Cerca de quince mil mujeres marroquíes participarán en la recogida de la fresa en Huelva
Este año serán cerca de 15000 las mujeres marroquíes que participarán en la campaña en la provincia de Huelva, de las cuales 9.095 lo harán por primera vez. Un número que no deja de crecer desde las 760 que se contrataron en 2004, a pesar de que cada año los criterios se han vuelto más selectivos para asegurarse de que la cantidad de temporeras que se quedan en España cuando expira su contrato sea la menor posible.
Las autoridades de Marruecos tratan de que las seleccionadas no tengan familiares en España y que procedan de pueblos alejados de los núcleos urbanos. Los empleadores aceptan sólo a mujeres, de 18 a 45 años, con experiencia en el mundo rural y que tengan hijos, lo que les impulsa a regresar a su país.
En Mohamedía, una ciudad dormitorio de Casablanca, cientos de mujeres se agolpan esta semana en la Casa de la Juventud, con la esperanza de ser una de las elegidas para recoger la fresa en Huelva a partir de febrero.
En España recibirán 37 euros brutos por cada jornada de seis horas y media de trabajo. Las temporeras, que pueden ahorrar entre 3.000 y 4.000 euros en cada campaña, tienen que ocuparse sólo de su manutención, ya que el viaje desde Tánger y el alojamiento corren a cargo del empresario. Prácticamente todas las mujeres que superaron la primera criba de la agencia marroquí de empleo (Anapec), cerca de un 95 por ciento, serán contratadas.
El primer año no regresó de España ningún temporero, pero ya el año pasado la tasa de retorno fue del 95 por ciento. Este modelo de "inmigración circular" que se aplica en Cartaya ha sido citado por el Gobierno español como un ejemplo para los países de la Unión Europea. Nada más firmar sus contratos, las mujeres se someten a un "curso de sensibilización", donde la Anapec explica, a través de charlas y vídeos, cuáles son las costumbres en España y ofrece consejos prácticos para las temporeras.
Economía – Mujeres inmigrantes – Mujeres rurales; 19 enero (09) AmecoPress