El desarrollo de habilidades no es cuestión de género
Madrid, 30 ago.2011, AmecoPress. En el trasfondo psicosocial encontramos imágenes fijas que reproducen moldes de lo que se supuestamente “son” los hombres y las mujeres. Una de las más extendidas es la que asocia a los hombres una mayor capacidad innata para realizar actividades que requieren inteligencia espacial, como las ingenierías o las ciencias técnicas como física o química. Si bien, cada vez más, estudios y experiencias defienden que las diferencias no son tan “naturales”, sino que responden a factores histórico - sociales.
La última aportación científica en este debate llega desde la Universidad de California: asegura que las habilidades relacionadas con la inteligencia espacial no dependen del género, sino del entorno social en el que se desarrollan los seres humanos.
Desde un punto de vista biológico, el cerebro de los hombres y de las mujeres es distinto en algunos rasgos aunque no se han encontrado pruebas concluyentes de su efecto en el comportamiento. La siguiente pregunta que ocupa a neurobiólogos y psicólogos es si las diferencias observadas son solo el resultado de una educación típicamente masculina o femenina.
El estudio publicado en PNAS y liderado por Moshe Hoffman, no niega que en la actualidad existan diferencias entre hombres y mujeres, pero los resultados de su investigación muestran que es la educación, y no las capacidades innatas, quien tiene un papel más importante en la brecha de género existente.
Las personas investigadoras querían averiguar por qué las mujeres están tan poco representadas en el mundo tecnológico y en carreras universitarias puramente técnicas como son las ingenierías.
Para demostrarlo viajaron a la India. El equipo de Moshe Hoffman reclutó a 1.279 habitantes de dos tribus del noreste de este país: el Khasi y el Karbi. Las dos tribus son genéticamente parecidas y con los mismos medios de subsistencia, pero los miembros de Khasi viven en una sociedad matriarcal, a diferencia de la segunda tribu donde los hombres reciben más educación que las mujeres.
El experimento consistió en resolver un puzle de solo cuatro piezas para formar la imagen de un caballo. Los hombres de la sociedad patriarcal necesitaron casi un 40 por ciento menos de tiempo que sus compañeras. Sin embargo, no hubo diferencias de tiempo entre hombres y mujeres de la tribu Khasi, donde ellas también reciben educación. El experimento también mostró que, dentro de la sociedad patriarcal, los resultados eran bastante mejores en los hogares que tenían como propietaria a una mujer.
El estudio concluye que el entorno tiene un gran impacto en la brecha de género y que las medidas políticas que se tomen pueden ser cruciales para reducirlo.
Fotos archivo AmecoPress
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Sociedad – Situación social de las mujeres – Educación – coeducación – Ciencia y tecnología; 30 agosto (11); AmecoPress