“Las mujeres son personajes oscurecidos por la historia”
Isaías Lafuente más que un historiador es un periodista interesado en rescatar del olvido a las mujeres del pasado que han luchado por la igualdad y la democracia en España. De los cuatro libros que ha escrito, los dos últimos llevan como tema esencial la historiografía de las mujeres: “Agrupémonos todas. La lucha de las españolas por la igualdad” y “La mujer olvidada. Clara Campoamor y su lucha por el voto femenino”. Trabaja en
- ¿Cómo surgió un libro como “Agrupémonos todas”?
Me parecía que faltaba un libro que contase de una manera global la lucha de las mujeres por la igualdad. Desde finales del siglo XIX, que es cuando lo comienzo, desde las primeras universitarias, en Cataluña primero, y después en otras universidades de España, dan el paso para intentar un hueco en la educación. No estaba prohibido que las mujeres estudiasen, lo que pasaba es que nadie se lo había cuestionado. Y de repente hubo un grupo de mujeres que se plantearon el por qué podían estudiar sus hermanos, sus amigos y no podían hacerlo ellas. Que esas primeras mujeres llamaran a las puertas de las universidades creó un terremoto social que para mí fue el nacimiento del terremoto social que a lo largo del siglo XX ha permitido a las mujeres ir conquistando los puestos en la sociedad que realmente se merecen.
Me parecía interesante trazar una historia de esa lucha que ha sido tan apasionante hasta nuestros días. Tenemos ya un gobierno paritario, la mujer está perfectamente reconocida, la igualdad es ya absoluta, aunque todavía nos falta mucho para conseguir la igualdad real. Esa idea es por la que surgió el libro, una idea más de periodista que de historiador y siempre me han apasionado los rincones oscuros de la historia y los personajes oscurecidos de la historia.
Las barreras siguen siendo que en lo económico, lo político y lo social mayoritariamente están en manos de los hombres.
- ¿Qué barreras tienen las mujeres actuales con respecto a las mujeres del pasado?
Las barreras de las mujeres siempre las han puesto los hombres. Creo que todavía el poder masculino está instalado y está haciendo que el cuello de botella siga funcionando. En un país como el nuestro donde las libertades están absolutamente implantadas y donde no hay ninguna barrera legal para que las mujeres tengan una presencia paritaria en la sociedad; vemos, sin embargo, como las estructuras de poder están todavía controladas por los hombres que se siguen impidiendo que las mujeres lleguen en igualdad de condiciones.
Es un poco absurdo que las mujeres sean más del 50% en las aulas universitarias y que cuando uno empieza a mirar en los niveles de catedráticas y sobre todo en niveles de rectoras, los porcentajes de representación de las mujeres sean mínimos. Y no digamos de los consejos de administración, que tengan un 3 o 4% están indicando un país que no es el país real.
- La legislación habla de igualdad pero en la práctica ¿cree que existe igualdad entre hombres y mujeres?
La legislación es fundamental. No solamente que establezca ámbitos de absoluta igualdad, sino que además intente eliminar las barreras que nos están impidiendo llegar a la igualdad real. Digamos que es imprescindible, pero no suficiente. Cuando se hace una ley de igualdad y se establecen medidas para que los hombres y las mujeres accedan al mundo laboral en igualdad de condiciones, pero después es las decisiones que se toman en el ámbito doméstico, son siempre las mujeres las que renuncian frente a los hombres, entonces no hemos conseguido nada.
Teóricamente me parecen horribles las cuotas, ojalá no tuviéramos que poner cuotas, pero me parece más horrible la escasa representación de las mujeres en los consejos de administración, el 4% de mujeres frente al 96% de los hombres. Siempre he dicho que la cuota es un poco como la quimioterapia, que es horrible para el enfermo pero al final se intenta combatir una enfermedad que está muy arraigada. Hoy hay una enfermedad en nuestra sociedad, que sigue siendo la desigualdad y que necesita tratamientos de choque; en ese sentido las leyes como la ley de igualdad o el tema de las cuotas me parecen fundamentales para seguir avanzando.
- ¿Qué opina de la implicación de los hombres en la lucha por la igualdad?
Me parece fundamental que los hombres estemos metidos en esta causa pero creo que los que tendrían que explicarse son los que creen en la desigualdad. Creer en la igualdad es lo más normal del mundo. Yo no me he criado en un ambiente feminista, ni mi madre, ni mis hermanas lo eran, pero me parece que cuando tienes un sentido de la lógica y de sentido común tienes que abrazar una causa así. Creo que los que tendrían que explicarse son los otros, aquellos que tienen tanta caspa en el cerebro como para seguir defendiendo que las mujeres tienen que tener un papel secundario en la sociedad.
El hecho de que cada vez haya un mayor número de hombres que se comprometan con la igualdad es fundamental, aunque somos todavía pocos.
- ¿Por qué escribió un libro sobre Clara Campoamor?
El libro de Clara Campoamor es consecuencia del anterior “Agrupémonos todas”. En él, al trazar una historia de la lucha por la igualdad, lógicamente tiene que aparecer Clara Campoamor, y cuando escribí el capítulo dedicado a Campoamor, me di cuenta que no estaba en muchas enciclopedias de este país. Me pareció increíble que una mujer, una ciudadana que había hecho tanto por este país no tuviera unas líneas en una enciclopedia editada en los años
Me parecía de ley y de justicia sacar a la luz una figura tan potente como Clara Campoamor, no sólo como mujer, sino como una ciudadana que creía absolutamente que la igualdad era el presente de la democracia, que no se podía hacer una república democrática sólo con el voto de los hombres y ella peleó frente a todos los partidos republicanos, su propio partido la dejó sola, pero luchó hasta el final y lo consiguió. Creo que es una figura que hay que conocer.
Existe una mirada asimétrica de lo que hacen las mujeres y lo que hacen los hombres, y mucha culpa, la tienen los medios de comunicación
- ¿Cree que hay mujeres invisibles hoy?
Sigue habiendo mujeres invisibles pero lo que me parece más preocupante es que hay una mirada que se proyecta sobre las mujeres que minimiza todo lo que hacen; es decir, cuando Miguel Indurain gana su tercer Tour en Francia, es la portada en todos los periódicos; en cambio, cuando Joane Somarriba, gana su tercer Tour no sale en portada; es decir, tenemos una mirada asimétrica sobre lo que hacen las mujeres y sobre lo que hacen los hombres. Creo que se produce un doble fenómeno: mujeres en las que quizás sus trabajos sigan siendo invisibilizados, pero lo que más me preocupa es la mirada que nosotros proyectamos sobre lo que hacen las mujeres, y esa mirada sigue siendo injusta, discriminatoria y en parte tenemos la culpa los medios de comunicación que, a veces, proyectamos una mirada que no valora con la misma justicia lo que hacen los hombres que lo que hacen las mujeres.
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Fotos: AmecoPress
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Entrevistas – Cultura – Libros – 12 julio, 07 (AmecoPress)
Documentos
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