La Comisión de Investigación de Malos Tratos a Mujeres presenta su manual de intervención psicosocial con menores
Madrid. 14 de diciembre. 17. AmecoPress. El pasado miércoles 13 de diciembre tuvo lugar en el Centro Asociado UNED de Madrid, la presentación del modelo de intervención psicosocial con menores de la Comisión de Investigación de Malos Tratos a Mujeres (CIMTM), un manual que pone el enfoque de la lucha contra la violencia de género en la protección de los y las menores que la sufren y en la prevención.
Como expone Susana Martínez, presidenta de la Comisión de Malos Tratos, las niñas y niños que sufren violencia de género son especialmente vulnerables, y esto es así por su edad, por su necesidad de protección y por su dependencia legal y económica. Además, Susana destaca el estado de confusión que pueden llegar a tener las y los menores que viven en contexto de violencia al normalizarla.
Este manual, que surge de la necesidad observada durante toda una trayectoria de trabajo diario con mujeres en situación de Violencia de Género, trata de dar a conocer el modelo de intervención de la CIMTM, que lleva 14 años trabajando contra los malos tratos a mujeres, y hacerlo llegar a otras entidades para facilitar que se haga uso del mismo. Así, el objetivo de este proyecto es seguir con la lucha por la erradicación de todas las formas de violencia contra las mujeres, ofreciendo una mayor coordinación de recursos y estrategias, dirigidas a lograr la prevención y la protección de las mujeres y menores víctimas de cualquier forma de violencia de género.
Cabe destacar que, en lo que va de año, 8 personas menores han sido asesinadas por sus padres y 19 se han quedado en situación de orfandad tras ser su madre asesinada a manos de su padre. Tal y como explicó Susana Martínez, “el asesinato de un solo niño, es un fracaso de nosotros como sociedad y de las instituciones”.
Rosa Monteserín, coordinadora general de este programa, manifiesta: “en el manual tratamos de plasmar un modelo de intervención para que las y los profesionales cuenten con una metodología y unos objetivos estructurados en beneficio de los niños y niñas".
Teresa San Segundo, directora del Centro de Estudios de Género de la UNED, explica en su intervención: “nos hemos educado en el machismo, tenemos que deconstruirnos y la base está en la educación. Toda la sociedad tenemos una gran tarea en terminar con esto”. Además, insiste en trabajar por la modificación del pacto de estado contra la violencia de género: “es inadmisible que los niños y niñas tengan que ir a ver al maltratador en un punto de encuentro. En ningún otro crimen se obliga a ver al agresor, ¿por qué sí se hace en casos de víctima de violencia de género? Las y los menores tienen derecho a estar con gente que les trate bien, una persona violenta no tiene que estar en su vida".
Por otro lado, Iria Núñez, psicóloga de la CIMTM afirma: “la intención es que el Modelo de Intervención se adapte a las circunstancias y no al revés. Por un lado, a las madres se las orienta, y por otro se apoya a las y los menores a partir del juego y del dibujo, que es la expresión de su mundo interno, por esto es tan importante. Los dibujos son fuentes de reparación para los niños y las niñas, consiguen así lidiar con sus miedos internos”.
La presentación contó, a su vez, con el testimonio de dos personas que fueron beneficiarias del servicio de eliminación y prevención de la violencia de género, quienes citaron el libro de Miguel Lorente ’Mi Marido Me Pega Lo Normal’ en el que se expone que se usa al menor para agredir más a la madre. El foco de daño son los niños y las niñas. Concluyeron diciendo que les era muy gratificante aparecer en este manual para que, personas que están paralizadas y no se atreven a ir a terapia, vean que se puede salir de esa situación.
La CIMTM sostiene que entienden el trabajo con niños y niñas, “no sólo en el ámbito terapéutico, para paliar los efectos de la violencia, sino también como medida preventiva, para evitar que el modelo desigual de relaciones entre hombres y mujeres se reproduzca en el futuro”. Prosigue: “está suficientemente demostrado que las y los menores aprenden e interiorizan el modelo familiar observado. Así, los varones pueden aprender que la violencia es un medio lícito de resolver los conflictos y las niñas pueden asumir el maltrato como algo "normal" en una pareja. De este modo, el modelo sexista, que genera violencia, se perpetúa y trasmite de generación en generación”.
Para concluir, explican que, educando en la igualdad, estaremos previniendo la Violencia de Género, que es la más dramática expresión de la estructura sexista de nuestra sociedad.
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Sociedad- Violencia de género- Legislación y género; Madrid. 14 de diciembre. 17. AmecoPress