El Centro Nacional de las Artes Visuales apoyará a las mujeres cineastas
Las mujeres no tienen suficiente representación en el mundo del cine. CIMA organiza unas jornadas hasta el 5 de diciembre sobre el papel de la mujer en el sector audiovisual y los retos a superar, que han sido inauguradas hoy por la vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega.
De la Vega ha ofrecido alarmantes datos: hay menos representación femenina en la dirección, en la producción y en la creación de guiones las mujeres son menos del 20 por ciento, y eso que las graduadas en artes y espectáculos en el año 2007 eran más de la mitad del total, ha dicho.
A su juicio, este dato “no tiene una fácil explicación”, teniendo en cuenta que casi el 55 por ciento de los jóvenes que se licenciaron o diplomaron en 2007 en las distintas artes del espectáculo fueron mujeres.
La vicepresidenta ha recurrido a la nueva Ley del Cine, en la que se reconoce por primera vez la necesidad de aplicar medidas de género en el sector audiovisual, entre las que se cuenta la concesión de ayudas a mujeres que dirijan proyectos independientes.
Ha avanzado que el futuro Centro Nacional de las Artes Visuales va a tener una sección específica dedicada al trabajo de las mujeres en el sector y, además, éste creará un premio orientado al reconocimiento de las mujeres cineastas.
De la Vega ha resaltado que esta lucha no se mantiene “por un simple afán de estar en igualdad, si no porque es necesario que en el mundo de la imagen, que cada vez tiene una mayor presencia e influencia en la sociedad, se oiga la voz y se perciba la mirada de las mujeres”.
Ha animado a todas las cineastas a seguir luchando y trabajando para “ganar la batalla de la visibilidad y la presencia”, para lo que, ha dicho, cuentan con el apoyo del gobierno.
“Nos demandaban formas de comportamiento y de pensamiento masculinos”
Josefina Molina, presidenta de honor de CIMA, ha recordado lo difícil que lo han tenido las mujeres en España y América Latina para conseguir dirigir en un mundo de hombres. “Nos demandaban formas de comportamiento y de pensamiento masculinos”, ha dicho, “solamente éramos valoradas en la medida que cumplíamos con esos esquemas”.
Molina ha resaltado que hasta 1968 “sólo 10 mujeres de toda la historia del cine español pudimos dirigir películas”. Entonces comenzaron los cambios, cuando 34 más se incorporaron con sus nuevos lenguajes y formas de entender el cine. “Era una revolución”. Ellas demostraron la capacidad de las mujeres, “hicieron valer su pensamiento a través de sus obras porque eran verdaderas”.
Inés Paris, presidenta de CIMA, ha aportado vergonzosos datos de la situación actual de la mujer dentro del cine español. En los últimos 10 años, solo el 15 por ciento de las películas que se han hecho, han sido escritas por una mujer. Menos del 10 por ciento cuentan con una mujer en la dirección. Cada año en el mundo del cine las nuevas incorporaciones de mujeres son sólo una de cada diez.
Paris ha recordado que en los puestos de maquillaje, de vestuario y de peluquería hay más mujeres, y muchísimas más en las escuelas de cine, pero “somos poquísimas las que estamos en los espacios donde se deciden las historias que se van a contar”, ha señalado. “Parece que queremos torear unicornios”, ha dicho Paris como metáfora para expresar las dificultades con que se encuentran las mujeres para acceder a dichos puestos.
Hay quienes toman la posición de que en este mundo hay igualdad de oportunidades para hombres y mujeres, “es cuestión de talento”. Si tomamos esa opción por válida, entonces debemos entender que las mujeres no tenemos talento, ha ironizado Paris. Entre las muchas barreras, está la educativa, que sigue impidiendo a las mujeres la conciliación entre su profesión y su familia.
Cultura-Cine; 03 diciembre (08) AmecoPress