Con la ley no basta
Buenos Aires, 25 nov. 10. AmecoPress/Artemisa.- Necesitamos una nueva cultura de la prevención en violencia de género. La semana pasada, Daina Sperdutti, una joven de 17 años de la provincia de Mendoza denuncia que su novio la golpea desde hace un año. No resiste más, los moretones son abundantes, y publica las fotos en Facebook, previa denuncia penal. ’Pensé que podía cambiar de mi lado’; ’una llamada de teléfono bastaba para ponerlo celoso y zarandearme’, dice.
Son pocas los detalles volcados en la denuncia. Pero bastan para encontrar las coincidencias, el patrón cultural y delictual que recorre las miles de situaciones de violencia de género, los hechos de violencia basados en la condición de mujer de las víctimas.
La denuncia de esta joven, implica un rasgo de toma de conciencia destacable, pero sólo público y visible después de un año de sufrimientos. Y habla también de la importancia que puede tener en la vida de los chicos y de las chicas, la formación temprana en la familia, la escuela, las organizaciones sociales.
Han pasado 50 años desde el asesinato de las hermanas Mirabal (1960), más de 30 de la sanción en Naciones Unidas de la Convención para la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer (1979). La nueva Ley Nacional de Violencia de Género ya tiene una reglamentación importante, protocolos de aplicación en materia judicial. Iniciativas de líneas telefónicas de ayuda, servicios terapéuticos, de asistencia a las víctimas son reclamados con mayor insistencia a lo largo y a lo ancho del país.
¿Qué deberíamos hacer en materia de prevención? Las políticas encaradas en estos 26 años de democracia han sido insuficientes. El patrón cultural de la dominación machista se reproduce en las nuevas generaciones de jóvenes, novios y parejas. Los femicidios aumentan en la Argentina del crecimiento económico y social.
De alguna manera el rechazo del poder político en la Ciudad autónoma de Buenos Aires y en todas las provincias de nuestro país para aplicar la Ley de educación sexual puede ser una de las claves. Negarse a trabajar desde el sistema educativo los contenidos vinculados con la prevención de la violencia de género, esconde una de las pautas de dominación sobre el cuerpo de mujeres y de niñas.
Necesitamos profundizar el debate. El abuso sexual infantil, las violaciones, la explotación sexual y la actividad prostituyente son parte de la misma realidad. Someter a quien se considera un objeto de placer, por la fuerza o por dinero.
Es un debate áspero, no deseado, siempre termina en el vacío, o en las risas del poder político, o en enfrentamientos en los propios grupos de mujeres. No aflojemos, necesitamos una nueva estrategia para abordar la lucha contra la violencia de género.
*Diputada porteña, Diálogo por Buenos Aires
Foto: Artemisa Noticias. Daina Sperdutti.
----------------------------------
Internacional – Opinión – Violencia de género – Violencia sexual – Feminicidio – Trata. 25 nov. 10. AmecoPress.