Reivindicaciones feministas para una ciudadanía transformadora

30 de noviembre de 2010.

Por Elena Duque

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ACSUR-Las Segovias y Hegoa proponen una relectura de la cooperación desde la perspectiva de género


Madrid, 30 nov (10). ACSUR-Las Segovias y Hegoa han presentado esta mañana la agenda de "Reivindicaciones feministas para una ciudadanía transformadora”, que recopila el resultado del trabajo de cuatro años para la identificación y clasificación de los derechos vulnerados de las mujeres y la reclamación de su garantía. Esta agenda promueve la incorporación de la perspectiva de género en toda las acciones de cooperación atajando el problema desde la raíz como única vía para su erradicación.
 
Rocío Lleó, técnica de igualdad de ACSUR, ha destacado que el objetivo de este material es “acercar las propuestas del trabajo que hacen las organizaciones y asociaciones de mujeres feministas a las ONGs y organismos que se dedican a la cooperación y el desarrollo”. La misma agenda se presentará el próximo 14 de diciembre a las Comisiones de Igualdad, de Cooperación y de Trabajo e Inmigración del Congreso de los Diputados.
 
Para Magali Thill, directora de ACSUR-Las Segovias, en el título elegido “el uso de ambas palabras, ‘reivindicaciones’ y ‘feministas’, podrían resultar redundantes, porque el feminismo es en sí un movimiento reivindicativo”. Pese a ello, no han dudado en unir ambos conceptos para dar mayor visibilidad a sus objetivos.
 
María Naredo, jurista y especialista en Derechos Humanos desde la perspectiva de género, ha sido la encargada de hacer un breve pero intenso recorrido en el contenido y fondo de estas reivindicaciones. “Lo más revolucionario de esta agenda es que va al meollo de la cuestión”, ha destacado. “Las acciones en cooperación muchas veces se quedan en la superficie, con medidas puntuales y planteamientos parciales, pero no se analizan cuales son las raíces del problema, que residen en el patriarcado”.
 
La agenda se organiza en torno a tres grandes bloques: los derechos económicos de las mujeres, las mujeres en situaciones de conflicto y la incidencia política y participación ciudadana de las mujeres.
 
Todas las reivindicaciones se canalizan desde el respeto y la garantía de los derechos fundamentales. “El marco de los Derechos Humanos es absolutamente transformador si va acompañado del otro ingrediente, que es el análisis feminista del porqué, el cómo y el para qué de la violación de esos derechos de las mujeres”, ha explicado Naredo, que ha matizado que ese mismo marco recuerda la responsabilidad de los Estados en su cumplimiento, “su alcance final, una cuestión presente en cada reivindicación de esta agenda”.
 
Para Naredo, “el concepto de ciudadanía está atravesado por el patriarcado”, y esta ciudadanía “no es global, sino condicionada y deficitaria. Los derechos no pueden estar condicionados a ningún tipio de relaciones entre personas y entre personas y Estado”.
 
Entre otros múltiples ejemplos de la violación de los derechos de las mujeres, Naredo ha resaltado la situación que se vive en los CIES españoles (centros de internamiento de personas), donde a pesar de no ser cárceles y de que las personas retenidas no han cometido ningún delito, “están controladas por la policía, cuando en las prisiones se ocupan de la seguridad el personal funcionario”. En uno de estos centros, el de Málaga, en 2006 se produjo la denuncia de violación de diez mujeres a manos de agentes de policía, que “aún no han sido juzgados” y que “probablemente quedarán impunes”.
 
En cuanto a los derechos económicos de las mujeres, la guía que Hegoa y ACSUR-Las Segovias presentan ofrece “alternativas a la raíz” del modelo económico que ya se venían planteando desde el feminismo. Naredo se ha referido a la continuidad de las desigualdades económicas con los efectos de la Ley de Dependencia, que “ha consolidado las relaciones de cuidados” preexistentes y asociadas a las mujeres al promover que se sigan ocupando de estas tareas con las ayudas para el cuidado de familiares.
 
Para terminar, Naredo ha destacado que existe una “exigencia transversal” entre todas las recogidas que es “el reconocimiento de las organizaciones de mujeres feministas como interlocutoras válidas y agentes de primer orden” en el diseño de las políticas y la toma de decisiones.
 
A este respecto, ha lamentado que a pesar de que, primero en 2003, el Gobierno español se comprometía a acompañar de un informe sobre el impacto de género en todos los proyectos de ley, y después con la Ley de Igualdad en 2007, ampliaba ese informe a todos los decretos y órdenes ministeriales, “ninguno se ha hecho”.
 
 
Fotos: archivo AmecoPress
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Pie de foto: 1) De izq a dcha, Magali Thill, María Naredo y Rocío Lleó; 2) María Naredo
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