Shirin Ebadi: “En el umbral de tercer milenio, no hay igualdad en ningún país del mundo”
Ebadi, primera mujer musulmana en conseguir el Premio Nobel de
Casa Asia, con la colaboración del Club de Madrid, ha organizado este encuentro en el que también participó el ex Primer Ministro de Noruega, Kjell Magne Bondevik, quien presentó a Ebadi como una persona valiente que arriesga su vida en la lucha de las mujeres por la participación de los Derechos Políticos.
Según Magne, esta abogada iraní, ha luchado para que los líderes de su país protejan los Derechos de las mujeres, elaborando proyectos sobre la situación que vive este colectivo en África, Irán u Oriente Próximo y tratando de modificar leyes que discriminan fuertemente a la mujer, como la del divorcio.
Ebadi fue la primera jueza de su país, pero tras la constitución de
Por su parte, Shirin Ebadi destacó que en el umbral del tercer milenio y, pese al avance de la ciencia y la tecnología, no hay igualdad en los derechos del hombre y la mujer en ningún lugar del mundo. Las mujeres siempre están bajo opresión, y sólo cambia la forma de oprimir según la diferencia cultural entre países. En Europa y Estados Unidos, la ley otorga los mismos derechos a toda la población, pero las mujeres, por su doble responsabilidad de trabajo y hogar, están discriminadas frente a los hombres. En cuanto a los países islámicos, la propia ley despoja a la mujer de sus derechos fundamentales.
Situación de la mujer iraní
Según Ebadi, las mujeres son más del 65% del alumnado universitario de su país, lo que significa que hay más mujeres educadas y formadas que hombres. Así mismo, hay un gran número de profesoras universitarias y trece parlamentarias, ya que el derecho al voto de las mujeres y su acceso al Parlamento, es posible en Irán desde hace 50 años.
Esta situación, lleva a Ebadi a preguntarse cómo puede una mujer parlamentaria de su país defender ante las Naciones Unidas los derechos de sus conciudadanas si para poder asistir a cualquier evento internacional necesita el permiso de su esposo para desplazarse. Pese a esta difícil situación, el movimiento feminista en Irán tiene mucho poder. No cuenta con líderes, oficinas o sucursales. Su sede está en la casa de cualquier iraní que crea en la igualdad entre las personas, comenta Ebadi.
Movimiento feminista y democracia
Para la abogada iraní, los derechos de la mujer y la democracia son dos caras de una misma moneda. La victoria del movimiento feminista abrirá un camino hacia esta forma de gobierno, ya que las primeras personas que demandan cambios a los regímenes totalitarios son las mujeres. A juicio de Ebadi, la democracia no es un accidente o una casualidad, tiene su propia evolución histórica y el papel de la mujer en esta evolución es destacado, de ahí, que la victoria de la democracia suponga, al mismo tiempo, la victoria de todas las mujeres.
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Fotos: AmecoPress
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Internacional – Mujeres del mundo – 15 enero, 08 (AmecoPress)