Asesinatos machistas
Madrid, 19 abril. 16. AmecoPress. Asesinato machista en Benidorm. La víctima había denunciado al asesino por violencia de género en diciembre de 2014. Sin embargo, fue absuelto. El lunes pasado la asesinó. Una mujer de en torno a 45 años ha sido asesinada a puñaladas este domingo en Salamanca, presuntamente por su expareja. La víctima estaba incluida en el programa de violencia de género, por lo que ya había denunciado haber sufrido violencia machista. También han sido víctimas del terrorismo machista este mes de abril otras mujeres que no habían denunciado. Ni el hecho de denunciar ha de ser planteado como la única salida ante la violencia de género, ni se puede responsabilizar a las mujeres que no denuncian, ya sea de un modo manifiesto o tácito. Pero sí hay que hacer visible y pedir responsabilidades cuando las mujeres denuncian –con el esfuerzo, riesgo y decisión que eso conlleva- y no encuentran protección. Insistimos: desde enero ya han sido asesinadas 29 mujeres en España.
Convivimos con la falta de formación de los sectores que intervienen en la lucha contra la violencia machista, con el descrédito de las mujeres en los juzgados, con la escasez de recursos y medios destinados a proteger a las víctimas - supervivientes.
El presidente del Congreso, Patxi López, tomó la palabra el martes antes de proceder a las votaciones en el Pleno de la Cámara, para proclamar el "horror" de la institución ante el que era en ese momento el último "asesinato machista" y dijo que "sabemos que protestar no basta, pero si no lo hacemos y no mostramos nuestro horror por el asesinato de una mujer por ser mujer no acabaremos con esta lacra". López subrayó que los representantes públicos tienen la "obligación" de "denunciar el horror machista" y de "utilizar todos los instrumentos del Estado de Derecho para educar, prevenir, proteger y ayudar a las víctimas y perseguir y combatir sin descanso esta violencia hasta conseguir que desaparezca para hacer que nuestra sociedad sea más decente cada día".
Efectivamente, la lucha contra la violencia de género implica acabar con la impunidad y con las resistencias ideológicas de quienes tienen la obligación de combatirla. Si queremos acabar con esta barbarie, hay que dejar atrás toda hipocresía y analizar en profundidad todos los factores que influyen en la lucha contra el maltrato.
Hay que saber qué ha fallado en cada uno de los casos de mujeres que se atrevieron a denunciar y que no recibieron la protección que necesitaban. Y hay que insistir en la educación y en la formación de aquellos colectivos profesionales que intervienen en la sensibilización y lucha contra la violencia machista.
La primera causa de muerte en mujeres de toda Europa entre 14 y 44 años es la violencia de género, por encima de enfermedades o accidentes de tráfico. Millones de niñas son vendidas cada día en el mercado del sexo: matrimonio, esclavitud o prostitución. 135 millones de mujeres han sufrido la mutilación genital. El 45% de las mujeres del mundo sufren malos tratos físicos o psíquicos por parte de su compañero. En seis de cada ocho países en conflictos de guerra donde han intervenido cascos azules o fuerzas de paz, las violaciones y prostitución de niñas y mujeres aumentó.
La violencia de género es expresión de una desigualdad entre mujeres y hombres que es permanente y está, de algún modo, naturalizada. Asumir como normales cosas que no lo son, aunque sean más habituales de lo que nos gustaría, es un impedimento a la hora de plantear una lucha coherente y eficaz frente a la violencia machista. Afrontar esa lucha desde la óptica de la naturalización de la violencia, desde el patriarcado, hace imposible articular recursos adecuadamente para proteger a las mujeres y ayudar a salir de la espieral del maltrato. Dejemos de ser cómplices de la impunidad. Si no denuncian las matan, si denuncian también. Póngamonos en la piel de las supervivientes.
Foto: Amecopress;
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Estado español – Violencia de género – Maltratos; 19 abril. 16. AmecoPress