Cinco muertes por violencia machista en un solo día no son motivo de alarma
Madrid, 07 abril. 15, AmecoPress. Día 31 de marzo de 2015: cinco víctimas de la violencia machista. Tantas como el total de víctimas mortales que el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad tenía registradas hasta ese momento en todo el año. De los tres agresores, dos se quitaron la vida y el restante lo intentó. Las personas fallecidas de Gibraltar no entrarán en la estadística española por no haber sucedido el crimen en territorio nacional. Unas estadísticas necesarias y defendidas por las expertas, pero sin duda insuficientes. Mujeres asesinadas y parece que nadie se entera, que nadie considera esto lo suficientemente grave.
Solo las asociaciones de mujeres convocaron manifestaciones para denunciar lo que llaman “terrorismo machista” y exigir compromiso para su erradicación. ¿Qué hubiera sucedido si en lugar de mujeres asesinadas a manos de sus parejas o exparejas, hubieran sido hinchas de fútbol, actores, cantantes, políticos, activistas o guardias civiles los que hubieran muerto porque alguien hubiera decidido que así fuera? ¿Seguirían las portadas de los periódicos y los telediarios hablando del buen tiempo durante la Semana Santa, los pactos electorales y los robos en el supermercado? ¿Cobrarían la misma importancia que los desahucios, la ley Mordaza o los recortes para los sectores progresistas y en principio sensibles a estas temáticas?
Acabamos de dejar una semana especialmente violenta. Además de los cinco casos concentrados el 31 de marzo, una mujer era asesinada el 1 de abril en Vitoria a manos de su pareja. También se han hecho públicos los datos de la Macroencuesta de Violencia contra la Mujer 2015, que presentó el pasado lunes el ministro de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, Alfonso Alonso: el 12,5% de las mujeres mayores de 16 años que viven en España ha sufrido violencia física o sexual de sus parejas o exparejas a lo largo de su vida. Si se extrapola el porcentaje a la población femenina de esa edad que recoge el INE, serían unos 2,5 millones de mujeres.
El Gobierno insiste en la importancia que para salir de la violencia de género tiene la denuncia ya que “permite la protección y el amparo de todos los recursos policiales, judiciales, económicos y sociales con los que cuenta el sistema español contra la violencia de género”. Insiste: la última macroencuesta de violencia contra la mujer 2015 señala que el 77,6% de las mujeres que han sufrido malos tratos, consiguen rehacer su vida.
Pero ni todas las que denuncian consiguen librarse de la violencia machista, llegando incluso algunas a ser asesinadas. Ni el proceso que se inicia tras la denuncia se adapta a la situación especial en la que se desarrolla, convirtiéndose a veces en un auténtico calvario para las víctimas, a las que a menudo no se les concede la credibilidad y medidas de protección adecuadas. Ni, por supuesto, denunciar es la única salida a una situación de violencia ejercida sobre las mujeres por el hecho de serlo.
El asunto no es si las mujeres denuncian o no, el asunto es la “normalización” de la violencia machista por parte de la sociedad. Porque de momento, lo que sucede es que no importa cuántas mujeres (y sus hijas e hijos) sigan muriendo a manos de sus parejas o exparejas, ni que sepamos que los asesinatos son la punta de un profundo iceberg de violencia física y psicológica. La violencia de género es un grave problema, no solo para las mujeres, sino para toda la sociedad. Es un asunto de todos y todas. La violencia machista es estructural y es evitable.
Fotos: archivo AmecoPress
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Estado español – Política – Violencia de género – Maltratos. 07 abril. 15. AmecoPress