Ellas no son jefas, son mandonas
Madrid, 25 sep. 18. AmecoPress.- “Eres Pepita y Anita, una menor de edad permanente. Tus compañeros hombres son críticos, tú eres una mal follada. En una entrevista, ellos están muy bien documentados, tú eres agresiva”. Pepa Bueno, directora y presentadora de Hoy por hoy en la cadena SER, ilustraba de este modo las discriminaciones que siguen sufriendo cada día las periodistas por ser mujeres. Lo hizo en el primer Encuentro de Feminismo y Mediosorganizado por la Plataforma en Defensa de la Libertad de Información (PDLI) y el Ayuntamiento de Madrid.
Fueron doce horas de paneles, debates y talleres, en los que se habló de los problemas que sufren las profesionales de los medios de comunicación y la responsabilidad de estos con la construcción de una sociedad igualitaria. A pesar de los cambios, reforzados por el brillo del 8-M, urge combatir inercias que hunden raíces en los estereotipos.
“Aplicar la perspectiva de género en los medios es indispensable no solo en los contenidos, sino también a la hora de obtener ingresos. No deberíamos pagar artículos feministas con anuncios sexistas que nos cosifican y refuerzan los estereotipos”, argumentó Magda Bandera, directora de La Marea.
Pero la decisión sobre los ingresos y gastos sigue todavía en manos de ellos. Las facultades y las redacciones están llenas de mujeres, los despachos donde se toman decisiones no: los hombres ocupan el 73 por ciento de los cargos directivos. “Los consejos de administración son la gran conquista que nos queda. El poder económico sigue siendo de ellos”, dijo Ana Pardo de Vera, directora de ´Publico´.
Pepa Bueno, Magda Bandera y Ana Pardo de Vera compartieron mesa con Carmen Aguilera, directora de ‘El intermedio’, y Ana Pastor, directora de El Objetivo, ambos de La Sexta. Son casos poco usuales, “mujeres al mando”, como se titulaba el panel, y por ello enfrentan acoso en las redes sociales y un doble rasero a la hora de ser valoradas con respecto a lo que hacen sus colegas varones. También es cierto que “el feminismo ha calado intergeneracionalmente y conlleva una ruptura de estructuras y el abordaje del poder por parte de las mujeres”, explicaba Ana Pardo, “y cuando vas a quitar privilegios, hay reacción”.
La diversidad
Los estereotipos se oponen a la diversidad. Las mujeres, también las periodistas, somos diversas. Sin embargo, hay medios como la televisión, en los que la tiranía de la imagen estrecha los márgenes: “El abanico de la telegenia es muy amplio para los hombres y muy estrecho para las mujeres. La diversidad física de los hombres en la televisión es mucho mayor que la de las mujeres”, denunció Pepa Bueno.
“Sigue habiendo una invisibilidad enorme para la mayoría de las mujeres”, denunció Magda Bandera, en los contenidos, como fuentes, en la agenda. Lo que se visibiliza es una horquilla pequeña y muchas veces no del mejor modo. Faltan científicas, opinadoras, ingenieras, literatas, deportistas; faltan gitanas, afrodescendientes, latinas; faltan mujeres gordas, mujeres mayores.
Aplicar la perspectiva de género es incluir las miradas y las voces de esa mitad de la población que todavía no aparece en las informaciones. Es rescatar la diversidad y transformar las concepciones tradicionales. El periodismo, si es riguroso, tiene que contar con las mujeres.
Foto: AmecoPress.
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Medios de comunicación – Comunicación y género – Encuentros y jornadas. 25 sep. 18. AmecoPress.