Con humor y con amor, ’No soy tu gitana’ deconstruye los estereotipos de la mujer gitana

Madrid, 19 may. 22. AmecoPress. - ’No soy tu gitana’ es el primer monólogo teatral que deconstruye la histórica imagen pública de las mujeres gitanas. Es una obra interpretada por Silvia Agüero, dirigida por Nüll García y escrita por ambas. Pamela Palenciano ha acompañado a Agüero en el trabajo actoral. La obra se estrenó ayer, 18 de mayo, y estará en el Teatro del Barrio, en Lavapiés, hasta el 29 de mayo.
Aunque el Pueblo Gitano lleve casi 600 en España, los estereotipos hacia estas personas siguen presentes en las mentes del resto de la sociedad. La historia de este pueblo ha sido borrada e invisibilizada. La Asociación Pretendemos gitanizar el mundo, de la que forma parte Agüero, lleva tiempo investigando y tratando la historia del Pueblo Gitano. Han escrito varios libros y han creado también un taller sobre la historia de las mujeres gitanas. "La historia del Pueblo Gitano ha sido maltratada", subraya Agüero. Esta vez, Agüero ha querido ir un paso más allá y crear otra forma de contar la historia: "Una obra de teatro es una manera bonita de contarla, una forma muy diferente a la del taller".
Era necesario que esta obra se creara: "Aunque sea una vergüenza que sea tan tarde, es una alegría poder hacerla, es el momento". Con humor y con amor, quieren contar cómo las personas payas poderosas han ido construyendo el estereotipo de la mujer gitana y el racismo que le acompaña, ese estereotipo que obedece a unas lógicas patriarcales, machistas, de dominación.
"Nos parecía importante sacar a la luz de dónde puede venir este antigitanismo que tenemos tan interiorizado y tan dentro de nosotras", explica García, "parece que está dentro de nuestra cultura pero no, esto no tiene por qué ser así". Para crear la obra, la directora explica que primero han tenido que analizar su propio antigitanismo: "Era doloroso contarlo y ponerlo en voz alta, porque era duro ver cómo a lo mejor hacía dos semanas habíamos tenido un comportamiento antigitano". García admite que le incomodaba y le daba vergüenza no conocer esta parte de la historia. "Reconocerte como racista no mola nada, este racismo mío duele y hace daño a otras personas, o lo cambias o seguirás haciendo daño", subraya.

Probablemente, la mayoría del público que vaya a ver el teatro sea paya, por lo tanto, García dice que "tendrán una mirada que conforma potencialmente la parte opresora de la historia, porque culturalmente somos bastante antigitanos todos y todas". Para que los y las espectadoras no se sientan atacadas, han decidido basarse en el humor. Quieren que la gente aprenda y salgan con buena sensación del teatro.
Una obra muy apoyada
’No soy tu gitana’ es una producción del Teatro del Barrio y de la asociación Pretendemos gitanizar el mundo. "En cuanto le propusimos al Teatro del Barrio esta obra, les interesó mucho y nos dijeron que para adelante", señala la directora de la obra. Además de directora, Nüll García es también actriz y pertenece a la compañía de teatro La Extraña. Cree que la cultura es otro espacio de lucha, "en la compañía tenemos claro que el teatro también tiene que apelar a lo político". Si se hace con sutileza, el teatro es una manera para reflexionar desde otro lugar, "es diferente a leer un ensayo".
Fue Pamela Palenciano, autora y actriz del monólogo ’No solo duelen los golpes’, quien le propuso a Agüero crear esta obra. "Éramos amigas y me dijo que tenía mucha vis cómica, es decir, fuerza cómica", explica Agüero. Comenta que le ha encantado el "máster de interpretación" que le han dado Palenciano y García. "Vi el corto que dirige Nüll, ’Ferrotipos’, y supe que tenía que ser ella quien escribiera conmigo y quien me dirigiera, porque quería esa sensibilidad y sutileza con la que trata en el corto una cuestión tan grande como el machismo". Asimismo, recalca el apoyo recibido por parte de otras gitanas activistas, de familiares, y del "resto del mundo".
’No soy tu gitana’ será el primer monólogo teatral que deconstruya el estereotipo de la mujer gitana. Conforme a Agüero, en España, además de la obra ’Camelamos Naquerar’ en 1976, en la dramaturgia de ninguna obra sobre el Pueblo Gitano ha participado ninguna persona gitana.
El título de la obra lo impuso Agüero, en honor a James Baldwin y su documental ’I am not your negro’. "A Nüll no le di ni opción de debatir el título", se ríe. Cuando estaba viendo el documental, supo que eso era lo que quería hacer: "Toda la sociedad tiene en la mente una gitana que tiene que responder a unos estereotipos y si no los cumples, te dicen que no pareces gitana". Esta obra de teatro quiere desmontar todos esos estereotipos: "No soy esa gitana construida por las mentes de los poderosos, no soy Preciosa ni Carmen ni Esmeralda ni Zemfira, tampoco soy la gitana que te muestran a través de la telebasura".
La mujer gitana en la memoria colectiva subconsciente
"El estereotipo de la mujer gitana está inculcado en la cabeza del resto de las personas y en la memoria colectiva subconsciente", señala Agüero. La literatura antigitana ha generado este estereotipo, construyendo una persona "que da miedo". Según la intérprete, eran la población migrante de la época, "las que detestaba la España Católica". Por ello, las leyes de extranjería recayeron sobre ellas y ahí se han quedado.

La mujer gitana, desde una mirada paya, es vista como una mujer "chunga, medio inmoral, que no cuida bien a las niñas y niños, parece que nos han traído en una nave espacial y nos han soltado aquí". También es percibida como una mujer ladrona. El año pasado, la Asociación de Mujeres Gitanas de Euskadi (AMUGE), organizó un testing en supermercados y centros comerciales de Bizkaia. En 16 de los 20 establecimientos de Bizkaia que visitó la entidad se registraron comportamientos y actuaciones del personal basados en prejuicios antigitanos que respaldan la experiencia cotidiana de persecución que sufren las mujeres gitanas. "Lo mismo ocurriría en cualquier parte del estado, o incluso sería peor", recalca Agüero. A ella le ocurre "cada dos por tres", y la situación empeora si vas con niñas y niños. "Es la imagen de la gitana ladrona de la que hablaba Miguel de Cervantes, han pasado 400 años y seguimos igual, ¡qué aburrido!", expresa.
Para reivindicar todo lo que sufren, es necesario el feminismo gitano. Según Agüero, el hecho de preguntar si el feminismo debe llevar apellido es en sí racista: "Si el sumarle algo al feminismo lo denominas como ponerle un apellido, es porque piensas que el feminismo es tuyo y que es blanco y heteronormativo".
"Las cosas que reivindicamos son muy diferentes a las que otras mujeres sufren, por eso tiene que haber un feminismo gitano, o negro, o islámico, y esto tenemos que hablarlo con las compañeras", añade.
Casi 600 años en España
Los primeros datos históricos que se tienen de la llegada del Pueblo Gitano a la Península Ibérica datan del siglo XV. En 1425, Alfonso V de Aragón concedió una carta de seguro a Juan de Egipto Menor, quien mayoritariamente es reconocido como el primer gitano en llegar a la península. La carta de seguro pedía que fuese bien tratado y acogido.
En 1499, los reyes católicos comenzaron a tramitar las primeras leyes antigitanas que perseguían la desaparición del Pueblo Gitano como cultura. "Desde entonces, en España se han tramitado más de 230 leyes antigitanas que castigaban todo lo que significaba ser gitano o gitana", subraya Agüero y añade que estas leyes iban desde "cortarles las orejas hasta desterrarlas o matarlas".
"El intento de exterminio fue la ley más dura", explica. Este hecho, conocido como La Gran Redada, se registró en verano de 1749, cuando más de 9.000 personas gitanas fueron sacadas de sus hogares y detenidas. Las mujeres gitanas fueron las que más lucharon por revertir su situación, organizando motines y protestas. Esta disposición fue autorizada por el rey Fernando VI. Dieciséis años más tarde, su hermano Carlos III quiso limpiar la memoria de su hermano y "consiguió borrar este suceso de la historia, invisibilizó la Gran Redada".
Agüero denuncia que se haya silenciado todo esto. Por eso, veía necesario contarlo: "Hay que visibilizar la historia que el Gobierno de España, así como todos los herederos de las instituciones, han querido borrar". Conforme a la intérprete de la obra, el antigitanismo es sobre todo un tipo de racismo institucional, promovido desde las instituciones: "El peor racismo es el promovido por el Gobierno".
En abril de este mismo año, la Comisión de Igualdad del Congreso ha aprobado la ley de Igualdad de Trato y No Discriminación que modificará el Código Penal para incluir el antigitanismo como delito de odio específico. Aunque Agüero admita que es un avance, dice que no servirá de nada si las instituciones no tienen una formación y si "realmente es fácil denunciar y si hacen una campaña que promueva la denuncia". Prefiere pensar que no va a pasar y no hacerse ilusiones.
Agüero explica que el tratamiento que profesores y profesoras dan a sus hijos e hijas sería motivo de denuncia, "porque les tratan como personas tontas o diciéndoles que son muy malas", también "la propia policía o la Guardia Civil". Asimismo denuncia las declaraciones de Tomás Díaz Ayuso, hermano de Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid. Díaz Ayuso dijo lo siguiente: "Los Ayuso siempre somos unos gitanos. Tenemos siempre que estar jodiéndola y vendiendo guarrerías. Nunca lo hacemos bien".
Que todos y todas las gitanas sigan vivas es la verdadera resistencia gitana, según la intérprete de ’No soy tu gitana’. "Poder hacer esta obra, esto es resistencia, y es amor, y esto es lo que lo que realmente nos ha hecho sobrevivir", concluye.
Foto: archivo AmecoPress.
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Cultura - Cultura y arte - Teatro - Mujeres creadoras - Estereotipos - Racismo. 19 may 22. AmecoPress.