto es gravísimo. Tenemos que legislar o mejorar la legislación para acabar con esto, porque los jueces tienen la posibilidad de hacerlo pero la verdad es que no lo hacen.

El caso de Carreño es paradigmático de cómo no se debe tratar la violencia de género y lo grave es que el Estado no esté dispuesto a asumir responsabilidades y a cambiar lo necesario para que algo así no se vuelva a repetir.

"Un país que renuncia a la maternidad está condenado a morir"

¿Cómo ha afectado la crisis y las políticas de austeridad a las mujeres? ¿Por qué estas situaciones de crisis económicas se utilizan una vez más para postergar las reivindicaciones feministas?

Lo que ha sucedido con la crisis es que el Estado ha dejado de responsabilizarse de cuestiones esenciales. El Estado de Bienestar significa que parte de la responsabilidad en términos de cuidados son asumidas por el Estado por ejemplo, a través de la sanidad y la educación públicas y gratuitas. Hoy todo eso se está atacando y esa parte de responsabilidad la asume “alguien”. Es un eufemismo decir “las familias asumen los cuidados”, en realidad lo correcto es “las mujeres asumen los cuidados”. Eso es lo que está pasando. Y todo esto juega en detrimento de sus oportunidades, mientras el conjunto de hombres se aprovecha del trabajo no pagado a las mujeres.

El conjunto de los derechos de las mujeres está en riesgo: aumenta la brecha salarial, no hay igualdad de oportunidades, los contratos laborales más precarios con asumidos sobre todo por las mujeres. Todo ello significa dependencia y vulnerabilidad. Y también, como consecuencia, se renuncia a la maternidad y un país que renuncia a la maternidad es un país condenado a morir. La demografía es importante para la supervivencia de un país, pero es un asunto de Estado, social, porque el tema no es tener un niño, sino quién lo cuida. El obstáculo son los cuidados que no son compartidos por los varones ni apoyados por el Estado.

Pero es un debate que necesita profundidad, porque también aparecen unas recetas para solucionar el tema que dan miedo.

Efectivamente. Para que las mujeres tengamos hijos y seamos independientes económicamente el Estado tiene que asumir las tareas que hasta ahora lastran a las mujeres. Y la otra opción es volver a los años 50 y un Estado que relega a las mujeres a la casa, no hay más que ver un mapa del mundo, pierde en todos los sentidos. No ha habido nadie que haya hecho un discurso de Estado en relación a esto. Uno de los siguientes pasos que tiene que dar el Partido Socialista en materia de agenda es sentar a la gente de este país a hacer una reflexión conjunta sobre la importancia de que demos ese paso. Y eso significa asumir que esto es un compromiso colectivo. Es algo que lo ha entendido muy bien los países del norte.

Hay una cierta preocupación en el Feminismo ante el hecho de que las fuerzas políticas emergentes, incluso las más progresistas, no estén dando demasiada importancia a las demandas de las mujeres y a la lucha feminista. ¿Cómo lo ves tú?

No me ha sorprendido. Yo he seguido muy de cerca esos movimientos emergentes que luego se han convertido en partido y desde luego, feministas no eran. Es más, ha habido pronunciamientos por parte de algunas lideresas de esas fuerzas emergentes que han planteado que asuntos tan importantes para el feminismo como el aborto son elementos que no tienen capacidad transformadora de la sociedad y que por tanto para ellos no eran de interés –Bescansa léase- . No se lo han creído.

Una de las cosas por las que yo estoy en Partido Socialista es porque ha sido el partido que ha incorporado en su agenda de manera más clara y definida la agenda del feminismo y el feminismo de la igualdad en definitiva es la estrategia del feminismo para hacer que aquellas cuestiones básicas del movimiento de mujeres se incorporen en las administraciones públicas. El Partido Socialista ha construido la arquitectura de la igualdad en país, aunque siempre es un edificio en construcción, eso también es verdad. Estos años nos han destrozado o han tratado de destrozar los cimientos de ese edificio que tienen que ver con fortalecimiento del tejido asociativo, una apuesta para que toda la arquitectura institucional incorpore las políticas de igualdad. Por ejemplo que las concejalías en los ayuntamientos más pequeños tengan una concejalía de igualdad, eso es arquitectura institucional a favor de la igualdad y es fundamental porque sólo el movimiento asociativo no puede hacer transformaciones. La gran importancia de las políticas públicas en este país ha sido esta confluencia de intereses y de complicidades entre el movimiento de mujeres y las instituciones. Con toda seguridad para el movimiento de mujeres habrá sido insuficiente y ese es el papel que le toca, pero hemos conseguido grandes cosas.

Me genera muchísima preocupación escuchar algunos discursos como por ejemplo que haya partidos políticos que se definen como partidos políticos de izquierda que aboguen por la legalización de la explotación más antigua de las mujeres como es la prostitución y que estén planteando que en un momento determinado, van a articular ordenanzas que favorezcan esa práctica, porque la legalización no es otra cosa. No me cabe en la cabeza que alguien que se tiene como progresista pueda pensar ni tan siquiera como ejercicio intelectual de entretenimiento que la explotación del cuerpo de una persona puede ser objeto de regulación por parte del Estado. No lo entiendo y sobre todo no entiendo que digan que son progresistas. En el caso del programa de Ahora Madrid, por poner ejemplos concretos, venía avanzar en la regularización de la prostitución en el marco de las competencias en el Ayuntamiento. Yo personalmente estoy muy contenta de que no haya obtenido mayoría absoluta y que en estos momentos es una decisión que dependa el Partido Socialista, que es el que está en estos momentos dando soporte para que puedan gobernar, porque desde luego el Psoe jamás permitirá una ordenanza en esa dirección. Creo que la gente tiene que tomar conciencia. Yo no quiero vivir en un país que piensa que se puede regular el ejercicio de la prostitución, que se puede regular cómo un tercero con dinero accede al cuerpo de una persona.

Tienes una enorme trayectoria feminista. Eres una de las primeras personas que se reconoció públicamente como lesbiana. ¿Te ha perjudicado en tu labor como política?

Yo estoy en el Congreso porque el Partido Socialista apostó por incorporar en sus listas a gente que venía del movimiento feminista. Dicho esto, no dejo de reconocer que en los partidos políticos somos un grupo que no gusta a todo el mundo, aunque en este momento el partido donde las feministas estamos más cómodas en el Socialista, no en vano, es el único partido que se ha definido estatutariamente como feminista. Se creó una comisión de garantías para vigilar y actuar en el caso de disfunciones.

En las redes sociales he recibido más insultos por feminista que por lesbiana, y sin embargo, mi activismo no ha estado tanto en la cosa Lgtb como en el feminismo. Porque creo que el feminismo, como teoría, satisface todas las reivindicaciones en materia de libertades relacionadas con la sexualidad pueda tener, no en vano el movimiento Lgtb ha bebido del feminismo.

Fotos: archivo AmecoPress

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Política – Política y género –Violencia de género – Feminismo – Movimiento feminista – Políticas de Igualdad – Infancia; 29 julio. 15. AmecoPress

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