Asociaciones Feministas de León muestran sus propuestas ante las elecciones
Madrid, 08 abril. 15. AmecoPress. Las Asociaciones Feministas de León, Adavas, Flora Tristan y Simona de Beauvoir han desarrollado diferentes propuestas para las próximas elecciones locales y autonómicas.
El Comunicado presenta varias proposciones a favor de la igualdad;
Nuestras propuestas surgen de la realidad teniendo en cuenta a toda la población. Se trata de una visión NO DE GÉNERO, es decir, no de género masculino que es la que ha configurado la vida comunitaria y su gobierno. Nuestro análisis parte de la situación actual de las mujeres en la sociedad y aspira a constituirse en la visión menos sesgada de la realidad, atendiendo a todas las necesidades y posibilidades de desarrollo. No solo para quienes en una sociedad patriarcal y capitalista se asimilan al arquetipo de ciudadano: hombre invulnerable, con amplia movilidad y disponibilidad, con vehículo propio, independiente, sustentador y cabeza de familia. Este hombre, se supone, tiene de forma mágica cubiertas sus necesidades de mantenimiento y cuidado; se supone también que alguien se hace cargo de sus responsabilidades de cuidar a personas allegadas y dependientes. Suposición que exige la existencia de una zona oculta en el que el trabajo está hecho casi siempre por mujeres.
La realidad es que los seres humanos, mujeres y hombres, somos vulnerables, nacemos dependientes, necesitamos apoyo social para nuestro desarrollo, enfermamos o sufrimos discapacidades temporales o crónicas, envejecemos y tenemos que medir nuestros proyectos y ambiciones para hacerlas compatibles entre sí y con el cuidado del lugar en que vivimos.
Ya que no todos los deseos ni proyectos son compatibles no es justo que los hombres puedan optar a más y mejores empleos y al mismo tiempo reproducirse y participar social y políticamente haciendo recaer en las mujeres obligaciones que de ello se derivan; condenándolas de paso a no tener el mismo grado de autonomía económica ni de desarrollo personal y profesional. No son las mujeres las únicas que tienen que compatibilizar su vida laboral, con más frecuencia precaria, y la vida familiar eximiendo a los hombres de esa responsabilidad. La conciliación primera es la de mujeres y hombres que tienen que atender por igual a las obligaciones que todas las personas tenemos y adquirimos con la vida y el medio. Desde la igualdad, unos y otras, conseguiremos las situaciones laborales, sociales y políticas que nos permitan hacer compatibles distintas facetas de la vida.
Hacemos estas propuestas pensando en la diversidad de las personas pero con las mismas necesidades de ser atendidas en la infancia, en la dependencia, en la enfermedad y en la vejez y considerando que es obligación de los gobiernos organizar el uso de los recursos para que reviertan, en igualdad, en una vida más satisfactoria.
Las políticas hasta ahora no incorporan la IGUALDAD y el bienestar de las personas como directriz fundamental de su actuación. Utilizan estos criterios de forma marginal, superficial, añadida a los intereses que consideran importantes. La consecuencia es una pérdida de eficacia económica y social. Poner remiendo a los problemas sociales generados por una actuación desatenta a la realidad de los seres humanos y a la igualdad es muy costoso. Una organización social pensada para el bienestar en igualdad de toda la población gesta menos marginalidad y problemas sociales y por lo tanto requiere menos “ayudas”, “paliativos”, “limosnas” y “sistemas de seguridad” para parchearla.
Las “ayudas” son parches a formas perversas de distribución de los recursos públicos y a políticas públicas que generan desigualdad. Por lo tanto han de considerarse como transitorias mientras progresivamente se da un vuelco total a la organización de la vida comunitaria. Por ejemplo la persistencia de la violencia machista contra las mujeres debe ser atajada con un cambio total en la concepción de las personas y sus relaciones y en eso tienen bastante más que hacer que editar folletos las comunidades autónomas y los municipios.
Proponemos la oposición frontal a la Ley de racionalización de la administración local por la forma en la que se plantea: racionalizar y hacer sostenible no es eliminar ni privatizar, sino impedir la corrupción, prevaricación o uso indebido de los recursos de la comunidad. Defendemos la gestión pública del patrimonio y los bienes públicos y la ampliación de estos eliminando privilegios y exenciones.
Los servicios públicos tanto en épocas de crisis como en las de bonanza han de ser mantenidos y ampliados, generan empleo y en mejores condiciones que la privatización que tiene que detraer de la calidad del servicio o del precio que se paga por él, los beneficios a los que no puede renunciar y que intentan lleguen al máximo posible.
Las mujeres son las que sustituyen con trabajo adicional las deficiencias de los servicios públicos, las que se ven menos atendidas cuando los servicios públicos se adelgazan mientras se potencian los privados, y las que más empleos pierden ya que la función pública sigue siendo el área laboral en la que – en los puestos que no son dados a dedo- pueden optar con más equidad al empleo.
Esperamos de las candidatas y candidatos a los cargos públicos que se formen en el espíritu y contenido de las leyes igualitarias y contra la violencia en vigor; para cumplirlas y avanzar en mejorarlas. Igualmente respecto a la ley de Dependencia.
Leyes que no están hechas para las mujeres, sino para hacer a todas las personas sujetos de derechos y atención directa para que no sean discriminadas ni sufran abusos. La igualdad tiene que ver con hombres y mujeres, la violencia por desgracia, también, y la dependencia, también, nos afecta a todas las personas que en momentos concretos de nuestra vida, y no escasos, somos dependientes o cuidadoras de dependientes. Esperamos que se formen también en el significado de la prostitución y las medidas convenientes para prevenirla. También este es un problema de hombres que recae en mujeres que gozan de menos grados de libertad, a veces ninguno, menos autonomía económica, o ninguna, atienden con frecuencia cargas familiares que corresponden también a hombres y son en la mayor parte de las ocasiones víctimas de injusticias, violencias y delitos.
(…) Los ayuntamientos y comunidades tienen que primar el derecho a la vivienda, lo que tiene que ver con la regulación de los alquileres y la construcción de viviendas sociales de alquiler.
La ordenación del territorio en la que intervienen comunidad, diputaciones y pequeños municipios requiere la recuperación de población en el medio rural, que trabaje en su cuidado y mantenimiento y revitalice así este espacio que podría mantener una buena relación con las ciudades con intercambios mutuos de disfrute de sus recursos. Esto se consigue facilitando trabajo, vivienda y transporte público la única forma eficaz de mantener el medio y mejorarlo.
Foto: Archivo AmecoPress
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Autonomías – Política y género – Políticas de igualdad - Coumincados. 08 abril. 15. AmecoPress