El paro entre las mujeres inmigrantes crece casi un cinco por ciento

9 de diciembre de 2010.

Por Gloria López

Economía | Madrid | Mujeres migrantes | Empleo y género





Madrid, 09 dic (10). AmecoPress. Las mujeres de origen inmigrante se han convertido en los últimos meses en las más afectadas por el fenómeno del aumento del “paro” que azota a Europa y especialmente a España. En noviembre, la tasa de desempleo para ellas creció un 4,29 por ciento, mientras que la de los hombres extranjeros lo hizo un 0,87 por ciento, según los datos de los Servicios Públicos de Empleo del conjunto de las Comunidades Autónomas.

La información muestra que el paro entre las personas extranjeras creció un 2,24 por ciento en el último mes. En total hay 606.260 personas inmigrantes sin trabajo, de los cuales el 67 por ciento son de origen latinoamericano.

La secretaria de Estado de Empleo, Mari Luz Rodríguez, indicó que "cualquier incremento del paro es un dato que no es positivo y, por ello, debemos seguir trabajando", si bien ha apuntado que el dato del mes anterior supone el menor incremento del paro registrado en nuestro país desde 1998, lo que "podría interpretarse como una normalización de nuestro mercado de trabajo". En términos interanuales se registra un incremento de 241.348 personas (6,24%).

El incremento de la tasa de paro entre las personas inmigrantes podría se uno de los motivos de paralización de las peticiones de reagrupación familiar, aunque no la única, teniendo en cuenta el endurecimiento de las leyes y políticas migratorias. De hecho, este descenso es más notorio entre los hombres solicitantes, a pesar de verse menos castigados por el desempleo, que entre las mujeres.

La mayor parte de quienes realizan este trámite son personas jóvenes, de entre 25 y 36 años, y piden la reagrupación de familiares con las franjas de edad comprendidas en la infancia y juventud -hasta los 17 años-, sin diferencias significativas en función del sexo.

En el caso de las mujeres inmigrantes se reagrupa mayoritariamente a sus descendientes y, posteriormente, a sus cónyuges, con el objetivo de reunir una familia que ya existía previamente.

El reagrupamiento de personas a partir de los 55 años se muestra, en cambio, muy feminizado, lo que apunta una tendencia de las personas solicitantes a reagrupar más a las madres que a los padres.

Fotos: archivo AmecoPress

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Economía – Empleo y género – Mujeres inmigrantes; 09 diciembre (10), AmecoPress

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