Bruselas propone el arranque voluntario de viñedos en la UE en cinco años

12 de julio de 2007.

Por Gloria López

Madrid | Internacional | Mujeres rurales



Un porcentaje “invisible” pero creciente de mujeres se verán afectadas por esta medida


La Comisión Europea, en la reforma de la organización común del mercado (OCM), ha planteado su propuesta para reformar el mercado del vino en la UE que consiste, entre otras medidas, en el arranque de 200.000 hectáreas de viñedos. Es la mitad de lo que se planteaba en un principio, pero sigue siendo rechazado por las distintas organizaciones agrarias y la mayor parte del sector vitivinícola de nuestro país, que se inclina más por la defensa de medidas de promoción y fomento de la calidad.

La actual propuesta de la Comisión Europea para la reforma de la OCM vitivinícola avanza hacia una completa liberalización del sector del vino. Sus líneas de actuación se basan en tres ejes fundamentales: un ambicioso plan de arranque subvencionado, una fuerte transferencia del presupuesto específico del sector vitivinícola para financiar medidas de desarrollo rural y los llamados sobres nacionales, en los que se distribuye parte del presupuesto de ayudas por Estados Miembro.

En un primer momento, Bruselas propuso el arranque de 400.000 hectáreas, cifra que se fue reduciendo hasta que el pasado 4 de julio, se llegara a la mitad. Ese punto, junto a la supresión inmediata de las ayudas a la destilación de alcohol empleado por las industrias de brandy, así como a la utilización de mostos, son quizás los más conflictivos.

Reacciones en contra

Los distintos partidos políticos y agrupaciones agrarias coinciden en que la confluencia de realidades muy dispares dentro de la UE, por razones geográficas e históricas, hace difícil establecer un marco común que potencie la convergencia de intereses y contemple las particularidades existentes de un modo adecuado. Sin embargo, en todos los casos, se señalan como inaceptables puntos claves en la reforma y se aboga por un enfoque que garantice la calidad del produzco, la regulación de las producciones de un modo adecuado y ayudas a los planes de desarrollo comercial, que permitan al sector vitivinícola mejorar sus estructuras comerciales.

UPA (Unión de Pequeños Agricultores) considera negativa y perjudicial la propuesta de la Comisión Europea para los viticultores españoles y asegura que ocasionará un fuerte descenso en el empleo dentro del sector vitivinícola europeo que será más acusado en España. De hecho, en declaraciones a AmecoPress, la organización amenaza con convocar movilizaciones en otoño si no se produce un cambio radical en la propuesta.

Bienvenido Moros, técnico sectorial de vino de UCAMAN (Unión de Cooperativas Agrarias de Castilla-La Mancha), afirma que la organización, junto a la Confederación de Cooperativas Agrarias de España (CCAE) rechaza "de pleno la propuesta de la Comisión, porque no recoge medidas coherentes y suficientes que permitan liderar el mercado". En la conversación que mantuvo con AmecoPress, Bienvenido explicó que las razones fundamentales por las que UCAMAN no acepta la propuesta comunitaria y solicita su retirada son dos: por un lado, la alarmante carencia de medidas e instrumentos para mejorar la competitividad del sector, muy especialmente de los viticultores y las cooperativas; en segundo lugar, por la "traumática desaparición de las medidas de mecanismos de mercado desde el primer momento, sin dar alternativas que posibiliten el desarrollo de acciones encaminadas a posicionar a nuestras explotaciones y bodegas en un nivel competitivo suficiente en el mercado mundial". UCAMAN también insiste en recordar "el impacto medioambiental que supondría en la región el abandono de grandes superficies con una cubierta vegetal constante que están evitando en gran medida el avance de la desertificación y sus consiguientes consecuencias colaterales".

La Comisión propone la eliminación de la práctica totalidad de medidas de gestión de mercado, entre las cuales se encuentran las destilaciones para alcohol de uso de boca, las destilaciones de crisis, los apoyos al almacenamiento o las ayudas al mosto. Todas estas medidas han sido muy utilizadas por nuestro país, en especial las relativas al alcohol de uso de boca de los cuales España se ha beneficiado para destilar una media de más de 7 millones de hectolitros por año sobre un total europeo de unos 12 millones de hectolitros. Todos coinciden en señalar que la eliminación de estas medidas originaría un fuerte exceso de la oferta lo que redundaría a un mayor hundimiento de precios de la uva.

Samuel Cano Zarco, viticultor y recién estrenado bodeguero, reflexiona “este es un momento crítico, donde vamos a tener que tomar decisiones”. Desde su punto de vista, lo que va a suceder es que “muchos agricultores mayores y agricultores que realmente no lo son (gente que proviene de otras profesiones e invirtió en su día en el sector) van a desaparecer, especialmente por la bajada de precios que se va a producir”. Con dudas, Samuel afirma, “creo que después de cinco años, vamos a estar más estables. El problema es quién va a aguantar. En principio deberíamos ser los jóvenes, pero también a nosotros nos gustan los caminos rápidos” .

Otro de los aspectos discutidos de la reforma son las transferencias del sector vitivinícola para financiar medidas de desarrollo rural. En este punto, la organización COAG (Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos) es quizás la más tajante. En una entrevista, Inmaculada Fernández, responsable del área de la mujer de dicha organización, declaró que “no estamos en contra absolutamente del arranque de viñedos, pero tiene que hacerse de forma controlada”. “Pero desde luego”, continúa, defendemos el mantenimiento de una OCM vitivinícola específica, y que las medidas de desarrollo rural tengan una financiación propia y no dependiente de los recortes a los sectores agrícolas”

“Las mujeres inventamos la agricultura y nos roban hasta nuestras patentes”

Es difícil calcular las repercusiones que esta medida tendrá en general y mucho más si precisamos en una parte de la población específicamente: las mujeres. No hay apenas datos de la participación de las mujeres en el sector vitivinícola de nuestro país; lo que sí está claro es que las mujeres están en toda la cadena productiva de la agricultura y que, en muchos casos, son quienes asumen la gestión y el riesgo que supone la explotación de las propiedades, aunque no cuenten con la titularidad de las tierras, ni se beneficien de ningún derecho derivado de esa titularidad.

“Ese es nuestro caballo de batalla por el que venimos luchando 25 años, la propiedad compartida de las tierras”, afirma Inmaculada, una granadina menuda y locuaz, propietaria de varias explotaciones, que desde hace 8 años lucha por los derechos de las mujeres agricultoras y ganaderas dentro y fuera de España. “Hasta ahora, lo que se ha reconocido en cuanto a titularidad compartida, a través del Real Decreto 613 de modernización, es solamente para jóvenes que se incorporan, mujeres menores de 40 años, con lo cual el grueso, más de un millón de mujeres, quedamos bajo el epígrafe de ayuda familiar, sin ningún derecho de propiedad y quedando absolutamente dependientes de nuestro marido, compañero, padre o hermano”.

Inmaculada continúa exponiendo cuál es la situación actual con respecto a ese “derecho” que, desde su punto de vista, si se consiguiera, supondría una auténtica revolución, pues sería necesario ajustar aspectos de todo tipo desde una perspectiva global. “En esta nueva Ley de Igualdad, en esta nueva Ley de Desarrollo Sostenible, hay un apartado dedicado a la titularidad compartida, pero no refleja la realidad con la que estamos trabajando. Por ese motivo solicitamos la creación de una mesa interministerial. Esa mesa no se nos ha concedido, lo que han hecho es crear un grupo que va a trabajar dando contenido al término de titularidad compartida, pero”, añade con indignación, “en ese grupo no estamos representadas las organizaciones de mujeres con representatividad estatal, que somos las que cotidianamente nos movemos con esas situaciones y conocemos bien el conflicto”.

Cuando le solicitamos una aproximación a la cantidad de mujeres que se verán afectadas por el arranque de viñedos, por ejemplo, en el proceso de recolección, Inmaculada insiste en lo complicado que es contar con datos de la participación de mujeres en la agricultura, cuanto menos en un sector en particular, y además advierte de que las cifras que se manejan están absolutamente alejadas de la realidad. “Es absolutamente injusto”, expresa, “fuimos nosotras, las mujeres, las que inventamos la agricultura, y nos roban hasta nuestras patentes” .

“Lo que sí puedo decir es que actualmente, la recolección de los cultivos en España, depende casi en su totalidad de la población inmigrante, y más de un 90% son mujeres” “Luego, eso sí, en los consejos de administración de las cooperativas, representamos el 0,1 %” .

Hay dos sectores en los que las mujeres empiezan a mostrarse y a ganar espacio: la agricultura ecológica y el sector del vino

En los últimos años las mujeres se han incorporado al mundo del vino con voz y cierta relevancia en el ámbito público y medios de comunicación. Un mundo que hasta hace bien poco, y como decía aquella frase publicitaria de una famosa bebida, era "cosa de hombres". Hasta este momento, las mujeres han ocupado, como en otros muchos ámbitos, un segundo plano. A ellas les tenían que gustar los vinos rosados, dulces y tintos suaves. Algo está cambiando, y no sólo en los gustos. Hoy, las profesionales del vino abarcan más ámbitos.

Mujeres enólogas, más allá del laboratorio, elaborando vinos con personalidad. Según datos ofrecidos por la Federación Nacional de enólogos a AmecoPress, hay un total de 1878 personas asociadas, de las cuales 424 son mujeres, esto es el 22,6%. Teniendo en cuenta la gente que no está asociada, no parece exagerado decir que un 30% de los enólogos/as son mujeres. Viticultoras liderando grupos de labores del campo. Bodegueras con sólidos proyectos. Mujeres sumilleres que aconsejan. Comunicadoras que transmiten con un nuevo lenguaje. Mujeres interesadas en la cultura del vino y que no sólo compran sino que degustan, un factor que ahora comienza a ser tenido en cuenta por el sector del vino.

Sin duda que este conjunto de mujeres se verá afectado por una reforma muy discutida que hará de los próximos cinco años un tiempo inestable, a la par que definitorio para el mundo del vino.


Fotos: 1) AmecoPress. Pie de foto: Inmaculada Fernández Landauro. 2 y 3) Cedidas por COAG


Reportajes - Internacional – Mujeres rurales; 12 julio, 07 (AmecoPress)

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