Las múltiples caras de la violencia contra las mujeres

3 de noviembre de 2015.

Por Pilar Aguilar

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Madrid, 03 noviembre. 15, AmecoPress/CIMA. La primera violencia, las más evidente y salvaje: el asesinato. Este año 2015 ya han perdido la vida 45 mujeres a manos de sus parejas o sus ex parejas (ver enlace). Y, después, las otras violencias: golpes, brutalidad, agresiones sexuales de todo tipo (cada ocho horas una mujer es violada en España aunque sabemos que solo se denuncia una minoría de casos).
 
Pero la violencia machista tiene tentáculos y manifestaciones en todos los órdenes de la vida. Sufrimos el ninguneo, el menosprecio, el control de nuestra libertad, la desigualdad salarial, la desvalorización de nuestro trabajo, el uso y abuso de nuestro tiempo y nuestras energías (según datos de Harmonised European Time Use Survey de Eurostat, recogidos por el Multinational Time Use Study, los varones españoles dedican hora y media diaria al trabajo doméstico mientras que las mujeres dedican cuatro horas y media), el acoso psicológico y físico, la cosificación de nuestro cuerpo, su mercantilización descarada (que para mí incluye la prostitución).
 
Y como me dirijo a las socias de CIMA, no puedo por menos que hacer hincapié en la violencia simbólica (origen, cuna y base de todas las demás) trasmitida por el relato audiovisual. Éste sigue negándonos el protagonismo a las mujeres, sigue considerando que nosotras no tenemos historia propia digna de ser narrada, ni podemos encarnar periplos vitales de ningún tipo. Nuestro papel se limita a ser complemento festivo (a veces, también fastidioso) de una vida ajena, aportándole el granito erótico-amoroso-sexual. Hoy, la ficción es tan androcéntrica que nadie (o casi) concibe que, por ejemplo, “The Martian” pueda ser una mujer; a pesar de que deberá su supervivencia, no a la fuerza bruta, sino a la inteligencia, el ingenio, la tenacidad… y eso, que se sepa, está repartido por igual entre los dos sexos…
 
En resumen y por no alargarme en exceso: los frentes para luchar contra las violencias machistas son múltiples y en todos hay que pelear sin desánimo y con constancia. Pero ahora, en lo inmediato, tenemos una cita inexcusable: el 7N. Ese día mostraremos que estamos decididas y somos muchas (y muchos, espero). La violencia no va a desaparecer, claro, pero hemos de lograr que se considere problema de estado -más allá de quien gobierne- y que, en consecuencia, se tomen las medidas adecuadas en todos los órdenes para prevenirla, para ayudar a quienes la padecen, para educar a las nuevas generaciones contra la misoginia y el machismo.
 
El 7N marcará un antes y un después, estoy segura.
 
Fotos: archivo AmecoPress, cedida por CIMA
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Opinión – Estado español – Feminismo – Movimiento feminista – Violencia de género – Campañas. 03 noviembre. 15. AmecoPress

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