Nenas, brujas y princesas de cuentos al revés
En el vestíbulo del Centro de Mujeres Francesca Bonnemaison se ofrece una sugerente exposición sobre ilustraciones de cuentos clásicos de la literatura infantil y juvenil que revisa la representación de los personajes femeninos y propone una visión alternativa de los roles tradicionales.
En esta exposición “Nenes, bruixes i princeses” (Nenas, brujas y princesas) hay dibujos realizados por algunas reconocidas ilustradoras de primera línea, junto a la obra de estudiantes de la Escuela de Diputación de Barcelona. En total son 14 mujeres: Olga Alberich, Pitu Álvarez, Mireia Coll, Rebeca González, Guibo, Loli Iglesias, Ana Benítez,
Todas ellas son o han sido alumnas de la especialidad de ilustración de esta escuela, y de los cursos impartidos por el ilustrador y profesor Ignasi Blanch, quién también tuvo la idea de organizar una exposición para desmontar los “estereotipos” de los cuentos, que se pudiera ver en las bibliotecas de Barcelona y en otros lugares.
Tal como decía Ana María Matute: “Caperucita es tonta, pero tonta de verdad, porque todas nos hemos ido a la cama con un lobo, pero sabiendo que lo era y no creyendo que era la abuelita”. Y cuanta razón tenía, corrobora Blanch: “A los niños y a las niñas nos han contado cuentos, y nosotros los hemos contado a nuestros hijos, sin pararnos a pensar en los modelos que reproducíamos. Pero hay que reconocer que las protagonistas femeninas o salían peor paradas que los galanes o ejercían unos roles subalternos y dañinos”.
En esta exposición se exhiben una serie de ilustraciones de cuentos infantiles que quieren dar la vuelta a la representación tradicional de los roles que juegan los personajes femeninos en estos relatos, sin perder un ápice de sentido del humor. Cada cuadro, cada ilustración provoca una mirada cómplice que da a entender todo un mundo al revés.
Así, podrá verse una Blancanieves que ya convive con su príncipe y ante su mirada estupefacta busca desesperadamente trabajo en los anuncios del diario. Tiene como vecina a la princesa del guisante, que más que caprichosa, es una “comerciante” nata que sale a vender el montón de colchones del cuento que ha conseguido con la excusa de su incomodidad. Muy cerca está una Caperucita que sabe muy bien lo que quiere y no se deja engañar y otra Cenicienta rompecorazones que guarda en casa un montón de zapatos.
Y por supuesto, las malas, malísimas de los cuentos que ya no lo son tanto. Ahora, o son “viejitas” que han montado una casa de Colonias, o señoras piadosas que acogen a todo tipo de animalitos en su clínica veterinaria, como una Cruella de Ville, tierna y amorosa o una madrastra de Blancanieves que no es arpía y coqueta, sino que tiene montada una cooperativa de tartas de manzana con los enanitos.
La exposición estará en el Espacio Francesca Bonnemaison hasta el 2 de noviembre de 2007.
Fotos: AmecoPress
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Cultura – Exposiciones – 17 octubre, 07 (AmecoPress)
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