Entren en #PorTodas
Madrid, 25 junio. 19. Amecopress. Hace pocos días llegamos a la cifra de 1000 asesinadas por violencia de género desde que se recogen datos, esto es, desde el año 2003. En AmecoPress realizamos un artículo criticando cómo afecta a la normalización de la violencia machista el concepto perverso de lo que es noticia, llamado ’Cuando mil son noticia’, en el que señalamos también el cuestionamiento que el proyecto #PorTodas realiza sobre el modo de tratar la violencia machista en los medios. Hoy queremos recomendar que entren en la web de #PorTodas, es verdaderamente admirable.
Y es que una de las causas que contribuye a la normalización de la violencia es la superficialidad con que se aborda el asesinato de cada una de las mujeres que han sido asesinadas precisamente por eso, por ser mujeres. Desde aquellos “crímenes pasionales” hemos avanzado en neutralidad y la mayoría de las veces en las que las informaciones incluyen detalles escabrosos o titulares que tienden a culpabilizar a las víctimas y a eximir o justificar a los asesinos –celos, drogas, desempleo o incluso amor, pasando por ser un buen padre-hijo-vecino- se produce una reprobación mas o menos inmediata.
Pero casi nadie censura la ausencia de contextos. La falta de tiempo para investigar y abordar el hecho por parte de las y los periodistas y el escaso espacio que ocupan en los medios ese tipo de noticias. Nadie se pregunta qué pasa después, en esa familia que pierde a una madre, una hija, una hermana, en el pueblo donde esa mujer asesinada vivía, en el país que “toma nota” del desenlace de una historia de la que poco sabemos y que tendría que reflexionar para poner en marcha medidas orientadas a que esto no se volviera a repetir. Rara vez conocemos, además de si hubo denuncia o no, si ella pidió ayuda, si la encontró, si hubo alguna negligencia o error institucional, si otras violencias se cruzaron y fueron acumulando, si podemos aprender algo que ayude a que no exista una próxima vez.
La normalización de la violencia se produce porque “normalmente” nadie profundiza en su raíz. La violencia de género es resultado de discriminaciones permanentes, de estructuras políticas y sociales, de procesos históricos marcados con heridas y olvidos. La violencia no es espontánea ni inevitable. Y para salir de la espiral de determinismo que parece marcar el enfoque de quienes informan (informamos) de la violencia de género es necesario buscar, preguntar, rebelarse a lo establecido.
#PorTodas hace eso y más. Este proyecto investiga qué sucede antes y después de un feminicidio, concentrando su análisis en los casos de las 55 mujeres asesinadas en España en 2014, según datos oficiales.
Sus creadoras advierten: no buscan reconstruir la vida de las mujeres, sino investigar los antecedentes, analizar cómo los medios trataron el caso y las consecuencias de esa violencia en la familia y la comunidad y también si se han tomado medidas institucionales después. Es decir, sus historias son la base de la investigación periodística, no las conclusiones. Para ello siguen caminos cargados de reflexión, de cuidado, de compromiso y de absoluto respeto.
El equipo de investigación vuelve a los pueblos de las víctimas y se reúne con vecinos y vecinas, representantes de instituciones, colectivos feministas y de protección de la mujer, en algunos casos con las familias si lo desean. “Proteger la intimidad e identidad de los niños, niñas y adolescentes que se quedaron huérfanos es nuestro primer compromiso. Incluido el derecho al olvido, como reconoce la Justicia Europea”, argumentan.
Omiten cualquier dato que pueda considerarse sensacionalista o morboso. El objetivo final de esta investigación es exigir responsabilidades a todas las Administraciones encargadas de combatir las violencias machistas, y por ende, su origen y causa: el sistema patriarcal.
“Narrar de manera individualizada sus historias es nuestro deber porque sus feminicidios son atentados contra la humanidad y nuestro deber es recuperarlas como parte del rol de los medios de comunicación en los procesos de verdad, justicia y reparación”
Y es ahí donde tal vez radique la grandeza de la mirada que destila #PorTodas. Cuando lees una de las historias que se reconstruyen –y de la que te indican hasta los minutos que tardarás en hacerlo- sientes que no son “una muerte más” ni un “caso más”. Estos asesinatos son la punta de iceberg de las violencias en las que se sustenta el patriarcado. Esa historia te apela. “Narrar de manera individualizada sus historias es nuestro deber porque sus feminicidios, basados en una concepción supremacista del hombre con respecto a la mujer, son atentados contra la humanidad y nuestro deber es recuperarlas como parte del rol de los medios de comunicación en los procesos de verdad, justicia y reparación”.
Ese modo de proceder va creando un debate sobre el compromiso del periodismo a la hora de informar sobre violencia machista. Va nutriendo con datos y reflexiones. Incluso va generando una agenda de expertas con el fin de que sea consultada por quien lo desee, y contribuir así a mejorar la cobertura de esta problemática. Va extendiendo la reflexión y el compromiso más allá de las fronteras del periodismo, para mover anclajes de una sociedad y una mentalidad que puede hacer para transformarse y dejar de normalizar la violencia de género.
El equipo de #PorTodas está compuesto por más de una treintena de periodistas, escritoras, fotoperiodistas, ilustradoras, desarrolladores, especialistas en diseño…, encabezadas por Magda Bandera, directora de La Marea, y Patricia Simón, que coordina la web.
Visiten la página de #PorTodas. Es verdaderamente recomendable.
Fotos archivo AmecoPress y cedidas por #PorTodas
Medios de comunicación – Violencia de género; 25 de junio. 19. AmecoPress