Vecinas unidas contra la violencia machista

7 de febrero de 2011.

Por Gloria López

Autonomías | Madrid | Violencia de género | Movimiento feminista | Instituciones de igualdad





Madrid, 07 feb. 11. AmecoPress. Hacer “cómplice” a la ciudadanía y específicamente, a las asociaciones vecinales es fundamental para acabar con la violencia machista. Así lo contemplan las leyes y lo enfatizan las personas expertas. Así lo pide también el sentido común.

En Andalucía, las mujeres se forman para, ante un determinado caso de violencia, poder intervenir como respaldo a las víctimas. Se trata de un programa pionero, puesto en marcha por la Junta de la Comunidad, que además de a las capitales de provincia llega también a Jerez y Linares.

Se trata del programa piloto ’Red de apoyo a las víctimas de violencia de género’, cuyo objetivo es involucrar a la ciudadanía en prestar apoyo a las mujeres que quieran salir de situaciones de malos tratos. Para ello, unas 230 personas voluntarias de federaciones de asociaciones de mujeres vecinales servirán de "enlace" en 175 barrios de nueve ciudades de la comunidad.

Entre otras actuaciones, estas personas atenderán las consultas sobre violencia de género, ofrecerán orientación o derivarán a otros servicios y realizarán acompañamiento y seguimiento a las mujeres que opten por enfrentar su situación de malos tratos.

Esta labor, que no chocará con la que desarrollan otros organismos como los centros de información a la mujer (CIM), sino que la completan, se inserta en una estrategia para "abordar la violencia de género desde todos los ámbitos y complementar la acción de la Administración con otras entidades".

Esfuerzo voluntario

Es destacable es carácter voluntario de las personas que colaboran en esta propuesta. Si se trata de sensibilizar y comprometer a la ciudadanía, a todas las personas, para dar una respuesta de rechazo a la violencia machista y, de una vez por todas, conseguir que este tipo de violencia deje de estar contemplada como un asunto privado, no podemos depender únicamente del trabajo institucional, sino que el esfuerzo voluntario de cada cual es decisivo. Es, en definitiva, una acción coherente con el rechazo moral que debiera generar la violencia la que acabará con ella.

Las vecinas de las mujeres víctimas de maltratos son una pieza fundamental de apoyo y ayuda. Seguramente, antes de acudir a las instituciones y de denunciar, las mujeres buscan en su entorno actitudes que refuercen su decisión de salir de la violencia. Sin duda que si las víctimas encuentran respaldo y apoyo, enfrentarse a la compleja y dura situación que viven sería más fácil.

La Confederación de Asociaciones Vecinales de Andalucía (CAVA) es una de las protagonistas de este intento por generar una red de apoyo a las víctimas de violencia machista desde los vecindarios. “Queremos llegar a todos los barrios y rincones de nuestros pueblos y ciudades, servir de instrumento a todas aquellas mujeres que nos necesiten o que deseen participar en la lucha por la igualdad”, aseguran.

Foto archivo AmecoPress.

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Autonomías – Movimiento feminista - Instituciones de Igualdad – Violencia de género; 07 febrero (11); AmecoPress

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