Nuevos modelos de maternidad entre las familias tardías
El retraso en la formación de la familia genera un nuevo concepto de la maternidad
Madrid, 22 sep (10). AmecoPress. En España cada vez son más numerosas las familias de formación tardía. Es decir, madres y padres se deciden cada vez más tarde a tener descendencia, más aún que en otros países europeos. Este retraso de la maternidad y la paternidad genera una serie de cambios en las relaciones de familia y con el entorno de los que todavía sabemos muy poco pero que inevitablemente van a transformar la estructura social.
La UNED acoge esta semana el I Seminario Internacional sobre Nuevos Modelos de Familia: Familias Tardías, que presta especial atención a este tipo de familias como concepto y no por su construcción y analiza los efectos que este retraso del ritmo vital produce en las relaciones y especialmente en las mujeres.
Ya sea por una decisión personal, o por la incapacidad de tener descendencia, lo que obliga a pasar por largos procesos de técnicas de fertilidad o de adopción, en la sociedad española empieza a ser tremendamente habitual ver a nuevas madres y padres a partir de los 40. “En España se retrasa la familia más que en otros países por dos razones principales: por la construcción cultural de qué se necesita para ser padre, y por la falta de recursos económicos para satisfacer esa concepción”, explica Nancy Konvalinka, una de las organizadoras.
“En las familias tardías, los padres y, por efectos de la construcción de género del cuidado, las madres, se ven en la tesitura de cuidar a niños pequeños en un momento en que los abuelos también pueden requerir de cuidados”, ha explicado Nancy Konvalinka,
La mayor presencia de familias tardías genera inevitablemente una mayor demanda de ayudas al estado de bienestar: padres, pero sobretodo madres, se tienen que ocupar de niños y niñas en el mismo momento de su vida en el que se espera que se ocupen de sus respectivos progenitores, y por lo tanto necesitarán mayores apoyos para poder ocuparse de todas las personas a su cargo.
La satisfacción de unos y otros cuidados será un reto a encarar por el Estado en el futuro próximo, en un momento en el que aún el fomento de la conciliación entre la vida laboral y la familiar genera grandes dificultades para la propia maternidad.
Maternidad tardía: una relectura de los roles de género
Konvalinka hace hincapié en la escasa documentación existente sobre las familias tardías. La mayor parte de las investigaciones se enfocan hacia las familias en cuanto a su formación, ya sea una pareja heterosexual, una pareja homosexual, o una mujer que decide ser madre soltera, cuestiones que se abarcan de forma aislada y que dejan de lado los efectos que como nueva realidad tienen en su conjunto.
Este último caso citado es motivo de estudio especialmente desde el enfoque de género en la maternidad tardía. Las madres solteras por elección, tal como ha explicado Ana Rivas, profesora de la UNED, son mujeres que llegan a la edad en la que tener que optar definitivamente por la maternidad que desean sin haber encontrado una pareja. En este tipo de familias, la investigadora ha observado que se generan fuertes lazos de comunicación y de cohesión a través de las redes, muchas veces por Internet. Allí encuentran asesoramiento antes de dar el paso, y apoyo una vez que ya han desarrollado su maternidad.
Este es un caso entre tantos de los nuevos modelos que se desarrollan, muy distintos en su funcionamiento que por ejemplo entre aquellas familias que acceden a la maternidad a través de la reproducción asistida, donde después de dar a luz se rompen los lazos con el centro de asistencia.
El feminismo de la maternidad
“La maternidad cumple una función social dentro de la construcción histórico-patriarcal”, ha destacado Stella León, doctoranda de Filosofía en la UNED en su análisis del tratamiento que se ha dado a la maternidad desde el feminismo.
La maternidad necesariamente influye sobre la mujer, sobre la propia estratificación social, sobre las políticas públicas… a lo que León ha lanzado la pregunta, muchas veces tratada desde el feminismo, de si es por tanto libertadora u opresora de las mujeres. La mujer tiende a definirse históricamente como su maternidad, construyendo su vida en torno a este hecho, a su vida privada, a diferencia del hombre, que la construye en torno a la vida pública.
La asignatura pendiente del feminismo, ha dicho León, es avanzar hasta el ejercicio de la maternidad sin por ello tener que renunciar a la vida pública, al mismo tiempo que separar definitivamente la figura de mujer de la de madre.
Para entender la maternidad desde una perspectiva actual es necesario rechazar el amor maternal como único modelo de amor. “Para el amor no basta con tener un hijo, no viene sólo”, ha señalado la investigadora, haciendo referencia a los nuevos procesos como la adopción o las técnicas de reproducción asistida, donde ya la maternidad deja de ser un acto puro de la naturaleza. La maternidad, como la paternidad, es un proceso de construcción para unas y para otros.
Fotos: archivo AmecoPress
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Pie de foto: 1 y 2) Nancy Konvalinka; 3) Stella León
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Sociedad - Feminismo - Conciliación - Salud Reproductiva - Situación Social de las Mujeres; 22 septiembre (10), AmecoPress