"Qué tiempo tenemos? La organización de la vida cotidiana"

La exposición reflexiona sobre el uso del tiempo según los roles de género

11 de marzo de 2010.

Por Redacción AmecoPress

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Puede visitarse hasta el 28 de marzo en las Cocheras del Palacio Robert de Barcelona


Madrid, 11 mar (10), AmecoPress. El Palacio Robert acoge la exposición “¿Qué tiempo tenemos? La organización de la vida cotidiana”, que propone una reflexión sobre la reestructuración de la gestión de los tiempos.
 
La exposición hace una reflexión sobre la diferente percepción del tiempo entre mujeres y hombres. Se remarca que el reloj de las mujeres está en gran parte adaptado al ritmo de los otros por el rol familiar, su responsabilidad en relación a hijos e hijas y personas dependientes y la participación simultánea en el mercado laboral.
 
Esta situación condiciona una vivencia del tiempo diferenciada y convierte los diferentes usos del tiempo en un indicador de las desigualdades existente entre hombres y mujeres.
 
La exposición tiene dos grandes apartados. El primero, “El tiempo: una pluralidad de experiencias” muestra los usos diferenciados del tiempo por parte de mujeres y hombres y las consecuencias negativas que esta desigualdad tiene para las mujeres. En este ámbito también se muestra la importancia de visibilizar los trabajos de los cuidados y su contabilización económica.
 
El segundo apartado de la exposición, “Tiempo y organización de la vida cotidiana”, se centra en explicar los cambios sociales que han protagonizado las mujeres en los últimos años y pone en evidencia la necesidad de reorganizar la vida a partir de otros parámetros temporales, no regidos sólo por la jornada laboral.
 
Asimetría en los usos del tiempo
 
Según la “Estadística del uso del tiempo 2002-2003”, las mujeres dedican un promedio de 2,07 horas al trabajo remunerado, mientras que los hombres dedican 3,52 horas. En las tareas al hogar y de la familia, las mujeres invierten un promedio de 4,14 horas y los hombres 1,39.
 
El año 2006 la cuenta satélite de la producción doméstica de los hogares de Catalunya analizó, por primera vez, el valor económico de la actividad relacionada con las tareas domésticas. La cuenta, realizado conjuntamente por el Instituto Catalán de las Mujeres y el Instituto de Estadística de Catalunya, se actualizará cada cinco años.
 
Según ésta, El PIB catalán aumentaría un 40% si se contabilizase el trabajo doméstico, pasante de los 135.708,5 millones de euros a los 190.181,5. Preparar las comidas es la actividad doméstica a la que se dedica más tiempo. El valor añadido de esta tarea es de 22.000 millones de euros, uno 40,5% del valor total de la producción doméstica.
 
En segundo lugar están las actividades vinculadas con el mantenimiento, la reparación y la limpieza del hogar, con un valor de 14.974 y 12.963 millones de euros respectivamente.
 
La población catalana dedicó más 7 millones de horas a las tareas domésticas el año 2001, el equivalente al trabajo anual de 4.070 personas. El 72% de estas horas las realizan mujeres con más de 5 millones de horas trabajadas cada año, que equivalen al trabajo realizado por 3.000 personas.
 
El trabajo doméstico y familiar en Catalunya representa el 112,3% del tiempo de trabajo de mercado, o sea, que se dedica más tiempo al trabajo no remunerado. En términos absolutos, la población catalana dedica 21 minutos más de media diarios al trabajo familiar doméstico que al mercado.
 
Los hombres dedican el 66,6% del tiempo al trabajo de mercado, mientras que las mujeres hacen lo contrario, o sea, dedican el 68% del tiempo a tareas domésticas.
 
 
Fotos: archivo AmecoPress. Cedidas por Palau Robert
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Pie de Foto: 1) Berbel, Marta Selva i Carme Porta en la inauguración. Logotipo de la muestra; 2) Sala de la exposición
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